Este album es imprescindible en la cronología de Asterix. ¿Por qué? Pues porque hablando en términos de pijamismo es nada más y nada menos que… ¡¡IDEFIX AÑO UNO!!

El argumento del álbum sería el siguiente: La historia comienza en Petibonum, uno de los campamentos que rodean a la aldea gala. Allí viene un nuevo prefecto enviado por César con ganas de apalizarse con el poblado de nuestro protagonista. ¡Y vaya si le apalizan! Tanto que decide levantar una empalizada para aislarlos del resto del imperio y evitar que “contaminen” la Galia. Y Astérix le propone una apuesta: se darán un garbeo por todo el país cogiendo algún producto típico de cada región para después hacer un gran banquete con todos esos manjares. Banquete al que, por supuesto, el prefecto está invitado.

Por supuesto, a partir de aquí lo que tenemos es el deambular de la pareja protagonista por distintas regiones de Francia. Y los autores aprovechan para mostrar los arquetipos de cada una de ellas. Es como si en lugar de la Galia se hubieran dado una vuelta por España y salieran los catalanes tacaños, los madrileños chulos, los andaluces vagos, etc… Esto a priori podría ser un impedimento al no conocer los carácteres que se atribuyen a cada región, pero os aseguro que no hace falta saberlo para disfrutar del tomo.

Ejemplo de la forma de ser en Rouen

Y el momento que todos estáis esperando es… atención que viene spoiler… que cuando llegan a Lutecia a comprar un jamón nos encontramos un pequeño perrito blanco a la puerta del ultramarinos que comienza a seguirles por el olor de la pieza comprada. A partir de éste momento es divertidísimo fijarse en él en todas las viñetas y cómo va acompañando a la pareja protagonista en todo su viaje hasta la viñeta final en la que consigue un hueso. De hecho si no estás sobre aviso, o si no eres de los que se fijan en los detalles, hasta ésa última viñeta no eres consciente de que te ha estado ahí en todo momento.

Primera aparición de Idefix

En fin, una aventura muy disfrutable y plagada del magistral humor con que nos deleitaba el gran Goscinni en ésta serie. Y no pretendía poner más imágenes, pero es que ésta tontería me encanta:

Por cierto, si las fotos son de la versión veiejuna es porque toda mi colección está de ésa manera. Y aunque he estado tentado en muy muchas ocasiones de comenzar a reciclarla por los nuevos tomos de La Gran Colección, al final siempre he desistido. Eso sí, si os queréis montar un crowfunding para regalármelos o aprovechar las próximas fechas navideñas yo me dejo…