Es la hora de las tortas!!!

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Tomando un Chiriflus: The Superior Foes of Spiderman

Hola niños y niñas. Está claro que el trabajo de Matt Fraction y David Aja en la cabecera Ojo de Halcón ha creado un poso enorme en Marvel, llevando a repetir el éxito con otros personajes. Ahí tenemos la divertida All New Hulka/She-Hulk de Charles Soule y el no menos asombroso Javier Pulido, o la nueva Elektra de W. Haden Blackman y Mike del Mundo. El tebeo indie ha acampado a sus anchas en Marvel.

En plena vorágine arácnida por el estreno cinematográfico de la continuación de Amazing Spiderman, me gustaría destacar otra de estas series de corte menos superheroico, más mundano al estilo de las historias de Fraction, pero que no está teniendo la publicidad o el boca a boca adecuado. Estoy hablando de The Superior Foes of Spiderman, la Sitcom/Comedia de Situación de los nuevos Seis Siniestros de nuestro vecino arácnido.

Foes 0

Boomerang nunca ha sido un villano de primera división. Ni siquiera un buen villano a secas. Es un perdedor ridiculizado por compañeros y héroes. Su paso por el programa Thunderbolts de Luke Cage, demostró que puede ser una buena persona, e incluso un villano rehabilitado para hacer el bien. Por eso, no hay nada mejor que con el ego por las nubes reunir de nuevo a Los Seis Siniestros (aunque sean cinco miembros) para dirigir los bajos fondos. Un deseo normal y corriente.

Foes 3

Nick Spencer (Vengadores Secretos, Morning Glories), deja a un lado las misiones de espías y conflictos superheroicos, para introducirnos en la primera telecomedia de la nueva Marvel, protagonizada por Boomerang, Demonio Veloz, la nueva Escarabajo, Shocker, y Overdrive, todos ellos derrotados en la primera aparición pública de Spiderman Superior, que además les dejó sin su sexto compañero, el robot Cerebro Viviente, al cual convirtió en su mayordomo personal.

Foes 5

Ante tal situación, Fred Myers, la persona detrás de la máscara de Boomerang, a pesar de reunir un nuevo grupo de villanos e ir planeando grandes atracos, debe replantearse su vida al terminar de nuevo en prisión tras una buena azotaina de Spiderman Superior. Por ello piensa que necesita ser absuelto de cualquier cargo, buscarse una novia, un trabajo digno, un piso mejor que no huela a moho, además de torear y mentir a sus compañeros para que le rescaten de la cárcel para llevar a cabo un trabajo especial, que resulta ser falso, hasta que el Camaleón decide que Boomerang debe robarle un objeto para cubrir la deuda contraída con él por un puñado de diamantes falsos. Probad decir todo esto sin pausa y a toda velocidad.

Foes 6

Con estos ingredientes, Nick Spencer realiza un alocado juego de situaciones absurdas con Boomerang cómo eje de todo, a cada cual más disparatada e inverosímil, para salir del atolladero donde se ha metido, en compañía de sus forzados acólitos, que tampoco es que sean los más espabilados del mundo. La vida de estos villanos nunca ha sido tan patética, pero a la vez tan divertida.

Foes 1

El retrato llevado acabo por Spencer de todos y cada uno de los protagonistas, con pocos detalles, muy cuidados para mostrar la personalidad de todos ellos, logra que a pesar de sus miserias y sus bajezas a la hora de relacionarse con la sociedad global que los rodea, terminen por caer bien y entendamos sus motivaciones para hacer lo que hacen, aunque sea una completa idiotez o cobardía para salvar el pellejo.

Foes 4

A pesar de los juegos de palabras y los enrevesados diálogos, las bromas gráficas y el lenguaje visual llevado a cabo por Steve Lieber (Whiteout, Hawkman) dota a la serie de una personalidad ya difícil de entender sin él. Aunque no es David Aja a la hora de plantear la composición de la página y la narrativa, su estilo tan sucio (que recuerda a Sean Philips) y de trazo sencillo encaja a la percepción con los guiones de Spencer, con el entorno urbano de esa Nueva York de los bajos fondos, donde habitad y subsisten nuestros incomprendidos protagonistas.

Foes 2

Con pequeños elementos gráficos, muchos sacados de los Loonely Tunes o del humor gráfico más clásico y directo, el trabajo de Steve Lieber contribuye a ese movimiento indie del que hablaba al principio. Y esperemos que dure, y no sea un experimento más.