Tenemos nuevo tomo de la serie regular de Supergirl, en el que se incluyen los últimos números de la era Renacimiento y los primeros de DC Universe, mirando hacia el pasado de la editorial y hacia el futuro del Universo DC. Vamos con ello.

La chica sin mañana

En el primer arco argumental de este tomo, nos visita la Emperatriz Esmeralda, recién salida de Liga de la Justicia vs. Escuadrón Suicida, y una versión del tiempo presente de sus Cinco Fatales. La Emperatriz es un personaje de la Silver Age, aparecida por primera vez en Adventure Comics #352 de 1967, como adversaria de la Legión de Superhéroes. Aunque ha sido vista en varias ocasiones en series y películas de animación de la casa (Justice League Unlimited, Justice League: The New Frontier), los lectores reconocerán más al objeto que la acompaña, el Ojo Esmeralda de Ekron, que a la propia Emperatriz. El Ojo fue visto en la serie L.E.G.I.O.N. de Keith Giffen y Alan Grant, controlando a Garryn Bek, y también fue parte principal de una de las líneas argumentales de la serie 52. Los Cinco Fatales que acompañan a la Emperatriz en este tomo no son los originales, sino Indigo (el segundo personaje de tres de la editorial que han llevado este nombre, a.k.a. Brainiac 8), Selena, Solomon Grundy y Magog.

La historia en cuestión gira alrededor de que Supergirl ha perdido el control de sus poderes y la Emperatriz viaja hasta el presente para pararle los pies, siendo básicamente una excusa para un recital de mamporros que, dicho sea de paso, quedan bastante bien. Pero no vemos en ningún momento cómo se forma esta versión de los Cinco Fatales ni conocemos las motivaciones de ninguno de los implicados. Es más, ¿puede Solomon Grundy tener motivaciones? Nos queda así una historia orientada a la acción que funciona razonablemente bien, haciendo torcer el gesto sólo en el team up de Supergirl con el Superman chino. Siempre he visto el entorno kryptoniano del Universo DC como una utopía alienígena de inspiración ci-fi, y meter misticismo oriental de tienda de regalos no termina de encajar con el trasfondo del personaje.

Aún así, no es una historia sin consecuencias. La imagen pública de Supergirl se ve alterada después de lo ocurrido en esta historia, y la situación de sus padres adoptivos, Eliza y Jeremiah, también cambia.

A plena vista

En La chica sin mañana se ha hecho pública la relación entre Supergirl y el Superman Cyborg. Bueno, uno de los Superman Cyborg, que actualmente hay dos. Los lectores de la serie ya sabéis de qué hablo. Así que la DEO, con el Director Huesos de nuevo al frente, se empeña en descubrir la identidad secreta de la kryptoniana. Y su vida civil, como empleada de CatCo, tiene que luchar por tirar por tierra la reputación de la superheroica. Un poco al estilo de Spiderman, cuando Peter Parker trabajaba para Jameson, vamos.

Detalle curioso: en esta historia se hace referencia a la Guerra de Imperiex, y se cita explícitamente en una nota a pie de página Superman nº 173, un número que perteneció al evento Nuestros mundos en guerra. Eso implica que al menos algunas de las historias pre-Flashpoint están en continuidad, con lo que, tras Renacimiento (y quizás Superman Renacido) ha habido una fusión de continuidades.

Jody Houser

A partir del número 15, coincidiendo con el principio de A plena vista, Steve Orlando ha contado con la colaboración de Jody Houser en los guiones de la serie de la Chica de Acero, suponemos que por la sobresaturación de trabajo de este autor, que escribía hasta cinco títulos mensuales por esta época. La nueva coguionista es conocida principalmente por otra serie protagonizada por una superheroína, Faith, por la que fue nominada a un Eisner. También es la escritora de Madre Pánico, del sello Young Animal de DC, y de El Asombroso Spiderman: Renueva tus votos para Marvel.

Mirando hacia el futuro

Aunque este tomo incluye sólo hasta el número 18, la serie fue cancelada en el número 20. Afortunadamente, con la llegada de Brian Michael Bendis a la franquicia Kryptoniana, Supergirl ha sido descancelada, apareciendo el número 21 cuatro meses después del cierre con un nuevo equipo creativo a los mandos, Marc Andreyko al guión y Kevin Maguire al dibujo. El personaje, además, ha recibido un nuevo rediseño a cargo de Jorge Jiménez, responsable de la genial imagen de Jon Kent, el nuevo Superboy. A falta de ver cómo funcionará en el cómic, avanzamos que esta nueva versión del traje de Supergirl no dejará frío a nadie.

En resumen…

Encaminándonos a la recta final de la etapa de Steve Orlando, podemos decir que ha abandonado el estilo kawaii de sus primeros números y su obsesión por mimetizar la serie de televisión de The CW para ser un cómic bastante más similar a lo que el lector de superhéroes está acostumbrado. Quizás haya perdido parte de la frescura del primer tomo, pero sigue siendo una lectura que los fans de Kara disfrutarán.