Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseñas desde Star City: SON

SONEl mundo del cómic ha tenido muy buenos protectores en Andalucía desde hace años. El Instituto Andaluz de Juventud ha apoyado este arte a través de cursos, exposiciones y también Premios. El Programa Desencaja intentó impulsar todo tipo de artes (escénicas y de expresión gráfica) con un Premio dotado con 3000 € y la publicación de la obra a nivel nacional. En 2015, el joven sevillano Ramiro Fernández Borrallo se alzó vencedor del certamen con la obra S.O.N. El título hace un juego de palabras con el nombre del acrónimo de una corporación System O… (no se ve bien en el cómic) Network y el término inglés para la palabra Hijo. SON nos cuenta la historia de un padre y un hijo, en busca de la madre y esposa. Un canto a la familia, a la supervivencia y a lo prescindible de las palabras en un gran número de ocasiones. Contado sin una sola línea de diálogo, Fernández Borrallo nos mete de llenos en un mundo fantástico con numerosos toques de cotidianidad.

La historia.

son02SON nos cuenta la historia de un padre y un hijo, en un mundo postapocalíptico al más puro estilo Fallout, lleno de criaturas robóticas hostiles, grupos de bandidos rapiñeros y criaturas grotescas salidas de los laboratorios más retorcidos. Para reencontrarse con la esposa y madre, tendrán que ir reuniendo una serie de artefactos para poder armar una máquina teleportadora que les lleve de nuevo a reunir la familia. No serán pocos los obstáculos que encontrarán a su paso hasta llegar al citado S.O.N. donde se supone que está ella y donde también supuestamente, la familia volvería a estar reunida.

El autor.

son05Ramiro Fernández Borrallo es un autor nóvel, licenciado en Bellas Artes en la especialidad de pintura y que prueba suerte en el citado certamen de 2015 consiguiendo hacerse con el premio. Su estilo es muy cercano al cómic europeo, con un gran detalle en los escenarios y decorados de la historia, con una narración muy ágil y sobre todo… con bastante valor. Como he dicho en la introducción de esta reseña, SON no tiene una sola línea de diálogo. Bueno, para ser sinceros, tiene una escena al más puro estilo Perdidos (“Not Penny’s boat”), pero está contado con el apoyo exclusivo de las viñetas y tiene el mérito de conseguir explicar la historia, y permite entender lo que ha pasado, sin necesidad de alguien que cuente lo que está pasando. Uno puede pensar que esto es algo fácil o al menos, no tan difícil, pero haced el ejercicio mental de intentar contar esta historia que he resumido en el párrafo anterior solo con viñetas. Saber que están buscando las piezas, que están buscando a la madre, la hostilidad del mundo en el que viven, y no doy detalles del final, para no spoilear nada, pero incluso el epílogo y casi entender dónde se encuentra la madre… En fin, que os lo digo yo, no es fácil.

son03La ausencia de texto es un recurso que llama mucho la atención, y que sirve como gancho para el lector, pero por otro lado es un arma de doble filo, porque por otro lado, el hecho de carecer de ningún texto que leer, hace que la lectura te dure 15 minutos. En alguna que otra ocasión he hablado de esta característica en un cómic (concretamente comenté algo parecido en mi reseña de Set to Sea) y es que, si bien es cierto que uno puede pensar que el desembolso de unos cuantos euros debería dar para más de 15′ de lectura, el hecho de no tener texto y saber que te lo lees en un rato, permite que le des la oportunidad a algo que los que padecemos “Síndrome de Diógenes comiquero”, acumulando montañas de lectura pendiente, para la relectura. Concretamente para esta reseña, me he leído el cómic tres veces. Y me da rabia, porque la relectura da para encontrar muchos detalles ocultos, muchos huevos de pascua, muchas explicaciones que se te han podido pasar por alto en una primera lectura… Hay obras a las que no le damos la oportunidad de relectura por pura falta de tiempo en las que seguro encontraríamos múltiples detalles que nos enriquecerían la experiencia lectora. El caso más conocido es la famosa Watchmen, es algo que mis compañeros comentaron en el podcast dedicado al segundo número, Amigos ausentes, la cantidad de detalles que se encuentran cada vez que relees esta obra. Pues con SON… pasa eso mismo. Invita a la relectura y a disfrutar de ella.

El color tampoco pasa desapercibido. Con una base de colores ocres y marrones, introduce otras gamas cuando toca, para despertar al lector, para indicarle que estamos ante un nuevo emplazamiento o escena. Incluso en una escena como el sueño donde se presenta a la madre, que tiene el único detalle casi imperceptible del color del pelo de ella como único punto discordante. Y lleva un traje que solo permite verle un mechón, pero ese mechón ya llama la atención.

En definitiva.

son04Una obra valiente, bien contada, bien narrada (que no es lo mismo), con un final emotivo y que personalmente me llegó bastante. SON está editado en cartoné, por la editorial Dibbuks, con un total de 56 páginas a color en un tamaño de 19,5 x 27,5 cm y a un precio de 14€. Cómic correcto, original en su planteamiento y con una lectura muy agradable y amena.

Lo mejor: Sin duda alguna, lo valiente de su planteamiento mudo. Saber reconocer lo difícil de contar una historia así. La escena final, concretamente dos páginas con 7 viñetas en total, con la expresión del padre al tomar cierta decisión.

Lo peor: Algunos pueden pensar que no les merece la pena gastar 14€ en algo que van a leer en 15′ (Releed mi reseña, que sí lo merece). Algunos detalles que el autor sin duda pulirá con la experiencia.

Para fans de mundos postapocalípticos, lectores que quieran buscar maneras nuevas (al menos no frecuentes) de narrar, para amantes de historias familiares aunque en este caso sean en un entorno algo atípico.