Ah, el viento marino en la cara, queridos lectores. ¡Qué sensación! El cántico chillón de las gaviotas. Las nubes rodeándonos. Los amigos esperándote en tierra…
Ah, la vida está llena de cosas buenas. Aplastar a Porco Rosso, ver su hidroavión destrozado, oir los lamentos de sus mujeres…
Por cierto, Porco no vuela en un hidroavión ( o hidroavión de flotadores ), sino en un hidrocanoa. Que no son lo mismo, aunque el término hidroavión se aplique a todos los tipos.
Concretamente vuela en un Savoia S-21 modificado. Bueno, eso dicen, porque tal avión ( usando avión como término genérico para cosas con alas que vuelan 🙂 ) no existe. Al parecer, los autores de la película se basaron en el Macchi M.33, que si existió.