The Unwritten: Historias de Guerra

Guión de Mike Carey y Peter Gross.
Dibujo de Peter Gross, Al Davison y Dean Ormston.
ECC Ediciones. 2016
Rústica, 128 págs. Color.
12,50€

Parece que por fin se va a terminar una de las series más injustamente infravaloradas de los últimos años. Por algún motivo, cuando se repasa a los grandes autores de la línea Vertigo se nombra a Moore, Gaiman, Morrison, Ennis… pero se suele obviar la figura crucial de Mike Carey. Carey es el responsable de una de las más largas y mejores etapas de Hellblazer, fue (ya con su compinche Peter Gross) el responsable en Lucifer de continuar de manera más que digna la franquicia Sandman después de varios intentos fallidos y, finalmente, cuando Vertigo parece estar dando sus últimos coletazos sobrevive como estandarte casi en solitario de esa calidad de la que un día fue sinónimo Vertigo. La serie con la que Carey y Gross han mantenido el pabellón alto hasta ahora es The Unwritten.

The Unwritten: Historias de Guerra está incluído como el décimo número de la serie de ECC, pero en realidad recopila los primeros 6 números de The Unwritten: Apocalypse y he de reconocer que ha sido todo un acierto por parte de ECC no renumerar, ya que es imposible ubicarse lo más mínimo en este tomo sin haber leído los anteriores. En la parte negativa, han sacado de la serie el crossover con Fábulas y es indispensable para seguir la historia. En cualquier caso, aún no termino de entender qué extraños motivos comerciales llevaron a renumerar en los USA para estos 12 números que marcan el final de The Unwritten, pero en ningún caso recomendaría este tomo a un lector que no se haya acercado antes a la serie. En cualquier caso y del mismo modo, jamás se me ocurriría dejar de recomendar esta serie.

The Unwritten nos contaba la historia de Tom Taylor, hijo de un escritor de una saga de novelas al estilo Harry Potter cuyo protagonista se llama como él. Hasta ahí todo bien. A partir de entonces su vida dará un vuelco en una trama donde el poder de las historias es el verdadero motor de la realidad y él parece estar en el centro de todo. The Unwritten: Historias de Guerra arranca después de un importante punto de inflexión, lo que viene a ser el fin del mundo, pero si has seguido la serie en su edición española es normal arrancar desorientado. Debido a las bajas ventas, The Unwritten ha tenido un curioso periplo de publicación. Repasemos, hasta 2013 se publican los 7 primeros número a razón de unos dos tomos al año. De ahí pasamos a un parón de un año hasta 2014 y cuando se rompe es para editar el crossover con Fábulas, que sería el tomo 10 y no el 8 como tocaba. Tenemos que esperar un año más para para comenzar a recuperar los tomos que habían quedado perdidos pero el caso es que para cuando sale el tomo que nos ocupa, han pasado más de 2 años desde que leímos las historias que lo preceden y encima lo habíamos dejado todo justo en medio del apocalipsis, así que el mareo inicial es más que probable.

Cuando se lleva tanto tiempo esperando la continuación de una serie tan grande, es normal tener unas expectativas por encima de lo normal y desgraciadamente este tomo no las cumple, pero no porque descienda el nivel, sino porque la serie sigue con esa regularidad que le caracteriza. Realmente no hay nada que justifique la renumeración ni mucho menos la espera de dos años, pero la serie sigue tan bien como siempre, ni mejor ni peor. The Unwritten: Historias de Guerra es una continuación en toda regla, de hecho éste tomo debería ser la calma que precede la tormenta, ya que el próximo tomo será el último.

A grandes rasgos y sin spoilear, tras un viaje a través de varias historias clásicas como la cigarra y la hormiga, Alicia en el país de las Maravillas o Narnia, Tom logra volver a reunirse con el grupo para encontrarse un mundo que ha sido invadido por las propias historias en lo que parece el inexorable camino hacia su destrucción. Nuestro mundo real está tan mezclado que podría ser que fuera sólo otra historia más. Nada es completamente real o completamente imaginario. El mundo se ha llenado de larvas de Leviatán que se alimentan del lugar donde una historia toca una mente humana y todas tienen lugar a la vez. A la vez varios jugadores van tomando sus puestos para el gran final.

Aún no sabemos qué nos va a deparar el futuro pero varias subtramas se siguen en paralelo y auguran que pronto van a tener relevancia. Carey está disponiendo un montón de pequeñas piezas en el tablero y aún no tenemos ni idea siquiera de a qué juego vamos a jugar. No sabemos qué papel tendrá el don nadie Armitage. Ni sabemos si Tom será ese salvador casi bíblico que nos promete la historia o quizá eso solo sea una historia más tan real y tan falsa como todas las demás. Ya advertimos algo sobre el papel del Sr. Bruckner/Bun al final del tomo, pero ni idea de cuál será su destino final. Sólo hay una cosa que tengo clara: sea cual sea el juego, tengo claro que Carey y Gross nos van a dar un final sólido, coherente y como mínimo digno.

El motivo de mi convencimiento es tanto la causa de mi devoción como el motivo por el que estos dos autores no parecen despuntar comercialmente. Tanto Carey como Gross son artesanos por encima de artistas. Parece como si esta afirmación fuera degradante, pero creo que es todo lo contrario. Para un artista el ego creador es el protagonista. Un artesano prima la obra y el medio, entiende a la perfección su estructura y la trabaja con oficio. Puede que el resultado final no sea deslumbrante a primera vista, pero funcionará y perdurará. The Unwritten es una historia que habla de las historias y hace falta un escritor que las entienda y que nos permita entender desde dentro cómo funcionan. En un medio como el cómic sería preciso en este caso un dibujante que se aleje del lucimiento personal y se ponga al servicio de la historia. No se me ocurren dos autores más adecuados para esto que Mike Carey y Peter Gross.

The Unwritten: Historias de Guerra no es un buen punto de acercamiento para esta serie, pero a tan sólo un tomo de terminar, sólo puedo decir que quien no haya leído aún The Unwritten, se está perdiendo la mejor serie del último Vértigo.