Con ¿Un mundo feliz? Panini cierra la colección de Thunderbolts dentro de su línea Extra Superhéroes. Es el 5º tomo dedicado al grupo, si no contamos el tomo Protocolos Nefaria, que fue compartido con Vengadores. Con este tomo llegamos hasta el número 75 de la serie original. Solo quedarían inéditos los números 76 a 81, donde se cerró la serie. De hecho esos números no debieron ni llegar a publicarse y haber cerrado en un momento dulce de crítica y ventas. John Arcudi y Francisco Ruiz Velasco intentarían un lavado de cara radical con la serie, pero el resultado no gustó a nadie y solo duró 6 números más.

La historia.

Es difícil hacer una pequeña sinopsis de lo que vamos a ver aquí sin soltar algún spoiler. Sabéis que siempre intento no destrozar nada, pero en esta serie, es especialmente difícil, cuando las sorpresas y revelaciones dramáticas son una de sus señas principales de identidad. Si no habéis leído aún el tomo anterior, saltar de apartado y evitad tragaros algún spoiler. Digamos que ¿Un mundo feliz? comienza con la vuelta del Barón Zemo  junto a Los héroes internacionales de Alemania (Águila Fantasma, Solarr, Cruz de hierro, Relámpago e Improvisa), pero son los de Contra-Tierra, ya que la batalla contra Gravitón del final del tomo anterior acabó con los Thunderbolts transportados a esa Tierra creada por Franklin Richards después que los 4 Fantásticos, Vengadores y X-Men derrotaran a Onslaught. Al principio de este tomo, Ojo de Halcón acaba de escapar de prisión con la ayuda de Cottonmouth (el villano principal de la adaptación de Luke Cage a Netflix), Hombre Planta y Headlok. Como podéis imaginar, en un tomo que abarca 16 números USA, es difícil resumir todo lo que pasa, pero lo más importante que cabe reseñar es cómo la serie pasa a formar durante un buen tramo una trama bifurcada en la que se forman dos grupos e iremos sabiendo de cada uno de ellos en números alternos. Así en un número veremos qué pasa con el grupo de Contra-Tierra (Arreglador, Piedra Lunar, Atlas, Match-3 y Jolt), mientras que en el siguiente veremos las aventuras del grupo de Brezo Negro (Ex Hombre-Planta), Madeja (Ex Polilla), Pájaro Cantor (Ex Mimi Aulladora), Amazona (Ex  Asesina de Hombres), Ciclón y Harrier.

Los autores.

Este tomo contiene números escritos en su totalidad por Fabian Nicieza, conocido especialmente por ser el guionista de la renombrada etapa de Nuevos Mutantes/X-Force junto a Rob!,  ser el co-creador de Masacre o Estrella Rota y por su etapa en X-Men (que abarcó la serie durante las etapas de La canción del Verdugo o La Era de Apocalipsis). Nunca me ha gustado como guionista, es más, me parecía especialmente malo, pero su etapa en Thunderbolts me parece bastante por encima de la media. Teniendo en cuenta que venía a sustituir al auténtico alma mater de la serie y el enorme guionista (en todos los sentidos) Kurt Busiek, cuya larga etapa había sido un continuo tour de force y había conseguido mantener en alerta continuamente al lector (tal vez con algún bajón en el segundo año de la serie) aportando continuas sorpresas y haciendo que no fueras capaz de confiar en los personajes por mucho que se mostrasen rehabilitados. Nicieza consigue mantener eso, y nunca llegas a saber si un personaje aparentemente en un bando no puede pasarse al otro en el momento más inesperado. Y eso es muy meritorio. Además, consigue mantener la atención en las dos series paralelas cuando el título pasó a quincenal alternando las tramas de un equipo y de otro. Aunque algún equipo pudiese interesar algo más por afinidad a los personajes, en ningún momento se hace tediosa la otra parte, y su lectura se mantiene interesante en todo momento. Como colofón, un fin a su etapa muy bien cerrado, con un final coherente y que debió suponer el cierre de la serie, habiendo conseguido un volumen redondo.

El dibujo de estos números está alternado (a partir del paso a quincenal, con los dos grupos) por Patrick Zircher y Chris Batista. Zircher cumple con el difícil cometido de suplir al incombustible Mark Bagley y mantiene un muy buen nivel durante todos sus números. Particularmente me gusta bastante más que Batista. Tal vez lo conozcáis de sus números de Iron Man, Nuevos Guerreros, Nightwing o Escuadrón Suicida.

A Batista lo podéis conocer de sus estapas en Steel, Spiderman 2099, el Robin de Chuck Dixon o 52. De la escuela de Klaus Janson, en estos números aún se le ve mucho que mejorar, pero cumple con su papel con suficiente solvencia.

En definitiva, ¿Un mundo feliz?

Si llegáis a esta reseña sin haber leído ningún tomo o número de Thunderbolts, os recomiendo que lo remediéis cuanto antes. El primer año fue especialmente brillante, pero su continuación, con algún altibajo puntual, resulta ser una serie muy entretenida. Te mantiene pendiente de saber si los villanos van a poder mantener su estatus de bienhechores en todo momento, intentas descubrir quién va a ser el siguiente en traicionar o qué sorpresa te va a suponer pasar la página. Una serie que, por otro lado, teniendo en cuenta la época en la que se hizo y el tiempo que ha pasado, tengo que decir que aguanta muy dignamente el paso del tiempo y que resulta una lectura muy agradable e interesante. Panini además la ha editado en un formato que permite hacerte con los 75 números a un precio imbatible, en un formato que, aunque cuando Planeta lo popularizó con su línea Clásicos DC, fue bastante criticado, parece que el hecho de que ahora la saque Panini ha supuesto que la gente cambie de opinión al respecto. A mí siempre me ha gustado, me parece el formato perfecto para recuperar etapas largas a un buen precio.

Este ¿Un mundo feliz? está editado como el resto de la línea, en rústica, con un tamaño de 15×23, con 408 páginas a color por 19,95€, conteniendo los números 60-75 de la serie original.

Lo mejor: La serie entera me parece un etapón y muy recuperable, a pesar del tiempo pasado. El nivel que mantienen Nicieza y Zircher.

Lo peor: Batista me parece un escalón por debajo.

Para fans de series de villanos heroificados. Para los que dudaban que los 90 habían dado cómics recordables. Para fans de aventuras pijameras de toda la vida.