Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Titanes 2: En la sangría

Titanes 2: En la sangría
Guion
Dan Abnett.
Dibujo
Minkyu Jung, Clayton Henry, Brent Peeples, Bruno Redondo, Christian Duce.
Tinta
John Dell, Scott Hanna, Dexter Vines.
Color
Adriano Lucas, Hi-Fi, Marcelo Maiolo.
Formato
Rústica, 184 págs, color.
Precio
18,95€.
Editorial
ECC Ediciones.. 2019.
Edición original
Titans #29-36 (DC Comics).

Segundo y último tomo de la serie Titanes desde que ECC aprovechara el reseteo de la serie cuando Dan Abnett utilizó Metal para darle un lavado de cara al grupo y cambiar su alineación. Y resulta que, inesperadamente, la serie se ha convertido en una de las series principales para entender qué está pasando en el Universo DC. Bueno, más que eso yo diría que al revés, es una serie que para entenderla, tienes que estar muy al día con lo que ha pasado en el Universo DC. Y es que en los números contenidos en este Titanes 2: En la sangría se hace referencia a más de cinco eventos/series. A saber: Noches Oscuras: Metal, Liga de la Justicia: Sin justicia, Jóvenes Titanes: Primera Temporada, Liga de la Justicia: Tierra sumergida, Héroes en crisisGreen Lantern: Apagón, y como es más lógico, el tomo anterior La chispa. Como además, para ver que este es un segundo tomo hay que mirar muy bien el tomo, ya que ni en el lomo ni en la portada (tan solo en la caja con el código de barras y muy pequeño) aparecen claramente, es importante saber bien qué esperar de este tomo y de esta serie.


Beast Boy está sufriendo los efectos de la ruptura del muro de la fuente, y más aún cuando acabe perdido en el espacio junto a sus compañeros de equipo en un planeta salvaje que no parece hacerle nada bien a su nueva forma más monstruosa. Sobre esa premisa se mueve el primer arco argumental incluido en el tomo. En el segundo, tendremos una nueva Madre Sangre que sustituya a Hermano Sangre después de lo sucedido en la serie de Jóvenes Titanes y su enfrentamiento con ella será todo un desafío para un grupo que intenta recomponerse a la pérdida del Yo-alma de Raven y a la pérdida de su líder Nightwing.

Si se está al día en lo que ha sucedido en las principales series del Universo DC esta serie puede ser una gran satisfacción para el lector. Es innegable que Dan Abnett es uno de los guionistas más en forma que tiene ahora mismo DC Comics en sus filas y lo que hace aquí es todo un ejercicio de integración. Pero a la vez que es uno de sus principales puntos fuertes, también es uno de sus principales barreras para enganchar a lectores a la serie. Y es que esta serie es probablemente el adalid del gran problema que tiene DC en estos últimos meses por no decir en los dos últimos años: Se ha empeñado en hacer crossovers imposibles (Hundid Atlantis, Tierra sumergida, Liga de la Justicia/Escuadrón Suicida…) con la dificultad que lleva para la propia ECC a la hora de realizar sus ediciones. Y es que el lector de Aquaman que quiera saber qué es eso de Tierra sumergida ha tenido que irse a la serie en grapa de la Liga de la Justicia para leerla, pero es que dentro de ese mismo evento se va a encontrar un número de Titanes. En definitiva, en lugar de facilitar yo diría que dificulta mucho al lector ocasional a poder engancharse a alguna serie concreta. Podría poner el mismo ejemplo con Deathstroke y sus saltos a otras series para sus cruces, y con el Escuadrón Suicida pasa tres cuartos de lo mismo.


Pero si omitimos ese detalle y estamos más o menos al tanto de lo que va pasando, la verdad es que esta serie se puede disfrutar mucho, porque es de las pocas que está realmente integrada y da la impresión de formar parte de un universo compartido, en la que las consecuencias de lo que pasa en otras series tiene una repercusión real en esta. Y si no, pues vas a ver a gente aparecer y desaparecer, y a personajes con importantes problemas que sabes que vienen de otro sitio que se explica en una pequeña nota al pie.

Y sin duda una de las cosas que más he disfrutado de este tomo es el dibujo de Bruno Redondo como dibujante principal del segundo arco argumental incluído. Redondo sigue evolucionando y haciendo un trabajo maduro, con un estilo que alterna entre la espectacularidad del mejor Bryan Hitch y la sobriedad y detalles de personajes del Daniel Acuña de los últimos tiempos (sobre todo cuando el dibujo de Redondo está coloreado por Marcelo Maiolo). Del resto de dibujantes, Clayton Henry cumple, Brent Peeples no me gusta nada, con algunas páginas que las veo pobremente acabadas, y Minkyu Jung sí me ha parecido  mucho más cuidado y vistoso.


En resumen, un tomo donde finaliza este volumen de Titanes. Han sido 36 números en total, con sus altos y sus bajos, pero que en su último tramo (básicamente desde Noches Oscuras: Metal) ha pasado a ser una serie muy influida por lo sucedido en el resto del Universo DC. Cambios de alineación, altas y bajas han pesado demasiado sobre la serie y creo que al menos queda cerrada en un buen punto. Lo que no tiene sentido es que DC no tenga nuevos planes para un grupo con estos personajes, y más después de la buena acogida que ha tenido la serie de TV que ya ha confirmado la renovación por una tercera temporada para otoño de 2020.

Lo mejor: Si estás más o menos al día de lo que sucede en el Universo DC puedes disfrutar mucho con esta serie.

Lo peor: Si no lo estás, puedes agobiarte con tanto cuadro con referencia al sitio donde se explica cada cosa que pasa.