Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Usagi Yojimbo Saga 2

Usagi Yojimbo Saga 2
Guion
Stan Sakai
Dibujo
Stan Sakai
Tinta
Sergio Aragonés (historia "Regreso a la llanura Adachi")
Color
Tom Luth (historia "El kaki verde")
Formato
Rústica con solapas. 672 páginas. Blanco y negro
Precio
35€
Editorial
Planeta Cómic . 2018
Edición original
Usagi Yojimbo Volume 3 #7-30 y UY: Green Persimmon! USA (Dark Horse)

En palabras de multipremiado novelista Max Allan Collins, quien también escribe uno de los prólogos en este tomo, Usagi Yojimbo es una de las mejores y más longevas series del cómic independiente en toda la historia. Además, aunque tiene decenas de historias que deberían estar en el Olimpo de cómic (de existir algo así), Usagi Yojimbo Saga 2 contiene la que probablemente sea la mejor de todas ellas, el arco titulado Segadora.

En conjunto este tomo contiene Estaciones, Segadora y Sombras grises, que vendría a equivaler a los tomos 4, 5 y 13 de la primera edición de Planeta. De este modo, Stan Sakai continúa con ese aparente deambular de nuestro Miyamoto Usagi por el Japón del siglo XVII. Por el camino se encuentra amigos y enemigos, aventuras terrenales y sobrenaturales, batallas y escaramuzas y todo tipo de pequeñas anécdotas… o quizá no.

Una de las grandes ventajas de esta edición cronológica, en grandes volúmenes y con la perspectiva que nos da el ser la segunda edición es que muchos pequeños relatos y muchos personajes que parecían intrascendentes ahora los vemos de otro modo. Podemos observarlos articularse, irse hilando en camino de algo mucho más grande. Lo extraordinario de Stan Sakai es que logra que cada pequeña pieza sea una historia con valor por sí misma, con su propia estructura autónoma, su propia trama y su propio drama. Cada relato es a la vez tan complejo como para tener magnitud independiente y tan sencillo como siempre Sakai nos hace creer que son sus cómics.

La sensación de leer Usagi Yojimbo Saga 2 podría compararse con ese sereno y errante deambular del conejo protagonista, pero al igual que con el ronin, nuestro camino no es ni mucho menos azaroso. Con una sonrisa y un gesto amable, Stan Sakai nos engaña para que hagamos exactamente lo que él quiere y que se nos pase por alto que cada pequeña narración es una bola de nieve cuesta abajo.

Sakai configura su serie con una maestría tal que consigue que se nos pase por alto. Lo que parece una historia pequeña sobre un mensajero que muere llevando una carta se convertirá en una conspiración de enormes proporciones, pero bien podría haberse quedado en el mensajero y seguiría siendo una historia ejemplar. El crecimiento del argumento resulta tan fluido que cuesta abstraerse y analizar cómo y cuándo ha sembrado cada semilla.

Sólo presentar y distribuir el reparto de secundarios de Usagi Yojimbo sería una labor titánica para la mayoría de los autores, pero Sakai consigue que de forma rápida y precisa todos tengan su propia identidad y su propio papel en la historia.

No deja de resultar curioso que la gran historia donde comienza a recolectarse lo sembrado se llame ‘Segadora’. Cada jugador, cada detalle había sido planeado, presentado y situado en su sitio. Ahora es la hora de recoger una enorme cosecha. Una inmensa, épica, emocionante y compleja (repito, aunque no lo parezca) historia que se llevaría uno de los premios Eisner más merecidos de la historia.

El adorablemente mezquino Gen, la noble Tomoe, el joven y justo Noriyuki, la intrigante Chizu, el hosco General Ikeda, el sacerdote Sanshobo, el siniestro Jei, nuestro Usagi (por supuesto) y muchísimos otros son desplegados en una historia cuyas raíces se adentran hasta el propio mito de la creación de Japón.

Pero casi parece que Segadora fuera la única historia en Usagi Yojimbo Saga 2 y puede que su grandeza no nos deje ver joyas como Regreso a la llanura Adachi, una lección de lo épica que puede ser una batalla en 8 páginas y protagonizada por conejos y otro animalicos o ese maravilloso whodunit con la presentación del inspector Ishida en Sombras grises.

Usagi Yojimbo Saga 2 está lleno de magia, de épica, de emoción y de lecciones morales sin tintes de acartonamiento ni poserismo. Los dibujos de Sakai desprenden una emoción mucho más auténtica que la que consigue la mayoría de su colegas de profesión con personajes humanos. Por automático y despreocupado que pueda parecer su estilo, la única manera de llegar al nivel de fluidez y dramatismo narrativo o de su dominio del tiempo es tener tan interiorizado un conocimiento maestro del medio que le sale casi en automático. Como un caligrafista del japón feudal, cada pincelada encierra toneladas de maestría condensada. Éste es sin duda el secreto para que cada lector lector que ve monigotes al leer las primeras páginas de un cómic de Usagi quede irremediablemente prendado pocas páginas después.

Tal como sucede en clásicos como Tintín o Spirou, la aparente simplicidad infantil encierra un universo de profundos matices. Pero más allá de ser capaz de conseguir complejos mosaicos o depuradas propuestas narrativas el mayor mérito de Sakai está no sólo en lograr una digestión ligera por parte del lector, sino en lograr ese grado de implicación del mismo donde todo el intrincado mosaico que encierra su obra nos dé absolutamente igual. Más allá de su función de envolvernos en su historia, Sakai descarga de mérito todo lo que encierra su complejo mundo. Usagi Yojimbo es tan bueno que es realmente complicado percibirlo desde un punto de vista analítico y racional, pero tus tripas te lo dirán en cuanto termines el tomo.