Hace cinco años que Panini comenzó la reedición, dentro de la difunta línea Marvel Collection, de la Pantera Negra de Reginald Hudlin. Con ritmo anual (con una pausa en 2021 en la que se estuvo redefiniendo la línea), se ha recopilado en un total de cinco tomos toda la etapa de este autor y su continuación argumental, escrita por el novelista Jonathan Maberry y que termina con La Guerra de Muerte.
La Guerra de Muerte viene a concluir el arco argumental iniciado en Contemplad Wakanda y Morid. Durante los sucesos de Reinado Oscuro, la cábala dejó incapacitado a T’Challa, haciendo que sus responsabilidades las heredara su hermana Shuri, personaje creado por el propio Hudlin al principio de su serie (en un número publicado en el tomo ¿Quién es Pantera Negra?), que se convirtió en Reina de Wakanda y nueva Pantera Negra, siendo, años después, unos de los cómics que inspiraron argumentalmente la película Wakanda Forever. En los últimos números del mencionado Contemplad Wakanda, Reginald Hudlin empezó a coescribir junto a Jonathan Maberry, autor que se encarga de la práctica totalidad del tomo que tenemos entre manos, en una historia única en dos actos. El primero, Poder, son los últimos números del quinto volumen de Pantera Negra, protagonizada íntegramente por Shuri. En este tramo final, Shuri se dedica a invertigar quién atacó a su hermano y por qué lo hizo, mientras éste se recupera. Poco a poco va descubriendo que T’Challa no era el objetivo final. El responsable de todo lo que ha ido ocurriendo no ha sido otro que Victor Von Muerte.
Según vamos avanzando en este tomo, nos damos cuenta de que Poder no ha sido sino el prólogo del mini evento con el que se cierra todo lo que llevamos años leyendo. La Guerra de Muerte es una serie limitada de seis números, escrita también por Jonathan Maberry, en la que vemos los planes del gobernante de Latveria. Siendo Wakanda un país que se vanagloriaba de no haber sido conquistado nunca, algo muy gordo tenía que estar buscando el Doctor Muerte para arriesgarse a intentar asaltar un lugar teóricamente inexpugnable. Cualquier lector con un mínimo de veteranía leyendo Marvel se puede hacer una idea… y no estará equivocado.
El gran problema que tiene esta historia no sólo es lo predecible que es. También es que resulta en algunos momentos una sucesión de clichés uno tras otro. Tenemos un enfrentamiento entre dos naciones soberanas, una en África y otra en Europa del Este, pero como anda metido por aquí el Doctor Muerte, tienen que participar los 4F. Y como T’Challa estaba casado con Ororo, los mutantes también. Aunque en una historia de estas características y pasando por lo que estaban pasando en la época esos personajes no tuviera mucho sentido. El momento en el que vemos cómo consigue Von Muerte superar la última cerradura, al más estilo La Historia Interminable, nos deja con la boca abierta y no precisamente de forma positiva.
El guionista Jonathan Maberry es uno de esos autores ajenos al cómic que de vez en cuando fichan las editoriales grandes para traer sangre nueva al medio. En particular, este escritor es un novelista especializado en suspense y terror, habiendo recibido múltiples nominaciones y premios en los Bram Stoker Awards por títulos como Ghost Road Blues o Paciente Cero. Dentro de Marvel su carrera no terminó de despegar: tras un par de historias cortas, su primer trabajo largo es este Pantera Negra, de 2009. Firmó su último trabajo para la editorial, Los Vengadores vs el Universo Marvel, en 2013. Desde entonces, sólo ha vuelto al cómic en contadas ocasiones en editoriales independientes como Dark Horse o IDW, siendo su trabajo más destacable la historia de vampiros V Wars.
A los lápices tenemos tres artistas. La primera mitad, salvo un número dibujado por Ken Lashley, tiene dibujo y tinta de Will Conrad, en un trabajo del que no sale especialmente airoso. La composición de página no es clara, la narrativa es confusa en ocasiones, y estéticamente tampoco es llamativa. Para la serie limitada de La Guerra de Muerte, se recupera a Scot Eaton, un autor que ya estuvo en el cuarto volumen de Pantera Negra, y sin ser un dibujante de primera línea, consigue hacer un trabajo más que correcto.
Los extras de este tomo son una escueta sección de portadas alternativas y páginas a lápiz, reducidas hasta cuatro páginas originales por cada página del tomo, con lo que tampoco es que se pueda apreciar especialmente el trabajo del dibujante.
Tras esta saga, Pantera Negra pasó una temporada sin una serie propia estable. Doomwar terminó en agosto de 2010 y la serie no fue renovada… o sí. Cuatro meses más tarde, sustituyó a Daredevil, incluso retomando su numeración, en Pantera Negra: El hombre sin miedo. Hubo que esperar hasta 2016 para la siguiente serie del personaje, ya en la etapa de Ta-Nehisi Coates y Brian Steelfreeze.
La valoración global de la etapa de Reginald Hudlin al frente de la serie del Rey de Wakanda es claramente positiva. Pero también es cierto que tras su sustitución por Jonathan Maberry la serie tiene una bajada de calidad e interés importante, aunque la lectura de este último tomo es recomendable para tener el cierre de las tramas que se habían ido sembrando a lo largo de los últimos tiempos. Es un final correcto pero con un cierto toque amargo.