Planeta Cómic sigue trayéndonos este manga del que ya hablamos a raíz de la publicación de su primer tomo. Como recordaréis, Parasyte es un manga muy exitoso en Japón, que cuenta con varias adaptaciones en anime y película de acción real y que nos cuenta una historia en la que unos misteriosos seres alienígenas parasitan al ser humano con intenciones hostiles y con vistas a acabar de manera sigilosa con la especie.

En el primer tomo nos presentaron a Shinichi, un chico que consiguió evitar que su parásito se adueñase del cerebro y tuvo que acabar colonizando su mano derecha. Eso permitió una simbiosis en la que el chico mantenía su voluntad y autonomía mientras que Miggi (que es como ha apodado a su parásito)  sobrevive en su mano.

En este segundo tomo, Hitoshi Iwaaki sigue profundizando en la relación de Shinichi/Miggi con otros parásitos y en esos encuentros pone de manifiesto algunas peculiaridades de estos seres. Pero el grueso del interés de este tomo recae en el enfrentamiento de unos chicos de un instituto cercano al de Shinichi con los chicos de su clase y que hará que Kana, la novia de uno de esos matones se fije en Shinichi y comience a mostrar un interés especial en él. No se deja claro si ese interés es porque la chica intuye su parasitación, de si la propia chica es un parásito o si simplemente le atrae ese mequetrefe que no se amilana porque le den dos sopapos y sigue plantando siempre cara.

Otro de los puntos importantes si no el que más, recae en el enfrentamiento de los padres de Shinichi a un parásito y las consecuencias que tendrá dicho enfrentamiento. Recordamos que los padres del protagonista se encontraban de viaje de vacaciones, y Shinichi estaba disfrutando de su vida en soledad con la casa para él solo. El enfrentamiento, sin entrar en detalles que para eso lo interesante es leer el tomo, acaba con visitas obligadas al hospital. El hospital se encuentra en otra prefectura y Shinichi tendrá que desplazarse allí. Como se encuentra tan alejado, se hospedará en una casa donde conoce a Makiko, una chica algo más joven que él, que también mostrará interés en Shinichi.

Este segundo tomo de Parasyte baja un poco el ritmo de la serie. Si bien no llega a resultar aburrido en ningún momento, destacará el hecho de que viniendo de un tomo en el que nos han estado presentando continuamente todas las características de estos seres y de la propia parasitación de Shinichi, en este tomo se centran algo más en cómo Miggi comienza a perder un poco de atención de los peligros, de cómo permanecerá en un sueño prolongado por una serie de motivos que os invito a que descubráis por vosotros mismos, y cómo va evolucionando dicha relación. El problema es que hay veces en que ese aspecto se repite varias veces y puede resultar algo monótono, pero sin duda es culpa del ritmo más acelerado al que nos tenían acostumbrados. Repito que en ningún momento llega a aburrir pero estás esperando mucha más acción de la que podemos encontrar en este tomo.

La serie continúa interesante, nos van presentando a nuevos personajes, tiene momentos impactantes, momentos con gran dramatismo para el protagonista y siguen abriendo puertas que iremos viendo adónde nos dirigen a lo largo de los siguientes tomos.

En definitiva, Parasyte 2.

De momento, Parasyte me está pareciendo una serie muy atractiva. El hecho de saber que es una serie cerrada en 8 tomos hace que espere mucho más de ella, pues estoy convencido que no vamos a tener muchos de los siguientes tomos con un ritmo más bajo como ocurre con este. El problema que tuve, por ejemplo, con Gantz, es que se eternizó y acabé incluso abandonándola. Pero el saber que en 6 tomos más vamos a tener la historia cerrada, me hace mantener mucho interés en ella, porque estoy seguro que todavía quedan muchas tramas interesantes por leer.

Planeta ha editado este segundo tomo del Seinen manga Parasyte con el mismo formato, en tomo rústica con sobrecubierta en B/N con algunas páginas a color con un tamaño de 12×18 cm y 280 páginas a 9,95€.

Lo mejor: La situación con los padres de Shinichi y su evolución. El que Miggi quede en un segundo plano en determinados momentos, restando esa relativa omnipotencia al protagonista.

Lo peor: El ritmo baja con respecto al anterior. Nos tenían malacostumbrados.

Para los que siguen disfrutando de esta historia de extraterrestres parásitos que lo mismo te colonizan el cerebro, que una mano o la mandíbula…