Todo buen personaje superheroico que se precie ha sufrido un gran trauma. Un evento salvaje que transforma para siempre su vida y le catapulta directo al estrellato, a protagonizar una serie de tebeos. Paul Dini también sufrió un evento traumático una noche oscura, quizás no a la escala de Batman o Superman, pero lo suficientemente doloroso para él como para plantearse ciertos aspectos de su vida. Suficientemente perturbador como para pedir la ayuda de héroes y villanos. Suficientemente salvaje como para protagonizar su propio tebeo.

Noche Oscura: una historia verídica de Batman, guionizado y protagonizado por el gran Paul Dini, dibujado por el maestro argentino Eduardo Risso, y publicado en nuestro país por ECC Ediciones en noviembre de este año que ya termina.

En esta especie de introspección de Dini, el autor construye un relato autobiográfico que gira en torno a un suceso inesperado y desagradable en su vida. Una fatídica noche es abordado por un par de maleantes con horribles intenciones, dejando al autor desecho física y psicológicamente. En Noche Oscura: una historia verídica de Batman, veremos un repaso de la niñez del señor Dini, conoceremos a parte de su familia así como a su interesante psicóloga (o al menos la percepción que tenía Dini de ella), podremos disfrutar de algunos de los entresijos de la Warner donde se cocía la estupenda serie animada del murciélago, y lo más importante, nos lo pasaremos en grande con todos los personajes estrella de Batman.

Todos y cada uno de los detalles que te va contando el guionista son piezas importantes para entender cómo él cree que se ha ido forjando su carácter. Partiendo de un chico introvertido con su imaginación como única compañera de juegos, llena de personajes de dibujos animados y tebeos de la época que le hacían compañía, hasta el hombre post trauma que relata su historia, con las ideas bastante más claras y algo más seguro de sí mismo (no tengo claro que mucho, de ahí el “algo más”), pasando por ese chico que empezaba a hacer guiones en la industria televisiva, refugiado en su trabajo, con serios problemas para relacionarse con las mujeres, y con momentos bastante bajos en los que no podía evitar darse un poco de pena y abrazar la autocomplacencia.

Lo que hace de Noche Oscura: una historia verídica de Batman, un tebeo tan bueno, es cómo Dini ha conseguido imbuir en el relato todas las joyas de la corona del batuniverso. Batman y todos los villanos más representativos como Joker, Dos Caras, Harley Quinn, Pingüino o Hiedra Venenosa, entre otros, están ahí para interactuar con el autor. Cada uno de ellos representando una porción diferenciada de su conciencia. Paul Dini convierte a los personajes salidos de su imaginación en agentes directos con los que interactuar cuando las cosas se ponen feas, o cada vez que su falta de valor y decisión provocan que se traicione a sí mismo.

Un potencial lector, acostumbrado a los tebeos más “pijameros” ambientados en la ciudad ficticia de Gotham, podría caer en el error de pensar que no se encontrará con las estrellas del show tal y como las conoce. Craso error. Todos los que conozcáis el tratamiento que hace Paul Dini de estos personajes, sabéis que el amor que siente por cada uno de ellos es muy fuerte (echadle un ojo al tomo de Grandes Autores de Batman: Amor Loco dedicado a Dini con el dibujo cartoon de la serie animada de Bruce Timm, porque es una delicia). Tanto como para dedicarles sus mejores años de carrera como guionista. Tanto como para interactuar con ellos y seguir sus consejos. A lo que voy, es que las líneas de diálogo de los gothamitas son excepcionales. Te encuentras con un Joker pernicioso y dispuesto a empujar al abismo a Dini cada vez que tiene ocasión, a una Harley Quinn con ese toque de ternura dentro de la locura que la envuelve que resulta tan acogedora, a un Batman categórico y de soluciones valerosas, simples y directas, y a todos y cada uno del resto de personajes como les conocemos en esencia. Entre todos ellos, destacaría sin duda a Dos Caras, con quien el autor y protagonista mantiene las conversaciones de corte más existencial (y es que ese interior atormentado de Harvey Dent siempre se presta a diálogos intensos sobre la autodestrucción y el apocalipsis).

Eso sí, todos cuidan a su modo a Paul. Saben que la imaginación del autor es el maná que les mantiene con vida.

Claro que, todo el dulce néctar que podemos extraer de este cómic también es en gran parte gracias a su dibujo, a los lápices de Eduardo Risso. La cantidad de estilos que emplea dentro del tebeo son ricos y variados. Maneja un aspecto muy noir en aquellos momentos de tristeza y violencia, para pasar al cartoon más colorido y loco cuando los histriónicos villanos hacen acto de presencia, o cuando los relatos sobre la infancia de Paul Dini requieren un dibujo más propio de unos bocetos. Una maravilla. Además, lidia en ciertos momentos con algo más pictórico en páginas donde se nos presentan retazos clásicos de Batman. Desde luego, el trabajo narrativo de Eduardo Risso en Noche Oscura: una historia verídica de Batman es digno de elogio.

En la línea de este tipo de relato, se podría mencionar aquel Es un pájaro… de Steven T. Seagle y Teddy Kristiansen, donde el guionista, también protagonista de su relato, utilizaba el personaje de Superman, en esa ocasión, para establecer correlaciones entre su realidad y el lado más filosófico del icono superheroico por excelencia. Pese a que hay ciertos paralelismos claros, son importantes las diferencias entre Es un pájaro… y Noche Oscura: una historia verídica de Batman, entre las que cabe destacar el carácter más dramático de la primera, que Superman no interactúa como lo hacen los personajes de Batman en Noche Oscura, y que, mientras que Seagle mostraba animadversión por Superman a lo largo de casi todo el relato, Paul Dini es un claro enamorado de los personajes desde un principio (aunque pase por momentos en que se sienta un tanto defraudado por ellos).

En resumen, Noche Oscura: una historia verídica de Batman se coloca claramente en mi top10 del 2016, con un buen guion, con un buen dibujo, y lo que es más importante, con una buena interacción entre ambos. Un bonito relato donde encontrareis mucho amor por el arte de contar historias y la importancia de este trabajo, y con eso ya me tienen totalmente ganado.

¿Combatir el crimen? Ahora no Bruce, he quedado con Harley… y ya sabes que no soporta que la hagan esperar.