Rubor

Siempre hay gente que confunde Vergüenza con Rubor, algo comprensible ya que el cuerpo termina mostrando casi los mismos síntomas. Cualquiera que me conozca sabrá que carezco de vergüenza, pero en más de una ocasión si que he tenido la sensación de rubor, algo lógico ya que es imposible de controlar.

Rubor es esa sensación de satisfacción ante una palabra, situación o entorno donde nos encontramos cómodos o sentimos un golpe de estima inesperada, incluso una incomodidad, por no hablar del encuentro con aquella persona por la cual sentimos una atracción física o química.

Rubor es un contenedor de historias colectivas, realizadas por diferentes artistas (o puntos de vista) bajo el paraguas de Jordi Pastor, con un único objetivo, definirnos la palabra Rubor, pero bajo un prisma erótico, sensual y carente de vergüenza, donde la inteligencia de los autores se abraza con el humor más directo posible, sin caer en el mal gusto. O lo que es lo mismo, erotismo para la mente y no para las masas.

Rubor se aleja del típico relato de historias pornográficas para mostrarnos la seducción del erotismo ante el lector, que deberá juzgar el nivel de implicación sexual de cada uno de los trece relatos que conllevará a un momento de rubor o simplemente de satisfacción intelectual.

Jordi Pastor, ideólogo de Rubor (cuya inspiración surgió desde Shoo Bop, blog de corte erótico), lidera a Marcos Morán, Candela Fernández, Carmen Segovia, Gabrielle Piquet, Artur Laperla, Sergi Puyol, Danide, Giulia Sagramola, Alexis Nolla, Martín Pardo y Enrique Corominas, autores de estilos muy diferentes entre ellos, para desde un enfoque original, más unos que otros, mostrarnos todos los niveles de Rubor que han experimentado o quieren que el lector lo haga.

Dentro de esta obra colectiva, algunos relatos destacan más que otros, ya sea por su belleza plástica o por su contenido emocional. Aunque el conjunto total me ha encandilado, hay dos historias y un ejercicio gráfico que sobresalen por encima de las demás.

El Manual Básico de Prevención de Riesgos Sexuales de Martín Pardo y La Gran Aventura Sexual de Corominas, son dos obras que por su valor gráfico, la primera, y por su valor emocional, la segunda, escudan de forma notable el sobresaliente esfuerzo de Danide con Las recetas del señor Gourmand, que aúna narrativa gráfica y guión en un juego de sensualidad y un toque sexualidad dentro de un entorno que se presta a otro tipo de respuestas intelectuales y físicas.

No quería terminar sin destacar la esplendida edición llevaba a cabo por La Cúpula, que demuestra una vez más que edición no está reñida con la calidad del producto. Si el color rojo es la característica más destacable del Rubor, el tomo se llena de la paleta de variedades de esta tonalidad, acompañada por el blanco, dejando de lado el negro, tono que termina siempre envolviendo cualquier tomo gráfico, por no hablar de una maquetación y una gráfica muy cuidada plasmada en un buen papel. Parece mentira que haya que destacar algo que por norma debería estar más que presente en cualquier publicación literaria en nuestro país.

Solamente hay una queja, se lee con una facilidad pasmosa, haciendo que su lectura termine demasiado pronto. Habrá que esperar un segundo volumen, cuyo título está más que claro: Ruborizados (Lo siento, si no lo decía, reventaba) para saciar nuestros apetitos más inconfesables.