Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña: Procyon #3. Breve descenso al Infierno

Reseña: Procyon #3. Breve descenso al Infierno

Es sabido que en estas apartadas orillas del inmenso océano galáctico, las del mediterráneo, las del cantábrico y también las del atlántico, hay que sudar sangre para llevar a buen puerto un proyecto comiquero. La aparición de obras nacionales es un fenómeno menos habitual de lo que todos deseamos y mucho menos de lo que a algunos nos gustaría. Y sin embargo, no son pocos los autores patrios que demuestran una y otra vez lo bien que por aquí pueden hacerse las cosas. Concretamente, en el caso que nos ocupa, Ricardo Machuca, con su saga espacial Procyon, de la mano de la editorial Dibbuks, viene a demostrar que las buenas historias de ciencia ficción no solamente se producen en el extranjero.

procyon
Guion: Ricardo Machuca.
Dibujo: Ricardo Machuca.
Editorial: Dibbuks.
Formato: Cartoné, 128 págs. Blanco & Negro.
Precio: 16 €.


Lo que Machuca ha creado en Procyon es nada más y nada menos que todo un universo de ciencia-ficción coherente y rico en detalles. Ahí es nada. La saga sigue los pasos de los Agentes de la Policía Federal Cinco-Patos (agente 22.222) y Octavio Perrillo, neohumano con cabeza y sentidos de perro, en un corre que te pillo detrás del asesino Procyon a lo largo y ancho de toda la galaxia. En este volumen tres, más concretamente, los dos agentes han desertado de la Policía Federal y escapan en un carguero que les lleva a Hades, un planetoide del misterioso Imperio Khan. Una vez el pie sobre el infernal cuerpo celeste, Procyon vuelve a entrar en juego, desvelando un secreto de la Federación ciertamente inquietante…

Khan, Federación… Al menos en lo que a terminología se refiere, más de uno ya estará pensando en Star Trek. Y es que efectivamente Machuca recrea un universo de ciencia-ficción galáctica pura y dura, plagado de referencias y asentado en lugares comunes, pero con un estilo muy personal y un tipo de narrativa que hacen de Procyon un producto particularmente especial.

Procyon3_Page_3

Los diálogos ágiles y cachondos, tan propios de la saga, también están aquí, en esta tercera entrega. El estilo de dibujo caricaturesco de Machuca, unido a la manera que tienen de expresarse los personajes, recuerda muy lejanamente (a lo mejor esto que voy a decir es una burrada, es una sensación muy personal) a los chistes de Francisco Ibáñez. Tal y como ocurre en otras obras que también se pueden asemejar, al menos en las formas, como por ejemplo el Yusagi Yojimbo del gran Stan Sakai, la lectura de Procyon se convierte en un ejercicio de pasapáginas en el que no puedes soltar el tomo hasta que lo has devorado por completo.

No obstante, este tono divertido y ligero no impide que el tebeo trate temas complejos. De hecho, en Procyon se demuestra que el sentido del humor no está reñido con la seriedad en los planteamientos. Nuevamente Machuca utiliza los noticiarios de la holored para ponernos en contexto y concedernos pinceladas interesantísimas de lo que está ocurriendo en el universo, lejos del microcosmos que supone la aventura de nuestros protagonistas. Este tipo de detalles, junto a los anexos incluidos al final del tomo (sacados de Supranet) donde se incluyen detalles de ciencia y tecnología, planetas y sistemas, y personajes históricos del universo Procyon, potencian la experiencia del libro en gran medida, sobre todo para los que somos aficionados a la ci-fi más dura. Detallitos aquí y allá, como la introducción de palabros del futuro (los meses del año) y la deriva de la Holonews en noticias sensacionalistas, consiguen que la inmersión en el universo creado sea francamente buena.

Machuca introduce elementos cienciaficcioneros recurrentes, como el concepto de hipersueño, así como otros más originales, como la genial capacidad de Procyon para sintonizar con el futuro y elegir una serie de objetos que le van a venir bien en lo sucesivo. Una idea que recuerda a algo ya visto en el relato de Phillip K. Dick: Paycheck, que adaptara John Woo en 2003 con Ben Affleck en el papel de Michael Jennings, el protagonista de la historia. No obstante, la representación del planetoide Hades, con esa maravillosa descripción de su inestable geología, de su peligrosa química atmosférica y de su dinámica orbital entre gigantes gaseosos y cinturones de asteroides, se lleva la palma en lo que a conceptos de ci-fi hard bien llevados y atrayentes se refiere. Incluso este escenario sirve para introducir una idea más puramente fantástica, casi de ingeniería planetaria, que da pie a una de las escenas a doble página más impactantes del tebeo.

Procyon3_Page_4

Al margen de las facetas más puramente tecnológicas y científicas, Procyon también contiene reflexiones tradicionalmente asociadas a la ciencia-ficción, como el planteamiento del enemigo orweliano, a lo Corea del Norte, necesario como contrapartida en toda sociedad imperante que se precie, o las referencias a Los carros de los Dioses de Erich Von Daniken, mencionando incluso el cinturón de Orión, famoso por ese recurrente intento de relacionarlo con la civilización egipcia (al menos en los foros del misterio).

Breve descenso al Infierno introduce nuevos personajes a priori muy interesantes, como el samurái guardaespaladas Madame Sin. La trama y las relaciones entre personajes avanzan, mientras que los misterios se mantienen. ¿Quién es Procyon? ¿De qué están hablando exactamente las IAs (narradoras del relato) en esa extraña realidad virtual? La habilidad de Machuca para administrar los enigmas del relato es sensacional, causando ese efecto de desubicación agradable que te hace seguir pasando una página tras otra.

Y todo este enredo deliciosamente representado por el arte de Ricardo Machuca. Imprescindible destacar algunas splash pages a doble página (como la ya mencionada) suficientemente espectaculares, que refuerzan la sensación de maravilla imprescindible en una obra de este estilo. Por ponerle una pega al dibujo, se echa de menos el espectacular coloreado que Machuca sí introdujo en, por ejemplo, Las Arenas del Tiempo. Para mi gusto el blanco y negro no es la mejor elección posible para este tipo de historia, pero supongo que eso es cuestión de gustos.

Procyon3_Page_1

En resumen. Es un hecho que no hace falta irse muy lejos para encontrarse con cómics de ciencia-ficción de calidad, como se ha visto, en nuestro propio país se están haciendo cosas que merecen mucho la pena. Esta tercera entrega de Procyon mantiene el interés ya de por sí muy elevado de la saga y nos emplaza a un próximo número entre dinosaurios que no puedo esperar con más ganas. Si Ricardo Machuca sigue escribiendo y dibujando, yo seguiré leyendo.

PD: Resumen de lo publicado anteriormente (imprescindible si no empiezas desde el tomo uno) y variado material adicional verdaderamente interesante sobre el universo Procyon en: comicprocyon.