Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Sachs & Violens, de Peter David y George Pérez

Sachs & Violens, de Peter David y George Pérez
Guion
Peter David.
Dibujo
George Pérez.
Tinta
George Pérez, Arne Starr, Art Nicholls.
Formato
Rústica, 128 págs, Color.
Precio
15,95€.
Editorial
Dolmen Editorial. 2017.
Edición original
Sachs&Violens #1-4 (Heavy Hitters, Marvel)

En 1993, a 3 años de la desaparición del sello perteneciente a Marvel Comics, Epic Comics, Peter David publicó una serie en un subsello (Heavy Hitters) en la que a priori se defendía el modelo creator-owned, como había puesto de moda Image con la espantada de algunos pesos pesados de Marvel y venía haciendo en cierto modo DC con su sello Vertigo. A pesar de ser una marca pertenciente a Marvel Comics, la serie gozaba de cierta libertad en cuanto a sexo y violencia. Precisamente esos dos fuertes en esta historia dieron pie al juego de palabras del título, llamando a sus personajes Sachs (Sex) y Violens (Violence). Por culpa de problemas de agenda, la serie quedó en una miniserie de cuatro números. Había planes para retomarla posteriormente pero entre la dificultad de cuadrar dichas agendas y la desaparición de Epic Comics en 1996, no se llegó a concretar.

Sachs & Violens
La historia está ambientada en un escenario sórdido en el que una joven es asesinada durante el rodaje de una película snuff. Su compañera Juanita Jean (J.J.), modelo erótica, comenzará a investigar y descubrirá la trama que se oculta tras la muerte de su amiga. Por avatares del destino, un fotógrafo con el que suele trabajar, resulta ser un veterano de Vietnam y ayudará a la joven a acabar con la banda que está rodando esas películas. Películas snuff, pornografía infantil, sadismo y violencia salpican de sangre y fluidos las páginas de estos cuatro números.

La historia está escrita por Peter David (Hulk, Spider-Man), quien no repara en lenguaje explícito y tramas de lo más sórdidas. El dibujo de George Pérez (Crisis en Tierras Infinitas, JLA/Vengadores) no se queda atrás. Cuando lees este tomo, queda claro que David tenía desde el principio la intención de no cortarse en ningún aspecto a la hora de contar su historia, sin importarle meter temas tan delicados en aquella época como la prostitución infantil o las películas snuff. Pero a George Pérez sí se le ve soltarse cada vez más, insinuando algún desnudo ocasional o en sombras en los primeros números para ir haciendo un dibujo cada vez más explícito en cuanto a desnudos. Creo que es imprescindible. Si quieres contar una historia tan sórdida, los eufemismos artísticos quedarían completamente fuera de tono. Una historia tan sórdida necesita plasmarse en sus dibujos.

Pero no es solo el tono de la historia el que llama la atención. Sus propios personajes son llamativos. J.J. es una chica de la calle, que trabaja como modelo erótica y que impulsada por lo que ha sucedido a sus compañeras, no duda en tomarse la justicia por su mano. Lo que resulta llamativo es ese toque maníaco-depresivo y fetichista del personaje. David incluye algunas escenas en las que muestra cómo se excita tras la violencia y cómo se arrepiente cuando pasa el calentón… Ernie Schultz (Violens) parece un personaje muy esterotipado de armario empotrado veterano del Vietnam, pero David le aporta ese punto frágil y tierno, enamorado de su compañera, e intentando protegerla continuamente.

Sachs & Violens
Del dibujo de Pérez poco necesito decir, si bien, el entintado acaba a manos de Arne Starr y Art Nicholls en los últimos números y se nota el resultado. Peleas burras, chicas guapas marca Pérez y una historia que cuando menos resulta diferente.

Curiosamente, el hecho de ser una serie creator-owned permitió a David llevarse los personajes a la competencia y los introduciría como secundarios en la serie El ángel Caído, que comenzó junto a David López y que acabaría terminando en la editorial IDW. La serie estaba ambientada en Nueva Orleans y tenía un tono para el cual estos personajes encajaban bastante bien, si bien su continuación en IDW acabó cambiando demasiado y dándole una seriedad y un aspecto trascendental que no le sentó nada bien.

La serie se editó en 1994 en un tomo de Forum y Dolmen la recupera ahora en esta nueva edición. Uno de sus grandes fuertes es el artículo con el que abre el tomo, a cargo de Koldo Azpitarte, que hace un repaso fantástico a la historia que rodeó a este cómic, los problemas que impidieron su continuación y su final inclusión en el Universo Ángel Caído.

Sachs & Violens
En definitiva, Sachs & Violens.

Una serie cuyo principal fuerte fue lo subida de tono que estaba para su publicación en 1993, y que aunque ya no sea especialmente transgresora, se puede disfrutar mucho entendiéndola como hija de su época. No es una serie que sea especialmente brillante, pero teniendo en cuenta los autores que tiene detrás, sirve de excusa suficiente para poder disfrutarla. Tener a un George Pérez dibujando sin barreras el espectacular cuerpo de Sachs ya es aliciente suficiente para echarle un vistazo. Uno de esos productos hijos de su época que deben tenerse como rarezas de los autores, deja con ganas de saber más de esos personajes. La historia es un arco argumental único y queda completamente cerrada, por lo que a pesar de sus dificultades editoriales, no hay que temer quedarse con una historia a medias.

Lo mejor: Los dibujos de Pérez, incluso mal entintado. Lo que quiso hacer David, teniendo en cuenta la época en que se publicó.

Lo peor: La historia en sí no es especialmente memorable. Deja con la impresión de que lo mejor hubiera empezado ahora que ya están los personajes presentados…

Para fans de cómic subidos de tono. Para admiradores de un Pérez sin tapujos. Para ver los que quieran imaginar una versión curiosa del Castigador y Elektra.