A muchos de vosotros tal vez os suene el Escuadrón Supremo, pero no tengáis muy claro de dónde vienen o quiénes son. Es un grupo que lleva desde 1969 dando vueltas por Marvel, pero con apariciones y desapariciones continuas. De hecho, la primera aparición fue del Escuadrón Siniestro, su versión villana, así que, ¿quiénes son estos tipos? En la introducción de este primer tomo de la nueva serie regular, Cueste lo que cueste, Bruno Orive nos hace un repaso exhaustivo de la historia del grupo. El equipo surge como un homenaje de Roy Thomas a la Liga de la Justicia de DC en Vengadores #69. En esta ocasión, crea a una serie de versiones de los personajes de DC como villanos a los que se enfrenta el supergrupo de Marvel.

Fue uno de los primeros crossovers entre editoriales, aunque de manera encubierta, y sin que DC viera un solo dólar. El grupo fue tan bien acogido, que un par de años después, en el #85 aparecería el Escuadrón Supremo, las versiones heróicas de esas otras versiones villanas de héroes de DC (¡¿WTF!?). En los 80 surge una miniserie de 12 números de Mark Gruenwald y unos años después, JM Straczinsky y Gary Frank nos traerán una versión mucho más adulta para la línea Max en Supreme Power, una auténtica maravilla, que dio lugar a un buen número de miniseries. En la reciente Secret Wars, Mark Guggenheim y Carlos Pacheco nos trajeron de vuelta al Escuadrón Siniestro, y como consecuencia de la destrucción del Multiverso, ahora surge una nueva (¿y definitiva?) encarnación del Escuadrón Supremo. Y como bien dice el título, se unirán… cueste lo que cueste.

Una nueva vuelta de tuerca al concepto de grupo de héroes avillanados o villanos heróicos, como hemos visto en otras series tipo Escuadrón Suicida, Thunderbolts o El Castigador. ¿Justifica el fin los medios? Seguro que aquí vamos a planteárnoslo en más de una ocasión…

La historia.

Este primer tomo nos presenta la nueva encarnación del Escuadrón Supremo. Sus integrantes son versiones supervivientes de diferentes universos destruídos. Así, tenemos al Hiperión (Superman) de Los Vengadores de Hickman; Halcón Nocturno (Batman) de Supreme Power; Borrón (Flash), el velocista del “Nuevo Universo”; Princesa Poder (Wonder Woman) y Doctora Espectro (Green Lantern) de otros tantos universos desaparecidos. El comienzo de la historia nos lleva a la búsqueda de venganza de Namor, por haber destruído el universo de Doctora Espectro. El primer número ya sirve para ver el tono que va a tener la serie. No es la encarnación de JMS en Supreme Power… pero no le falta mucho. Incluso el líder de SHIELD, Jim Hammond, llega a compararlos con el propio Castigador. Sin spoilear demasiado, las consecuencias de la batalla del primer número son impactantes… aunque de dudosa credibilidad, ya estoy esperando la vuelta de cierto personaje… Jeje.

Hammond, enviará a los ¿Vengadores? (sí, todavía me cuesta ver esta alineación como Vengadores) a pedir explicaciones al grupo, pero Thundra necesitará la ayuda del equipo e intercederá para llevarlos a un inesperado y sorprendente escenario. Muy sorprendente. Acción a raudales, sorpresas, peleas, traiciones, posesiones… este tomo tiene de todo.

Los autores.

Los responsables de este primer tomo, Cueste lo que cueste, son James Robinson y Leonard Kirk. Poca presentación necesitan esta pareja, que viene de trabajar en equipo para Los 4 fantásticos. Robinson es responsable de Starman, Superman, o la JSA en DC, aparte de los citados 4F y alguna que otra serie de Secret Wars o Los nuevos Invasores, entre otros. A Kirk lo hemos visto en Supergirl, Capitán Britania y MI: 13 o Star Trek: Espacio profundo 9.

El guión de Robinson es abrumador. Una absoluta declaración de intenciones, con un puñetazo en el estómago nada más empezar, seguido de acción, y de un viaje alucinante. No sé hasta qué punto podrá llevar al grupo adonde quiere en un universo tan controlado como el Universo Marvel, pero apetece mucho ver adónde lo dirige. Su tono oscuro, con personajes duros, y con decisiones claras. Sus personajes variopintos, con sus propias motivaciones. Su enfrentamiento con los ideales de Los Vengadores. Robinson introduce muchos factores que, de salirle bien, va a ser un aliciente sensacional para seguir la serie de cerca.

De Kirk, poco que decir, un dibujo meticuloso, con el entintado de Paul Neary, con un aroma al Stuart Immonen de sus inicios, tan potente y directo. Con un planteamiento de página muy cuidado, y como él mismo dice en una entrevista incluida al final del tomo, todo muy pensado y preparado. Sus escenas del escenario de la segunda mitad del tomo (que no spoileo, tranquilos…) son casi tan apasionantes como las de la serie donde ha sido visto más recientemente…

Escuadrón Supremo, Cueste lo que cueste, en definitiva…

 Un tomo lleno de aventuras, con una versión de la Liga de la Justicia tan diferente que hace olvidar los originales y cobran su propia personalidad. Cueste lo que cueste es el primer tomo de la serie, editada por Panini Comics, dentro de su Colección 100%, en rústica con solapas, con 128 páginas a color a un precio de 12€. Una lectura ágil, potente y que sabe a poco. Espero sinceramente que la serie funcione en ventas y tengamos una larga etapa por delante. Si pueden quedarse Robinson y Kirk, seguro que veremos algo muy bueno.

Lo mejor: La acción. La variedad de escenarios. Personajes clásicos que pueden empezar casi de cero. La cantidad de sorpresas.

Lo peor: Algunos golpes de efecto son poco creíbles que se mantengan. El miedo a que la serie pueda perder su “mala leche”.

Para fans de Escuadrón Supremo o cualquiera de sus encarnaciones. Para los que gusten de comics bien escritos y dibujados, con personajes sin tanta hemeroteca. Para los que quieran ver adónde pueda llegar Robinson.