Sam Alexander debutó en las páginas del cuarto volumen de Nova, hace ahora casi cinco años. En aquella época tocaba sustituir a los héroes clásicos por versiones nuevas, más cercanas a los tiempos que corren. Sam fue para Nova lo que Kamala fue para Ms. Marvel o Riri para Iron Man. Pero como ya sabemos, en el mercado del cómic americano todo es cíclico, y ha llegado el momento de la vuelta de los iconos tradicionales. Con todos ustedes, una nueva Resurrección.
Richard Rider
El primer Nova aparece por primera vez en su propia serie en 1976, de la mano de Marv Wolfman y John Buscema. Originalmente surge como un homenaje a Spiderman, siendo un héroe adolescente de clase trabajadora con identidad secreta. Tras la cancelación de su serie en el número 25, tuvo apariciones esporádicas hasta 1989, año en el que, en la colección de Thor, se presentaron los Nuevos Guerreros. Su segundo momento de goloria duró hasta finales del S.XX, momento en el que volvió a hacer cameos en otras serie. Regresó por la puerta grande en Aniquilación, y fue uno de los ejes en torno a los que se articuló la franquicia cósmica de Marvel hasta su muerte en 2011.
Sam Alexander
Justo un año después del fallecimiento de Rider, conocemos al tercer personaje que lleva el nombre de Nova, tras Richard Rider y Frankie Raye, y segundo que protagoniza una serie mensual. Sam es un chaval latino de quince años que se encuentra con el casco que su padre llevaba cuando pertenecía Cuerpo Nova y que es capaz de manejarlo.
Sam supone una vuelta a los orígenes del personaje, a las aventuras cósmicas de un adolescente que se ve superado por los acontecimientos. Ha estado protagonizando series mensuales entre 2013 y 2017, con la mala suerte de ser una época plagada de crossovers y renumeraciones. En los cuatro años en los que ha tenido su propia serie, ha tenido tres números 1, y ha pasado por Infinito, Pecado Original, Axis, Vórtice Negro y Civil War II. Aún se le puede ver en la serie mensual de Campeones.
Resurrección
Cuando se planteó Generaciones, había once parejas de héroes en el póster promocional, de las que sólo diez acabaron materializándose en los especiales recogidos en el tomo de Panini. La pareja que quedó fuera fue, precisamente, la de los Nova. Me resultó muy curiosa esa ausencia, precisamente porque Nova es uno de mis personajes preferidos de la sección cósmica de Marvel. Pero cuando leí este tomo entendí por qué. No hubo un especial Generaciones: Nova porque el primer arco argumental del sexto volumen de su serie mensual consistía precisamente en poner a Sam Alexander y a Richard Rider mano a mano. Aunque no sea exactamente la historia planteada en Generaciones (no hay un viaje en el tiempo implicado), la trama desarrollada y la relación entre los dos portadores del casco es mucho más profunda que, por ejemplo, en la ensalada de tortas que era Generaciones: Hulk.
Hasta la aparición de este tomo, el estado oficial de Richard Rider era muerto en el Cancerverso junto a Starlord durante El Imperativo Thanos. Que Starlord consiguiera sobrevivir y Nova no, y encima volviera modificado a imagen y semejanza del payasete gracioso de la película de Guardianes de la Galaxia supuso un golpe adicional a los fans del miembro más legendario del Cuerpo Nova. Pero en este tomo se nos revela que no habíamos oído todo lo que había que contar de Rider.
Seis años después de su desaparición en el Cancerverso, Richard Rider ha vuelto. Las noticias sobre su muerte habían sido exageradas y tal, pero lo que más le sorprende es que hay toda una nueva generación de héroes que no estaba aquí cuando él desapareció. Evidentemente, el paso de un lustro (vale, algo menos en Tiempo Marvel) en el Cancerverso ha dejado secuelas en Richard. Ya no es el héroe luminoso que fue en su día. Ahora es un portal viviente del Cancerverso.
Este tomo cumple dos objetivos. Por un lado, trae de vuelta a Richard Rider al primer plano del Universo Marvel. Seis años desaparecido es mucho más de lo habitual en que se activen las puertas giratorias, y más aún en un personaje que, aún no siendo de primera fila, no estaba especialmente desgastado. Por otro lado, recuperamos, por contraposición, el espíritu de novato recién llegado para Sam, recuperando el tono inicial de sus historias. La verdad es que la situación actual del Universo Marvel, con los héroes clásicos y sus reemplazos más jóvenes simultáneamente en activo, es algo totalmente inusual pero, leído este tomo, tiene potencial para darnos historias más que interesantes.
Los autores
Jeff Loveness es un guionista que viene del medio televisivo, una transición inversa a la habitual hace unos años y que empieza a ser más frecuente. Ha escrito material para The Onion, para el programa de Jimmy Kimmel y para las ceremonias de los Oscar (en 2017) y de los Emmy (en 2012 y 2016). Empieza a escribir cómics en 2014, y la mayor parte de su trabajo ha sido para Marvel. Además de este Nova, tiene en su curriculum la serie de Groot de 2015 o el minievento Error Inhumano.
Ramón Pérez es un escritor y guionista canadiense hijo de un zamorano premiado con un Eisner por Cuento de Arena, su adaptación de un guion de Jim Henson. Es el artista de Ojo de Halcón, de la serie de John Carter que sacó Marvel en 2012 y del especial de Spiderman de Generaciones.
En resumen…
Las constantes renumeraciones y las bajadas de ventas unidas al regreso de Richard Rider han hecho que llegue el momento de darle un respiro a Nova. Ya sabemos que es temporal, que antes o después tendremos una nueva cabecera protagonizada por el Cohete Humano, más aún estando englobados en la temporada Legacy, en la que estamos viviendo el regreso de todas las versiones clásicas de los héroes principales de la editorial. Que la vuelta de Rider haya tenido lugar sin la desaparición de Sam Alexander, aunque habitual en los tiempos actuales, es motivo de alegría. Es un nuevo personaje con un trasfondo lo suficientemente interesante como para no prescindir de él porque su momento editorial haya pasado. Que no es un Eric Masterson, vamos. Lo más triste es que esto fuera a ser parte de una historia más larga que fue cancelada por falta de ventas…