En el Universo Marvel, la muerte tiene una puerta giratoria. De unos años a esta parte, somos plenamente conscientes de que el fallecimiento de prácticamente cualquier personaje es temporal, y cuando leemos cabeceras como La muerte de Lobezno se nos escapa una risilla irónica. Eso sí, también sabemos que hay una serie de personajes difuntos -pocos- que son intocables: el tío Ben, Gwen Stacy, Mar-Vell, y hasta hace unos años, Bucky Barnes.
Hasta que llega Ed Brubaker, uno de los autores más inspirados que ha tenido Marvel en lo que va de siglo, y decide resucitar a Bucky. La primera reacción del fandom ante esta noticia fue de incomprensión, de cabreo, de ir preparando las antorchas para el linchamiento público. Pero termina su primer arco argumental en Capitán América, Soldado de Invierno, y no sólo es una de las mejores historias del Capi, sino que además el Bucky resucitado resulta ser uno de los mejores personajes de nueva creación -ya me entendéis- de los últimos tiempos.
El caso es que desde su debut en 2005 -como antes, ya sabéis de qué hablo-, el Soldado de Invierno ha tenido un buen puñado de series regulares y limitadas protagonizadas por él, teniendo prácticamente todas un tono más cercano al género noir y de espías en el que Brubaker recreó al personaje que al más puramente superheroico en el que se desenvolvía el personaje durante la Golden y la Silver age. Pero la última serie protagonizada por James Buchanan Barnes se mueve como pez en el agua entre los dos mundos en los que se ha desarrollado Bucky.
Segundas oportunidades trata exactamente de lo que dice su título. El trabajo al que se dedica el Soldado de Invierno en esta serie consiste en la extracción y reubicación de personas implicadas en tramas ilegales y miembros de organizaciones criminales arrepentidas. Policías corruptos, agentes de Hydra… cualquier persona que necesite este servicio cual protección de testigos es susceptible de conseguir una nueva identidad. Incluyendo RJ, un chaval al que, lavado de cerebro mediante, han encargado acabar con Bucky. Y sí, se parece mucho a la imagen que el sidekick del Capitán América tenía durante la Segunda Guerra Mundial.
El tema central de esta historia es la redención. El Soldado de Invierno ayuda a que otros la consigan, pero también él está intentando dejar atrás su oscuro pasado, que le sigue pesando como una losa. Por otro lado, la relación que se establece entre Bucky y RJ recuerda poderosamente, y es totalmente intencionado, a la que tenían el Capi con el Bucky adolescente en sus primeros tiempos. Pero también, Bucky se ve reflejado en este chaval, y perdona las atrocidades que comete intentando perdonarse a sí mismo.
Los autores que firman este tomo no son nombres de primera fila, pero presentan un trabajo tremendamente interesante. El guionista, Kyle Higgins, es conocido por sus trabajos en los últimos años con Dick Grayson, el único sidekick de la Golden Age más popular que Bucky Barnes, y otro personaje que ha conseguido una identidad propia al margen de su antiguo mentor. Al dibujo, y como autor completo, tenemos a Rodrigo Reis, hermano del mucho más mediático Ivan Reis. Rod comienza su carrera en el mercado americano exclusivamente como colorista. En 2014 firma su primera obra como artista completo, encargándose de dibujo, tinta y color, en una serie para Image llamada C.O.W.L., escrita también por Kyle Higgins. En este Soldado de Invierno: Segundas oportunidades, Rod Reis muestra un estilo mucho más experimental que el de su hermano, recordando por momentos a Ben Templesmith -pero con una narrativa mucho más clara- con toques de Bill Sienkiewicz
Es cierto que el Soldado de Invierno no es un personaje superventas, ni aún habiendo coprotagonizado la que para muchos es la mejor película que ha producido hasta el momento Marvel Studios. Pero también es cierto que las series que han llevado su nombre en la cabecera tienen un nivel medio bastante alto. Y este Segundas oportunidades sigue en esa línea, siendo uno de los tebeos más interesantes de los últimos meses. Esperemos que esta historia, o al menos este nuevo enfoque del personaje, tenga continuidad en un futuro cercano.
