Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

¡Vamos a morir todos!

No tengo ningún problema en reconocerlo: soy un puñetero masoquista.

No soy el único. Cualquier fan del terror con el que hables, a poco que rasques el barniz de corrección social con el que estamos todos cubiertos, te acabará reconociendo una constante que tenemos todos. Nos gusta sufrir.

Sí, muchos lo intentarán camuflar. “No, es que a mí me molan estas historias, pero ya he visto tantas que ya no me dan miedo.”. Y algo de cierto hay en eso, no lo vamos a negar. Cuando el número de películas de miedo que has visto llega a las tres cifras, la capacidad de asustarte viendo una ya no es lo que era. Pero aún queda algo. Ese respingo que pegas en ese susto que te llevas viendo venir desde hace un rato. La tensión cuando ves que tal personaje es más tonto que hecho de encargo y ves que va a morir en breve. El leve desagrado que provoca la enésima mutilación exageradísima. Y aún así, todo lo vemos con una sonrisa en la boca. Porque nos gusta sufrir, que demonios.

Pero por algún motivo, el terror es un género menor. Sí, hay películas que han recibido reconocimiento público en la forma de algún que otro Óscar™, como La Semilla del Diablo (el peor spoiler de la historia), El Exorcista, El Silencio de los Corderos o Misery, pero lo normal es que este tipo de películas se consideren entretenimiento barato para gente que tiene algún tipo de pedrada en la cabeza. ¿Y sabes qué? La tenemos.

Y también la tiene Pedro Delgado, el autor. ¿Cómo, si no, se comprende que alguien pueda querer escribir un libro de doscientas y pico páginas sobre el tema?

vamos a morir todos

¡Vamos a morir todos! es un recorrido detallado por el cine inquietante, de terror, ciencia ficción de la rara y serie B a punta pala. Ordenado por géneros, y cronológicamente dentro de cada uno de ellos. Es una lectura amena, llena de curiosidades y de historias detrás del rodaje de muchas de las películas mencionadas. No es (ni tampoco lo pretende) un análisis metódico sobre la evolución del género, sino que se acerca más a un vistazo sobrevolado a cada uno de los 26 grupos sobre los que posa su ojo. Así, tenemos capítulos dedicados a cine de sueños y pesadillas, vampiros, zombis, monos, yetis (que perfectamente podría haber sido fusionado con el de los monos), casas con inquilino poco recomendable, reptiles, Frankenstein y derivados, alienígenas, fantasmas… El recorrido es exhaustivo hasta la extenuación. No hay subgénero que no sea señalado.

Cada capítulo está estructurado del mismo modo. Empieza hablándonos de los orígenes, de las primeras películas rodadas sobre el tema tratado. Se centra con un poco más de profundidad en las películas más renombradas. Dedica unas líneas a películas bizarras, y menciona alguna de los últimos tiempos. Todo ello con un lenguaje coloquial, en momentos humorístico, que en ocasiones me ha descuadrado un poco. Frases como “Su cliente es el Conde Orlok, un tipo más feo que golpear a una madre” son, sin duda, correctas, pero a mí en algún momento me ha sacado de la lectura.

El autor

El español nacido en Tánger Pedro Delgado Cavilla tiene una larga relación con el mundo audiovisual. Participó en los departamentos de animación de Mofli el Último Koala y de Don Quijote de la Mancha y ha guionizado y dirigido varias películas, además de pertenecer a la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas. También tiene en su haber tres novelas y un libro ssobre Hanna Barbera, también en Diábolo.

En resumen…

Si lo que buscas es un tratado sesudo sobre la evolución histórica del terror, éste no es tu libro. Si, en cambio, quieres un listado brutal de películas a las que echar un ojo, aquí tienes material para dar y tomar. Y dudo muy seriamente que hayas visto ni siquiera una parte importante de ellas. De hecho, es muy posible que en más de una ocasión pienses cosas como “¿pero de verdad han rodado esto?”. Y sí, de verdad hay películas hindúes de mutantes. De verdad existe Dinocroc vs. Supergator. De verdad existe Cadáveres Atómicos (en versión original, Creature With The Atom Brain). Y de verdad existe Brácula: Condemor II. Que anda que no hay películas de vampiros como para sacar ésta, digo yo. Y, por lo pronto, me ha sacado unas enormes ganas de volver a ver El Gabinete del Doctor Caligari. A ver dónde la tengo… Mmm… mira, por aquí anda también el Nosferatu de Murnau…