Si hay una serie que ha resultado rentable a Netflix es sin duda alguna Stranger Things. La serie que bebe de la nostalgia ochentera, pero que sabe recurrir a fórmulas para captar a espectadores jóvenes igualmente, ha conseguido enganchar a una gama muy amplia de público y se ha convertido en la serie más vista de la cadena de streaming americana a nivel mundial. Y como buen producto de masas, y encima con ese toque friki que tiene… tenía que ser aprovechado por otros medios, bien sea en forma de videojuegos… como de cómics. Los más rápidos en aprovechar el filón fueron Dark Horse que ya han publicado tres miniseries de cuatro números (El otro lado, Seis y Into the fire) y acaban de anunciar la cuarta de ellas ambientada en el mundo de Dungeon&Dragons. También han publicado el especial Chicos Zombies que acaba de sacar a la venta Norma Editorial. Salvo dicho especial (que corre a cargo de Greg Pak), la guionista de todas las minseries está siendo Jody Houser, y se encarga de ampliar algunos pasajes de lo que no se cuenta en la serie de TV. Stranger Things: Seis reúne los cuatro números de la segunda de las miniseries publicadas por Dark Horse.

En esta ocasión, Houser profundiza en algunos de esos experimentos que precedieron a la conocida Once, concretamente con Seis. Francine es una chica con la habilidad de predecir el futuro. Será «captada» por el Dr. Brenner para su proyecto MK Ultra, que a finales de los setenta intentaron controlar a algunos de esos jóvenes con habilidades especiales. Poco hemos sabido en la serie de esos experimentos previos, y aquí vamos a verlos desde el punto de vista de otra de las niñas.

La historia no está mal, no es especialmente relevante para lo que conocemos de la serie, ni plantea nada sorprendente, pero profundiza bien en el dolor de esa chica que se ve sola, puesto que vive con un padre alcohólico que quiere aprovecharse de sus habilidades y pasa a manos del Dr. Brenner (interpretado en la serie por Mathew Modine) que no tiene mucho más reparo por ella que su padre. Houser busca indirectamente que empaticemos aún más con Once y que la veamos como una de esas niñas que sufrieron los experimentos. Incluso vamos a ver un pequeño cameo de la popular protagonista de la serie.

Si el trabajo de Houser es cuando menos cumplidor, temo no poder decir lo mismo del de Edgar Salazar al dibujo es bastante más decepionante. Un dibujo que parece de dibujante que comienza, a pesar de llevar ya una carrera relativamente larga en series digitales (League of Legends, Smallville, He-Man: The Eternty War). Además, cuenta con el handicap de que tiende a ser comparado con el de las portadas de Kyle Lambert o Aleksi Briclot, con un estilo hiperrealista y que distan en exceso del contenido de la obra.

Stranger Things: Seis es un producto pensado desde su inicio para aprovechar el tirón de popularidad de la serie original. De hecho, no quiero pensar lo que han debido costarle los derechos a Norma para que hayan tenido que poner un tomo cartoné de 96 páginas a un precio de 17,50€ (a más de 4€ el número americano). Obra pensada para colocar en grandes superficies comerciales y llamar la atención de jóvenes ajenos al mundo del cómic. Nada recomendable para los muy fans de la serie que esperen un aprovechamiento del medio para completar algunos de los muchos vacíos que hay en la trama (con intención de generar misterio), ni para los que quieran ver una continuación de las interesantes líneas argumentales en  formato cómic.

Lo mejor: No llega a aburrir y plantea una historia paralela a la de Once.

Lo peor: Es un producto pensado para aprovechar el filón televisivo, y su precio está muy por encima de su calidad.