Tengo que reconocer que este tomo ha sido un reto para mí. Dave McKean siempre me ha parecido un fantástico portadista, pero las escasas incursiones en el cómic que le había leído me habían parecido alejadas al concepto que yo tengo de este arte. Mi problema llegó con la segunda lectura que hice de Batman: Arkham Asylum, en aquella edición que sacó Planeta en formato Absolute y que incluía el guión de la historia. En mi primera lectura, sin haber leído el guión, me había cautivado ese dibujo tan pictórico, tan onírico en su mayoría, que te traslada a las peores pesadillas del cruzado enmascarado. Grant Morrison es un tipo con gran facilidad para perder el norte y ascender sus historias a ámbitos metafísicos, por lo que me parecía una de esas historias con múltiples lecturas. El problema vino cuando leí el guión de la historia. Me di cuenta de que Morrison no había escrito una de sus “fumadas” como pensaba inicialmente, sino que era una historia con pinceladas fantásticas o relacionadas con la magia, pero con una estructura y una línea argumental muy cinematográfica. Cualquier otro autor habría hecho una historia muy apta para cualquier tipo de lector y que habría triunfado igualmente. Pero McKean se dedicó a adaptar esa historia a su estilo, y a dotarle de una atmósfera oscura que, si bien le sentaba genial a la historia, me dio rabia pensar que estaba alterando el trabajo del guionista. Hasta ahí mi enfado/problema con McKean.

Por eso, tenía interés en leer esta antología de obras de McKean, esperando reconciliarme con un autor al que es imposible no encontrarle sus méritos, pero de quien siempre he pensado que no casa demasiado con este medio artístico que es el del arte secuencial, de la narración en viñetas. ECC nos trae una antología con los trabajos más destacados del autor en forma de historias cortas. Hablar del autor aquí o de su carrera se me antoja difícil, después de leer el estupendo análisis que hace David Fernández al final de este tomo, aunque si sois de los que no sabéis quién es, este inglés de 52 años ha destacado en el mundo de la ilustración, portadas, diseño (participa en muchos diseños de la saga de Harry Potter), publicidad, e incluso en la dirección de cortos y largometrajes. Tiene una novela gráfica en solitario, Jaulas (Cages), publicada por Norma editorial en 1998 que supuso su ascenso a los olimpos valiendole numerosos premios por todo el mundo, Harvey y Eisner incluidos.

El contenido del tomo.

– Abrázame (Hellblazer 27). Escribe Neil Gaiman. Esta historia en la que John Constantine se tiene que enfrentar a una amiga con un interés particular, y a un fantasma que busca un particular tipo de calor. Historia autocontenida, con momentos brillantes por parte de Gaiman, con unos diálogos preciosos y un punto de ternura que encajan particularmente bien en este título tan canalla. McKean hace viñetas, con un toque personal espectacular, con momentos que parece que estés viendo pintura al carboncillo, con primeros planos a los ojos que me recordaron al mejor Mike Grell de El cazador Acecha. La mejor historia de largo de todo el tomo. Una auténtica delicia.

– El mago (Hellblazer 40). Escribe Jamie Delano. Con esta historia he tenido un pequeño problema. Me he perdido… Y no sé si es culpa del guionista o de no haber leído la etapa de Jamie Delano en Hellblazer. El caso es que esta historia nos plantea una historia en la que John Constantine se encuentra con otra versión de sí mismo, un Constantine mago, hablan de sus inicios, y de su hermano gemelo muerto, y es todo un viaje onírico en el que las ilustraciones de McKean son toda una ventaja para la historia, que combina las viñetas clásicas con splash page o ilustraciones de lo más artístico que cabe. Llamadme cazurro, pero todavía sigo sin saber si es un sueño de Constantine por esas setas que se citan en la historia, o es una mirada al futuro con ese John viejo… Lo reconozco, no me he enterado mucho. Aquí el hecho de estar sacada de una etapa concreta, contribuye a ese perderte, ya que aparecen personajes que si no has leído la etapa no sabes de dónde salen ni quiénes son. Es una historia para disfrutar exclusivamente del dibujo pues, visualmente es todo un espectáculo.

– Un vaso de agua (Fast Forward 1). Escribe Grant Morrison. Esta historia descatalogada desde hace mucho, es recuperada para la ocasión. Grant Morrison nos cuenta la historia de una bibliotecaria que nos cuenta su vida a través de anécdotas, con la peculiaridad de que toda la historia está dibujada en páginas de 9 viñetas dispuestas en sentido clásico, con planos medios de la bibliotecaria mientras nos cuenta la historia. El mérito recae en el uso del color en determinados pasajes, para apoyar las emociones de la protagonista, y en la elección de las expresiones. El dibujo cambia de estilo en algunas viñetas, aunque el 90% son copias de fotografías que asemejan la historia a una fotonovela. La historia que menos me ha gustado, no le he acabado de coger el punto…

– Muerte habla sobre la vida (Sandman 46). Escribe Neil Gaiman. Curiosa historia con un estilo gráfico muy sencillo, con viñetas nada experimentales, ni que intenten innovar. La hermana de Morfeo nos habla del peligro de las enfermedades de transmisión sexual y nos da consejos y explicaciones acerca del uso del preservativo, con la ayuda de John Constantine… Una historia didáctica y simpática.

– La última historia de Sandman (Dust Covers: The collected Sandman covers USA). Escribe Neil Gaiman. Emotiva historia del propio Gaiman acerca de su encuentro en la vida real con algunos de sus personajes. Como bien explica al principio, está pensada como un relato ilustrado, formado por 2 viñetas por páginas, en las que McKean intentará recordarnos el estilo de las portadas que suele hacer. Esta historia se empleó para despedir la andadura de Gaiman en su colección estrella.

– Un pez fuera del agua (Dream States USA). Escribe Neil Gaiman. Historia inédita en España, con un estilo de McKean radicalmente diferente, con matices cubistas y Picassianos en algunos fragmentos. Contado a modo de un sueño del autor, refleja la dificultad del autor al visitar una urbe tan gigantesca como Nueva York. Otra de las pequeñas joyas del tomo, me parece realmente interesante.

En definitiva.

ECC nos trae un tomo de 120 páginas en cartoné a 13,95€. Si sois seguidores del autor inglés, probablemente ya tengáis gran parte de este material (la última historia, en español seguro que no la tenéis). Si queréis acercaros algo más a este interesante autor y descubrir su facilidad para cambiar técnicas y estilos, es un tomo con algunas joyas que os merecerá sin duda la pena. Completando la reflexión del inicio del artículo sobre si McKean es un autor apto para este medio, tengo que reconocer que sí, cuando quiere y se adapta a él. No me gustan sus obras “ilustradas”, prefiero las, al menos, combinadas como El mago. En ese tipo de historias explota todo su potencial sin hacernos olvidar lo que tenemos en nuestras manos, un cómic.