Es la hora de las tortas!!!

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Supergirl: Los Nuevos 52 vs. Renacimiento

Al igual que ocurrió con el lanzamiento del Nuevo Universo DC (a.k.a. Los Nuevos 52), Renacimiento ha supuesto un punto y aparte en muchos personajes. En algunos no se ha notado diferencia alguna (como en Batman), en otros ha supuesto volver a  una versión anterior del personaje descartando una evolución fallida (como en Superman) y en algún otro caso, como el que hoy nos ocupa, ha supuesto explorar una nueva vía.

Vamos a comparar los primeros volúmenes de ambas etapas…

supergirl n52 vs renacimiento

Casi cinco años separan estas dos portadas.

 

Nuevo Universo

Supergirl fue uno de los personajes que formaron parte de la primera oleada de títulos de los Nuevos 52 en 2011. La serie era heredera del volumen anterior, que empezó en 2005 tras la reintroducción de Kara Zor-El en la continuidad post-Crisis, en la serie Batman/Superman y de la mano de Jeph Loeb y Michael Turner. Esta nueva versión del personaje partía de una reescritura totalmente lógica: Kara Zor-El llega a la Tierra sin recuerdos de la explosión de Krypton ni de su salida de Argo City, y su primer contacto con nuestro planeta está marcado por una profunda confusión. La actitud de Kara, aunque pueda parecer un tanto violenta de primeras, tiene sentido. Es una persona que ha sido educada en una cultura y unos valores totalmente diferentes a los nuestros (teniendo en cuenta que “los nuestros”, los de los terrícolas, tienen también unas grandes variaciones según parámetros culturales y geográficos) y se siente totalmente perdida.

Aunque la alienigenización del personaje (si se me permite el palabro) sea un giro interesante, tiene un par de problemas. Por un lado, los Nuevos 52 tuvieron un cierto deje noventero que no terminaba de encajar. La amenaza con la que Supergirl se enfrenta en este primer tomo, aún teniendo origen kryptoniano, tiene un sabor a lo Wildstorm que queda un tanto raro. Además, el traje del personaje es rediseñado prescindiendo de su aspecto icónico convirtiéndose en una especie de bañador de combate, resistente a las balas pero dejándole las piernas descubiertas hasta casi la cintura.

La serie aguantó el tipo mejor que muchas otras de sus compañeras, que fueron canceladas antes de cumplir el año de duración, pero no tuvo el favor del público necesario para aguantar hasta el número 52, con el que cerraron la puerta las series que llegaron hasta el final de esta etapa editorial, siendo cancelada en el número 40, de los cuales sólo los 33 primeros vieron la luz en España vía ECC.

Renacimiento

Afortunadamente, a estas alturas la editorial había tomado nota de sus errores. Uno de ellos fue lanzar en septiembre de 2011 nada menos que 52 series. El Universo DC de Renacimiento tuvo un florecimiento más pausado, apareciendo dos o tres series nuevas al mes por cada familia de títulos. Así, la familia de títulos que tienen a Superman como centro arrancó en junio de 2016, con el especial Superman: Rebirth, llegando el de Supergirl en agosto de ese mismo año, y siendo su serie regular mensual en lugar de quincenal como las primeras espadas de la editorial.

A la hora de plantear la nueva serie, hay tres versiones del personaje encima de la mesa. Una, la clásica. La que nunca terminó de despegar. Otra, la de los Nuevos 52, fallida y cancelada en poco más de tres años. Y otra, la de la reciente serie de televisión, una serie que a priori no despertaba demasiadas expectativas pero que ha terminado siendo la segunda serie con más audiencia del canal CW y ha sido renovada para una tercera temporada. El primer número de Supergirl de los Nuevos 52 vendió unas 55000 copias. La serie de CW tiene unas audiencias semanales de en torno a dos millones de espectadores. Parece que la dirección a tomar estaba razonablemente clara.

Y eso ha sido exactamente el renacimiento del personaje. Aún manteniendo la continuidad anterior (recordemos que Renacimiento no es un reseteo, sino un golpe de timón),  el personaje ha cambiado hasta ser un calco de la serie de televisión. Se ha abandonado el bañador de combate para recuperar el traje con falda icónico, ahora Kara vive con unos padres adoptivos terrestres llamados Eliza y Jeremiah, que trabajan en la DEO… y hasta Kara ha encontrado un trabajo en su identidad civil en CatCo, el grupo de comunicación que se ha montado Cat Grant, que ha dejado atrás su aspecto voluptuoso y neumático, acercándose a la imagen de Calista Flockhart.

Cat Grant: antes y después.

El dibujo ha experimentado un cambio de estilo brutal. Dejamos atrás al austriaco-paquistaní nacido en Turquía Mahmud Asrar, al que vimos tiempo después en los All-New All-Different All-Together-Now Avengers de Mark Waid, y damos la bienvenida a Brian Ching, que introduce en la serie un estilo más actual, más amable, incluso con un cierto toque girly, siguiendo la senda marcada de la nunca suficientemente alabada Batgirl de Burnside.

En el plano argumental, se incorporan, como se ha comentado, muchos de los elementos que han funcionado en la serie de televisión, pretendiendo integrarlos en la biografía del personaje que fue presentado en el Nuevo Universo DC. Quizás quede un tanto forzado, porque se dice que toda la andadura de los Nuevos 52 ha sucedido en unos pocos meses y Kara ha sido adoptada por los Danvers posteriormente, siendo rejuvenecida hasta convertirse en una estudiante de instituto. Y tras sólo unos pocos meses, y habiendo estado inconsciente durante todo su viaje desde Argo City hasta la Tierra, queda muy forzado que haya creado unos vínculos tan estrechos con su familia adoptiva cuando en su tiempo subjetivo hace menos de un año que ha perdido a sus padres.

En resumen…

Este nuevo rumbo del personaje poco tiene que ver con su la encarnación anterior. Pero también estamos hablando de un personaje que ha sido la prima kitsch de Superman que tenía aventuras de chicas con su supercaballo y su supermono, un ente protoplásmico de una dimensión de bolsillo, un ángel y hasta un Red Lantern. No habiendo existido ninguna versión definitiva del personaje en su dilatada trayectoria, explorar una nueva dirección del mismo que pueda contar con un mayor apoyo popular no es en absoluto una idea descabellada.

Más aún, si pasamos de un tebeo que se deja leer pero no mata a uno que es una lectura muy entretenida con un puntillo happy, cuentan con mi completa aprobación. Sólo espero que un relanzamiento tras otro no provoque cansancio en el lector medio y esta nueva etapa consiga una base de lectores fiel suficiente como para mantenerse en el mercado. A mí, por lo pronto, me tienen ganado.