Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El universo DC de Mike Mignola

El universo DC de Mike Mignola
Guion
Brian Augustyn, Dan Raspler, Howard Chaykin, John Byrne, John Francis Moore, Mike Mignola, Neil Gaiman, Paul Kupperberg, Roger Stern, Steve Purcell, Troy Nixey
Dibujo
Mike Mignola
Formato
Cartoné. 496 páginas. Color
Precio
41,50€
Editorial
ECC Ediciones. 2018

Cuando te pasas más de veinte años construyendo un personaje, lo más fácil es que la mayoría de lectores te asocien de forma prácticamente inmediata a la que presumiblemente es tu gran creación. Desde 1993, y hasta hace bien poquito, Mike Mignola ha dedicado la mayor parte de su carrera artística a mimar el personaje de Hellboy y todo el universo que ha construido alrededor de esta figura demoníaca; retoño al que ha pulido los cuernos y perfilado las patillas con esmero 24/7… sin descanso.

Sí, Hellboy es Mike Mignola, pero Mike Mignola no es sólo Hellboy. Antes de que fuese a Dark Horse para presentarles al «demonio de alma buena», el maestro se tiró una década entera haciendo trabajos para las dos grandes. Allá por el 1983, cuando llevaba bien poquito ganándose el pan con la tinta y los pinceles, el californiano comenzó a trabajar para Marvel en títulos como El increíble Hulk, Daredevil o Alpha Flight. Cuatro años más tarde, sería el turno de DC Comics, donde pasó otros seis años dando vida a personajes como Batman, el Fantasma Errante o Superman.

El universo DC de Mike Mignola Gaslight

A finales de mayo, ECC Ediciones publicó un consistente cartoné con la mayor parte de la obra que Mike Mignola produjo para DC durante su estancia en la compañía, incluyendo un porrón de portadas para títulos variados. El universo DC de Mike Mignola recoge todo el material por orden cronológico sin romper arcos —incluso las portadas aparecen respetando esta ordenación—, con lo que se puede apreciar mejor la evolución de un autor, que a finales de los 80 y principios de los 90 todavía estaba puliendo el estilo que alcanzaría su máximo esplendor en las viñetas de Hellboy.

Cuando he terminado de leer el tebeo lo primero que se me ha venido a la cabeza es que es curioso lo homogéneo que me ha resultado el compendio. Es verdad que todas las historias tienen un nexo en común: Mignola; pero lo cierto es que la mayoría de los relatos no están guionizados por él, y además el espectro de personajes es muy amplio. Evidentemente, un personaje como el Fantasma Errante, perteneciente al ala mágica de DC, o un guion de Gaiman para Swamp Thing (Swamp Thing Annual #5) parten con ventaja, pero los gustos de Mignola también son apreciables en historias de Batman (Batman: Gotham a luz de gas) y Superman (Superman #23: La maldición de la banshee). Dos personajes que se bastan para abrir al máximo el abanico en cuanto a caracteres, luminosidad y escenarios. Indica que su contribución siempre ha pesado mucho.

El universo DC de Mike Mignola Swamp Thing

Es bien sabido el gusto del californiano por el ocultismo, lo sobrenatural, el folclore y los escenarios góticos, y en prácticamente todas las historias hay retazos de ello. Seguramente el mejor ejemplo del tomo sea Batman: Legends of the Dark Knight #54, titulado Santuario, el relato más oscuro y tétrico de todos cuantos se recogen en El universo DC de Mike Mignola, y el punto exacto en el que su arte es más reconocible. Es en Santuario cuando se acentúan las figuras esbeltas de espaldas estrechas y hombros caídos. Esas cabezas en alto con pequeños ojos relucientes y sombras que solo dejan espacio para que apreciemos los cuerpos de cintura para arriba.

El universo DC de Mike Mignola Sanctum

En Sanctum es reconocible a leguas

Pienso que tanto al arco del Errante como a Ironwolf, se les nota el peso de los años, pero otros son auténticas joyas del noveno arte. Números sueltos que están muy bien, como el delicioso anual de Swampy que escribió Gaiman, Batman: Gotham a luz de gas (Batman en la época victoriana no puede tener mejor colega que Mike Mignola), la historia que dio el pistoletazo de salida a toda la línea Elseworlds de DC, y sobre todo, Superman: The World of Krypton (1987), miniserie de cuatro números con la que Mignola puso su granito de arena a la completa redefinición que hizo John Byrne de la figura de Superman. Un delicioso paseo por el árbol genealógico de Kal-El comenzando alrededor de un milenio antes de su nacimiento. Sci-fi altamente imaginativa que por momentos, y salvando las distancias, me ha recordado a La casta de los metabarones —algo menos loco— con esa rápida sucesión de eras y ancestros de Superman en situaciones conflictivas de diferente índole que poco a poco van deshumanizando al pueblo de Krypton hasta la bien sabida destrucción del planeta. Muy buena historia y dibujazo del maestro de ceremonias del recopilatorio. Puede que lo más colorido del Universo DC de Mike Mignola.

El universo DC de Mike Mignola Krypton

A la edición se le pueden poner pocos peros. La versión en castellano de ECC tiene una tipografía en portada más elegante y es más completa que la inglesa, que no incluye ni el Ironwolf: Las llamas de la revolución ni Batman: Gotham a luz de gas; siendo este último, seguramente, el tebeo deceíta de Mignola más famoso. Lo que no encontraremos en El universo DC de Mike Mignola es Odisea Cósmica (sí las portadas originales de los cuatro números que lo componen), el trabajo de Mignola junto a Jim Starlin —y su correspondiente «cósmico» título—; tampoco lo incluye la versión inglesa. Estaríamos hablando de otros cuatro números y unas 200 páginas más, que posiblemente harían ingobernable el tomo, así que lo veo razonable. Además, hacerse con Odisea Cósmica es sencillo ya que la misma ECC Ediciones lo recogió en un volumen hace relativamente poco… allá por el 2015. Con este tomo y Odisea Cósmica, prácticamente tenemos toda la etapa en DC de este gigante.

En definitiva, creo que estamos ante un tomo que recoge material que merece mucho la pena junto con otro que no ha soportado demasiado bien el paso del tiempo. Una visita guiada por el museo DC de Mignola, en el que queda de manifiesto que todos, hasta los más grandes, necesitan un proceso evolutivo hasta encontrar ese algo que les hace especiales. Por eso, cuando empiezas esta lectura cuesta apreciar la huella de la «bestia», aunque muchas de las historias las disfrutes como un enano, pero llega un punto en el que se hace más nítida… más nítida… y de repente ahí está el Mignola que todos tenemos en la cabeza. Como Abraham Van Helsing persiguiendo al vampiro, sólo que en esta ocasión el vampiro se despoja de su disfraz negro con capa y repleto de gadgets, para que de la nada aparezca un desproporcionado puño rojo de piedra.

El universo DC de Mike Mignola Van Helsing