Desfiladero Ediciones da un paso más en su propuesta de traer títulos con un target más alternativo, y comienza en mayo la publicación de la revista Alta Tensión 1, una revista para adultos en la que se incluyen propuestas de autores nacionales e internacionales dentro de un filtro más underground. Y es que el cómic underground ha tenido siempre un público muy concreto y limitado en nuestro país. De hecho, se podría decir que forma parte de su propia idiosincrasia, y es algo que me ha sonado raro al leer la introducción de este primer número, que la revista nace con el objetivo de «sacar lo under a la superficie». Entiendo que se busque aumentar mercado pero raramente va a ser un título superventas. Y si llegara a serlo, ineludiblemente, perdería lo que la convierte en una revista de cómic alternativo. No obstante, espero que tenga el suficiente éxito comercial como para que podamos seguir leyendo muchos más números.
Alta Tensión nace como una revista trimestral que ahora avanza su primer número, pero que pretende que, a partir de diciembre, ya tenga su publicación regular cada tres meses. En este primer número nos encontramos con una revista de 68 páginas, con 23 de ellas a color y en papel satinado, y en la que nos encontramos con autores e historias de corte muy diferente. La revista cuenta también con algunos pequeños artículos biográficos sobre algunos de sus autores y una entrevista a uno de ellos, Magius, que es el responsable de la portada de este primer número. En dicha entrevista se repasa un poco la obra del autor, a la vez que se publicita una futura recopilación de sus trabajos a cargo de Desfiladero.
La lista de autores de este primer número incluye a Ertito Montana, Sofia Olsson, Magius, Luna Pan, Amelia Navarro, Igor Hofbauer, Boris Caramull y Adrián Bago, Rut Pedreño, Pedro Mancini, Pedro D’Apremont, Iurhi Peña, Gerardo Sanz y Pedro Villarejo. Una reunión de autores bastante variopinta, con estilos que van de un cómic denuncia, asequible como La iraa de Ertito Montana, al cómic de viajes estupefacientoides del brasileño Pedro D’Apremont (Fucked up and ready to die) pero también a relatos más puramente experimentales como el de Hofbauer (Tobacco road), los más intimistas Una década o Nunca nadie me dijo, los más centrados en el humor como Andrés Agallas o incluso los relatos puramente oníricos como Viaje extraño en tren.
Una propuesta que considero necesaria en España, y que puede servir de trampolín para autores con una visión diferente, arriesgada pero no por ello menos interesante. Salvo la época dorada de El Víbora, Makoki o Bésame mucho, este tipo de cómic solo tiene cabida en nuestro país actualmente en fanzines o en obras que acaban viendo la luz en alguna editorial tras mucho esfuerzo. Pero son muchas las historias que pasarán muy inadvertidas, y algunas creo que merecen un sitio en el mercado.
Particularmente, me han gustado las propuestas más duras (Hobauer, Mancini) y también las más intimistas (Pan, Pedreño). Me ha gustado mucho el estilo de Magius con mucha identidad propia ilustrando ese código satánico. Si os gusta el cómic alternativo, descubrir nuevas tendencias mundiales o simplemente picotear entre historias de corte poco habitual y muy variado, Alta Tensión es la revista que estábais buscando. Se nos va a hacer larga la espera hasta diciembre…
