Dejadme que saque por un momento el gruñón que llevo dentro.
No soy precisamente amigo de la sobreexplotación de las franquicias superheroicas. De hecho, cuando es excesivamente obvia, me llega a resultar crispante. Me ocurrió en los 90 con las serie mutantes, cuando llegamos a tener a la vez Uncanny X-Men, X-Men a secas, X-Force, Cable, Lobezno, Excalibur, Factor X, Generación X, X-Man y un buen puñado de series limitadas simultáneas. Con diez colecciones simultáneas ambientadas en el mismo entorno, pasó lo que tenía que pasar. El talento se dispersó y la franquicia implosionó, cerrando más de la mitad de ellas.
Desde hace unos años, está empezando a pasar algo parecido en el entorno de Spiderman. Durante una buena temporada, la única serie regular de este rincón del Universo Marvel era Amazing Spider-Man, aunque saliera a la venta tres veces al mes. Pero, supongo que derivada de la buena prensa (merecida) que estaba teniendo la etapa de Dan Slott al frente del personaje, empezaron a aparecer colecciones paralelas como setas. Al margen de Ultimate Spider-Man, que ya llevaba tiempo en el mercado, hemos visto un buen puñado de series regulares satélites en los últimos tres o cuatro años. Un nuevo volumen de Veneno en mayo de 2011. Avenging Spider-Man, en febrero de 2012. Superior Foes of Spider-Man y Superior Spider-Man Team-Up, en septiembre de 2013. Un segundo volumen de Spider-Man 2099 en septiembre de 2014. Spider-Woman en enero de 2015. Spider-Man y los X-Men en febrero de 2015. Seda y Spider-Gwen, ambas en abril de 2015. Una serie regular de Matanza en enero de 2016. Spider-Man/Deadpool en marzo de 2016. Spider-Man (la de Miles Morales), en abril de 2016. Afortunadamente, no todas han estado a la venta simultáneamente. Muchas de ellas, han ido cerrando y los editores, inasequibles al desaliento, han ido lanzando otras en su lugar.
Lo que sí me molesta es que me impongan su lectura. Nunca he soportado el formato two-in-one salvo por exigencias puramente narrativas. Las series de Superman en los 90, en las que la historia iba de unas colecciones a otras como si fuera una única semanal. Los 4F de Jonathan Hickman, en los que la serie principal era indistinguible de FF. Pero que me cuelen en el tomo mensual de Spider-Man cosas como Superior Foes me hacía hervir la sangre. Pagaba un tomo de cinco números del que dos de ellos (como mínimo) no me interesaban en absoluto y se iban a la estantería sin leer. De hecho, las colecciones con las que nos tocaba tragar se me hacían tan cuesta arriba que en varias ocasiones estuve a punto de tirar la toalla y dejar de comprar la serie a la que más tiempo llevaba siendo fiel mes a mes. Una de ellas era el primer volumen de Seda.
Pero pasa el tiempo, y un día me pregunta la Jefa si tengo por ahí algo de Seda, que ha leído no sé qué del personaje por internet y le pica la curiosidad. Le explico de dónde viene, todo el tema de Pecado Original, y saco los tomos donde Panini publicó el primer volumen. Y me dice que no está nada mal.
Vaya. Tendré que leerlos, aunque me apetezca tanto como nada en absoluto…
Y resulta que no están nada mal, que de los complementos que nos hemos ido tragando a lo largo de los últimos años es de los más respetables. Así que cuando se anunció el primer 100% Marvel del segundo volumen del personaje, me lo apunté.
La historia hasta ahora…
Cindy Moon aparece en los primeros números del Amazing Spider-Man post-Superior, hace un par de años. Cuando la araña picó a Peter allá por el inicio de los tiempos, también pico a otra estudiante, de la que no hemos sabido hasta ahora porque llevaba diez años encerrada en un bunker, una idea que tuvo Ezekiel para protegerla de Morlun y su familia. Recientemente, durante los eventos de Pecado Original, al ser bañado Peter Parker por las energías del ojo del Vigilante, fue consciente de la existencia de Cindy y de dónde estaba, y fue directo a liberarla. Al salir, Cindy vio que su familia se había mudado sin dejar rastro. Empieza a trabajar en el Canal Fact de Jonah Jameson, confiando en poder rastrear a su familia y encontrarlos algún día.
Pero Morlun no estaba muerto. Y entonces llegó Universo Spider-Man.
Siniestra
La primera colección protagonizada por Cindy cerró en el número 7. No por falta de ventas ni nada de eso, que andaba en unos discretos pero cómodos 36000 ejemplares mensuales. Para hacernos una idea, en el mismo entorno en el que se movían por la época otras series de la editorial como Ms. Marvel o una buena parte de los tie-ins de Secret Wars. Tuvo la mala suerte de caer en torno al mastodóntico evento que provocó el cierre y renumeración de gran parte de las series de la editorial… y el salto temporal hasta ocho meses después.
Y éste es el punto en el que empezamos.
No sabemos qué ha pasado en estos ocho meses, pero sí sabemos qué no ha pasado. Sabemos que Cindy no ha encontrado a sus padres, pero sí a su hermano, que no está en la mejor de las condiciones posibles, y que aún sigue buscando pistas de la vida que dejó atrás cuando entró en el bunker. Sabemos también que aún sigue trabajando en el Canal Fact, pero no tenemos ni idea de por qué Seda juega ahora en el bando de los malos.
¿Qué?
Sí, ahora Seda es un agente de la Gata Negra en su guerra privada con la Nación Duende. En ocho meses pueden pasar muchas cosas, y puedes llegar a volverte mala. Tan mala que puedes llegar a traicionar a tu jefa y hacer de agente doble para Shield. Vamos, que la vida de esta chica, lejos de conseguir solucionar sus problemas se ha vuelto mucho más complicada de lo que era.
Poco a poco, Cindy se va convirtiendo en una adición interesante al entorno de Spiderman. Lo que surgió como una subtrama de la serie principal para desvelar un secreto del pasado de Peter Parker (demos gracias a que no fue algo en plan «el Tío Ben traficaba con crack») se ha ido conviertiendo en un personaje con voz propia, más allá de un secundario genérico. Sí es cierto que el truco «tantos meses después», que no es la primera vez que vemos en el cómic americano, permite hacer cambios más o menos radicales en el statu quo, pero la sensación de extrañeza que deja a lo largo de todas las series de la editorial puede llegar a resultar un tanto repetitiva. Ya veremos si los cambios ocurridos aquí nos los cuentan con flashbacks o se dan por supuestos y punto.
Pero aún siendo un personaje con su propia personalidad, despierta poderosos recuerdos de lo que fue en su día Peter Parker. Ahora que éste se ha convertido en Tony Stark, es Cindy la que trabaja para Jonah Jameson, ganándose la vida vendiendo fotos de lo que hace su alter ego superheroico.
Los autores
Al guión, al igual que en la primera serie, tenemos a Robbie Thompson. Este escritor, procedente del medio televisivo, tuvo un breve encuentro con el cómic en 2010, cuando escribió cuatro complementos para la miniserie Blanco Humano de Len Wein. Después de cinco años de silencio, volvió para encargarse de una historia corta para el evento Universo Spiderman, y poco después, a mediados de 2015, comenzó una colaboración estable con Marvel, empezando con la primera serie de Seda. Desde entonces, ha ido ampliando su catálogo, y se han podido ver sus textos en series como Venom: Space Knight, Spidey o Doctor Strange And The Sorcerers Supreme. Para televisión, ha escrito guiones para series como Ark, la cual creó en 2009, Sobrenatural, desde su séptima temporada, o Blanco Humano.
En el apartado gráfico, tenemos a tres autoras jóvenes, cuya trayectoria profesional oscila entre unos meses y dos años y medio. Las tres comparten un estilo juvenil, muy ágil, más cercano al indie americano que al comic superheroico tradicional. Marvel está empezando a desarrollar toda una línea de cómics con este estilo, buscando un público diferente al habitual de los superhéroes de toda la vida. Así, este tomo está más cercano a Ms. Marvel y Chica Ardilla que al Spiderman del que proviene.
El primer número del tomo lo dibuja Stacey Lee, la dibujante que se encargó de casi toda la primera. Pasa por aquí a despedirse del personaje que fue su primer trabajo regular, y aún estamos a la espera de ver sus lápices en otra colección.
Tana Ford es la nueva artista regular de la serie, desde el número 2 y aún siguel al frente ella. No es una desconocida para este personaje, ya dibujó el último número del primer volumen. Previamente se había visto su trabajo en historias cortas aquí y allá, siendo éste su primer trabajo regular. No se puede decir que su trabajo sea objetivamente malo, pero es innegable que supone un importante paso atrás después de haber tenido a Lee en todo el primer volumen y el primer número de este segundo.
Veronica Fish viene a sustituir a Tana Ford en un par de números. En su curriculum, también aparecen números del Archie de Mark Waid, de Howard el Pato o de Spiderwoman.
Una reflexión al margen del tebeo…
Hay una viñeta con aparentemente poco sentido en el que se encuentran Pájaro Burlón y Seda, y ésta le dice «Siento decírtelo, Boo Radley», con una llamada que dice «Personaje principal de Matar a un Ruiseñor«. Y claro, de primeras choca. Y seguirá chocando a los que no sepan que Mockingbird, el nombre del personaje en inglés, no son dos palabras, es el nombre de un pájaro… ¿un ruiseñor, acaso? No, tampoco. Un sinsonte. Ruiseñor en inglés es nightingale. Dos fallos de traducción unidos, en el título de la novela y en el nombre del personaje, que hacen que sea francamente complicado entender esa nota.
Llevamos años cargando con traducciones absurdas por el único motivo de la tradición. Llevamos cuarenta años llamando Lobezno a Wolverine en lugar de Carcayú, llamando Imposible Patrulla X a los Uncanny X-Men en lugar de Extraños Hombres X, La Masa a Hulk en lugar de Gigante… y Pájaro Burlón a Mockingbird en lugar de Sinsonte. ¿Hay que seguir toda la vida arrastrando ese legado chapucero por el simple motivo de que una vez alguien que pasaba por allí dijo que si can era poder y un es prefijo de negación, entonces uncan era no poder y uncanny tenía que ser imposible? Ya en algún momento se quitó lo de Dan Defensor para poner Daredevil, porque el Temerario castellano tampoco es que quede muy bien… Pero, desde luego, sí que se puede. Pero reconozco que es difícil vencer la resistencia al cambio, aunque sea para empezar a hacer las cosas bien.
Pero bueno, podría ser peor. Podrían habernos cascado un spoiler en el título, como La Semilla del Diablo para Rosemary’s Baby. Podrían haber metido «Loca academia de» en la mitad de los títulos de colecciones de grupos, y «como puedas» en la otra mitad. Afortunadamente, hoy en día en el mundo del cómic ya no se hacen las cosas así. Los términos se traducen bien o se dejan en original. Pero me resulta molesto seguir arrastrando según qué errores…
En resumen
Esta nueva serie regular del personaje es un producto disfrutable, pero le veo un pequeño problema. El estilo indie que tiene suele ir enfocado a captar público nuevo, no habitual del cómic superheroico de toda la vida, lectores más jóvenes o procedentes de otros estilos. Pero me pongo en la piel de un lector que no haya sido un lector regular de Spider-Man en los últimos años y me surgen unas cuantas dudas. El origen del personaje es un punto que se da por conocido en este primer tomo, pero en parte se soluciona con el muy completo artículo de Julián Clemente poniéndonos en situación. Pero hay preguntas que pueden aparecer. ¿Qué es eso de la Nación Duende? ¿Quién es ese tal Phil Urich que se da por supuesto que conocemos? ¿Cómo es que la Gata Negra está al frente de una banda criminal? Me imagino que la reacción ante esta situación sea de confusión e incomprensión.
¿Cuál es el público objetivo de esta nueva serie de Seda, entonces? A mi modo de ver, ésta es claramente una serie satélite de El Asombroso Spiderman, a diferencia de, por ejemplo, Ms. Marvel, que funciona por completo por sí misma, sin necesidad de leer Inhumanos o Vengadores. Por tanto, diría que Seda es una serie que va enfocada al lector habitual de Spiderman al que, de vez en cuando, le apetece leer algo de superhéroes con un estilo distinto, en la onda de Batgirl, Ms. Marvel y demás. Si te ves reflejado en esta descripción, no lo dudes: Seda está hecho para ti.