Cuando uno abre las páginas de la enorme edición de Astiberri de la novela gráfica Wahcommo lo primero que le salta a la vista es el imponente dibujo de Luis NCT. Wahcommo es una de esas historias de fantasía heroica que, a pesar de contar con razas y clases de personajes que ya hemos visto en otras historias (orcos, trasgos, enanos…) goza de una personalidad propia muy potente y gracias a unos personajes muy bien perfilados la hace ya de por sí interesante.
La historia que nos plantea Wahcommo es la de una tribu con una tradición de competición entre los jóvenes de cada generación para conseguir la codiciada pluma del guardián que lo convierte en un «hombre». Es una competición anónima en la que van enmascarados, por lo que cuando el ganador se descubre el rostro y muestra que es una chica, todos se echan las manos a la cabeza. Permitirán que Kaya viaje al Reino Perdido del Norte en busca del tesoro de los antepasados de la tribu, pero por ser una chica, irá acompañada del subcampeón, Fox. Ambos son amigos desde la infancia y compartirán juntos esta aventura en la que, hasta llegar a su objetivo tendrán que enfrentarse a otras tribus, orcos, gigantes, trasgos y todo tipo de criaturas fantásticas.
Wahcommo supone el segundo trabajo largo de Luis NCT tras su anterior obra, Sleepers (EDT), con la que ganó el premio del público en el Salón de Barcelona en 2012. NCT nos plantea una obra que profundiza sobre la tradición, sobre el valor real de las cosas y sobre la infravaloración de la mujer. Pero en cuanto a esto último lo hace de una manera amable e inteligente. No es una obra que se deje llevar por el populismo de colocar a una mujer ninguneada que tiene su propia valía pero que siempre le es denegada. No, aquí tenemos a Kaya, que gana la competición, la tribu muestra su desacuerdo y obliga a ir acompañada de un hombre porque así son las normas de esa tribu… pero le permiten ir. Lo fácil hubiera sido mostrar la injusticia de que no le hubieran permitido ser la ganadora y ella hubiera tenido que ir a escondidas para ayudar a Fox. Pero no es el caso, y eso me ha gustado. Aún así, supone una excusa que invita a reflexionar una vez más sobre el papel de la mujer en la sociedad históricamente.
Si tuviera que definir en una palabra la trama diría que es divertida. NCT cuenta una historia con mucha acción continua, saltando de uno a otro problema, con infinidad de escenas de acción y un catálogo muy vasto de personajes de todo tipo. El desenlace tiene una bonita moraleja que sabe dónde pinchar, a todos se nos queda una sonrisa en la cara después de leerla…
Pero a pesar de que la historia está bien escrita, no creo que sea su fuerte. Si hay algo que destaca en esta Wahcommo es su espectacular dibujo. Astiberri ha editado la obra en un formato europeo con un papel de alto gramaje poroso que le hace justicia a dicho dibujo. NCT tiene un estilo muy dinámico, con un perfilado de personajes con un trazo fino centrado en la expresividad de los personajes. Se nota una influencia del estilo oriental en el dibujo, con esas líneas dinámicas para reflejar la rapidez de la acción, algunas viñetas oblicuas y unos rostros con ojos grandes alargados. Su planificación de página me parece atractiva en cuanto a que juega con el aumento de viñetas en las escenas de diálogos, y para la acción se permite splash pages o viñetas de mayor tamaño para agilizar la lectura y aportar sensación de dinamismo.
Me gustan especialmente dos estilos diferenciados que utiliza a lo largo de la obra: Uno, para los flashbacks, donde utiliza un dibujo con un trazo a vuelapluma, en blanco y negro, que me parece precioso; y el otro es el de esas escenas tranquilas en las que Fox caza o camina en soledad, y que tienen un tempo magnífico y transmiten una sensación de paz que me ha recordado al de algunas de las obras de Koike y Kojima. De hecho, la relación de Fox con el lobo polar es otro de los puntos fuertes de la obra en mi opinión.
Y si el dibujo es meritorio, el color a rotulador con punta de pincel es fabuloso. Además, elige muy sabiamente aportando una intensidad a la acción con colores más intensos o paz y tranquilidad en escenas oníricas o sosegadas con colores muy cálidos y apagados.
Tan solo tengo una pega para el apartado gráfico. Supongo que es cosa mía, y que soy muy quisquilloso, pero el autor utiliza un recurso para las escenas más movidas de duplicar la línea de contorno intentando mostrar un dibujo difuminado, lo cual funciona… pero me tuvo un buen rato intentando adivinar si era algo premeditado o era un error de impresión por parte de Astiberri. Cuando te das cuenta de que son solo ciertas viñetas y que además suelen coincidir con escenas de mucho movimiento, supe que era un recurso gráfico, pero no me acaba de convencer. Gustos personales.
En definitiva, Wahcommo.
Una historia entretenida y atractiva, pero que no es lo que engrandece esta obra. Si hay algo que le aporta calidad es un dibujo espectacular, con un catálogo de recursos variado y a cual más interesante, una narrativa que juega a la perfección con el ritmo de la historia y un color que tiene personalidad y aporta a cada escenario, a cada personaje e incluso casi a cada clase o raza una tonalidad diferente. Fantasía heroica de calidad, en una obra que no dejará indiferente a nadie.
Lo mejor: El apartado gráfico, siendo difícil elegir una sola cosa positiva.
Lo peor: La sensación de historia ya vista o leída, aunque queda enterrada por el aspecto visual.
