Hace diez años aparecía publicada por primera vez Sordo, de David Muñoz y Rayco Pulido. Ahora Astiberri saca una nueva edición, con alguna página extra que los autores han considerado necesaria para aclarar alguna escena, y con nuevo rotulado, cubierta y guardas del libro. Me gustan mucho esas guardas con una ilustración de la anatomía del oído. Sordo es una obra que cuenta una historia de supervivencia, y que a su vez muestra la impotencia que puede sentir una persona al perder el oído. Expresar algo así en un medio tan silencioso como el cómic es difícil, pero los autores lo consiguen y sacan todo el partido posible a las viñetas.

Sordo nos cuenta la historia de unos republicanos durante la Guerra Civil Española que intentan detonar un puente. La bomba explota antes de tiempo haciendo saltar por los aires a buena parte del grupo y provocando que nuestro protagonista, Anselmo, pierda el sentido del oído. Comienza aquí la lucha por la supervivencia de un hombre herido, en medio del campo y perteneciendo al bando que en ese momento va perdiendo la guerra. Anselmo intentará huir de España, pero antes quiere pasar a dar a la esposa de su compañero la noticia de su muerte.

La obra está ambientada en la Guerra Civil, pero realmente lo que intenta mostrar es una historia de supervivencia. El maqui herido tendrá que sobrevivir a unas condiciones ambientales arduas, en medio del campo, viéndose obligado a buscar alimento por sus propios medios. Los autores ilustran muy bien esa parte de la historia, dando a entender la torpeza a la hora de capturar otros seres vivos y la necesidad de recurrir a otras fuentes de alimentación menos móviles.

El guión es prácticamente mudo, por el tiempo que pasa en soledad el personaje e intentando contribuir a esa sensación de silencio durante todo el cómic. Es lo que comentaba sobre la dificultad de expresar la sordera del personaje en una obra en papel: Con algo tan sencillo como eliminar las onomatopeyas y dibujar unas viñetas de acción sin una sola letra, para alguien acostumbrado a todo este «ruído» en las páginas de un libro, resulta algo claramente silencioso.

Muñoz y Pulido transmiten muy bien los estragos del hambre, la soledad y la pérdida de un sentido como el oído con una serie de escenas oníricas en las que Anselmo comienza a perder de algún modo la cordura. El desenlace de la obra llega en un momento de absoluta paranoia, con un personaje que se ha acostumbrado a esa continua sensación de que en cualquier momento puede aparecer algo que ponga su vida en peligro y de que no puede confiar en nada ni nadie.

El dibujo de Pulido, como el propio autor reconoce en uno de los extras de la obra, tiene poco que ver con su estilo actual, mucho más limpio y pulido (valga la redundancia). A pesar de ello, Sordo tiene un estilo que me ha recordado por momentos al mejor Paco Roca, con una expresividad total en los rostros de los personajes y una narrativa limpia y sencilla que consigue mostrar sin ningún obstáculo las sensaciones que está viviendo el personaje. Especialmente angustiosas resultan las escenas de los sueños, por su tendencia a acabar en pesadilla, y por evocar tiempos pasados que nada tienen que ver con los momentos que atraviesa el protagonista en ese instante. Así mismo, la escena de la chica manteniendo relaciones con el guardia civil es de una expresividad y angustia magistrales. Está dibujado en blanco y negro, lo cual ayuda mucho al tono angustioso de la historia, y tiene una composición de página siempre cambiante que da agilidad a la lectura.

Esta edición añade además una serie de extras, desde fragmentos del guión, bocetos, diseños de personajes y una pequeña entrevista con ambos autores. David Muñoz es conocido especialmente por su faceta de guionista cinematográfico (El espinazo del diablo) y Rayco Pulido ganó el Premio Nacional de Cómic en 2017 por Lamia.

En definitiva, Sordo.

Sordo es una obra que muestra la angustia humana cuando el instinto de supervivencia toma el control de la nave. Una angustia que se ve acentuada por verse el protagonista lastrado por la pérdida del oído en un accidente, y viéndose obligado a adaptarse a esa nueva condición que no hace sino dificultar aún más dicha supervivencia. David Muñoz y Rayco Pulido transmiten perfectamente esa angustia, y lo que resulta más difícil: consiguen expresar la sordera del personaje con un narrativa inteligente y ágil, que se apoya en recursos tan sencillos como la ausencia de onomatopeyas. La sordera hará mella en el constante esfuerzo por sobrevivir, llegando a rayar la cordura del personaje. Un proceso que, a pesar de la brevedad de la obra, se muestra con un tempo perfecto que hace que el lector pueda comprender y empatizar con el protagonista, aunque el rumbo que va tomando el personaje sea el que es.

Lo mejor: Cómo consigue transmitir la sordera en un medio mudo como el cómic. La expresividad de Pulido.

Lo peor: Pensar que es un cómic sobre la Guerra Civil Española y darse cuenta que el mensaje es otro.