Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña – Marvel Gold: Capitán América de Roger Stern y John Byrne

MARVEL GOLD: CAPITÁN AMÉRICA DE ROGER STERN Y JOHN BYRNE Nº 1 Y 2

Edición original: Captain America #247 – 255
Guión: Roger Stern
Dibujo: John Byrne
Tinta: Josef Rubinstein
Color: George Roussos, Bob Sharen
Editorial: Panini Comics
Formato: Tomo 17×26 cms, tapa blanda, lomo, 96 páginas, color
Precio: 7,75 € c/u.

Capitán América de Roger Stern y John Byrne es uno de los dos títulos (el otro es Los Vengadores: Operación Tormenta Galáctica) con los que Panini inaugura un nuevo formato, denominado “Marvel: Gold”. Bajo este apelativo está previsto que aparezcan en su tamaño original y a color historias que han supuesto un momento importante en la trayectoria de los principales personajes de Marvel, nutriéndose principalmente de material que ya haya sido recopilado en los USA en formato trade paperback.

En el caso que nos ocupa nos encontramos con una serie limitada de dos números en la que se recuperan los nueve episodios del Capitán América (del 247 al 255 USA) que realizaron conjuntamente el guionista Roger Stern y el dibujante John Byrne recien comenzada la década de los 80. Ambos autores, amigos desde hacía años, llevaban tiempo buscando un proyecto en el que poder colaborar juntos hasta que se les apareció la posibilidad de poder hacerlo en la serie del Centinela de la Libertad. El resultado de esta primera colaboración profesional fue excelente, consiguiendo convertirse a pesar de su brevedad en una de las etapas más recordadas en la dilatada carrera del Capitán América.

Stern y Byrne comienzan su andadura con una excelente aventura de tres números llenos de acción en los que el Capi se enfrenta al Barón Strucker, al Hombre Dragón y al Forjador de Máquinas. En esta historia inicial se da explicación a algunas incoherencias que se habían producido con los años acerca del pasado de Steve Rogers y, lo más importante, se potencia el papel de la identidad civil del Capitán América, mostrándonos cómo es su vida como dibujante autónomo, la relación con sus vecinos e introduciendo un nuevo interés romántico en su vida: Bernie Rosenthal.

Tras esta intachable primera toma de contacto, el tándem Stern-Byrne nos brinda una de los relatos más definitorios del personaje. Se trata del clásico “¡Capitán América, Presidente!” (Captain America #250), en el que el Capi es propuesto como candidato a la presidencia de los Estados Unidos. En tan sólo 17 páginas (la extensión de los comics Marvel por aquél entonces) vemos cómo reacciona el Universo Marvel ante tal anuncio, las expectativas que genera la posibilidad de que el Capi se presente al cargo, y las dudas que embargan a Steve Rogers antes de tomar su decisión final. Todo un clásico de la Marvel que, sin duda, es la mejor de las historias incluídas en estos dos volúmenes.

A continuación el Capi debe enfrentarse a Batroc y a Mister Hyde en una historia de dos números que son puro entretenimiento. Tal vez sea la historia más floja de toda esta etapa, o al menos la menos “memorable”, aunque ese buen hacer de sus dos autores (y, sobre todo, de un Byrne pletórico) sigue estando ahí.

La siguiente historia, también de dos números, lleva al Capi a Inglaterra. Allí se reencontrará con Union Jack y con Spitfire, antiguos compañeros suyos en Los Invasores y para quienes el tiempo no ha quedado congelado como para Steve Rogers. Juntos deberán combatir a la vampírica amenaza que representa el Barón Sangre, un antiguo enemigo del supergrupo al que perteneció el Capi durante la II Guerra Mundial.

El último número realizado por el dúo Stern/Byrne es el 255 de la edición americana, un número muy especial ya que con él se celebraba el 40º Aniversario del nacimiento del Capi. En este cómic se nos vuelve a narrar el origen del personaje, mostrándonos como el débil Steve Rogers entra a formar parte de la Operación Renacimiento y cómo pasa a combatir contra los nazis tras convertirse en el Supersoldado. Una historia sin más trascendencia, pero que está perfectamente realizada y que encajaría perfectamente en cualquier antología destinada a ofrecer una selección de historias del personaje.

Lamentablemente, un enfrentamiento entre Stern y el entonces Editor-en-Jefe de Marvel, Jim Shooter, hizo que el guionista dejara la colección cuando todavía no llevaba ni un año escribiéndola, abandonando Byrne la nave al mismo tiempo en solidaridad con su compañero y amigo. De este modo nos quedamos sin poder disfrutar de más aventuras del Centinela de la Libertad a cargo de estos dos autores, entre ellas una en la que estaba previsto que se enfrentara a su gran archienemigo Cráneo Rojo… aunque en contrapartida, y gracias a ello pudimos disfrutar del Capi del dúo DeMatteis/Zeck, que tampoco es manco (y que, por cierto, también está pidiendo a gritos una reedición a todo color).

Dejando de lado especulaciones sobre el posible futuro que hubiera tenido la serie en manos de estos dos autores, hay que decir que los números que nos dejaron son inmensos. Se nota el cariño que ambos sienten por el personaje y el amplio conocimiento que tienen tanto de él (no en vano Roger Stern había sido editor de la serie antes de convertirse en su guionista) como de las circunstancias y personajes ligados a su pasado (hay que recordar que posteriormente Byrne, ya en solitario, volvería a trabajar con personajes de Los Invasores en series como West Coast Avengers y Namor).

Eso sí, hay que decir (sin querer por ello desmerecer el trabajo de Stern, ni mucho menos) que si por algo destaca especialmente esta miniserie es por el apartado gráfico, en el que nos encontramos a un Byrne en plena forma, que nos regala un Capitán América atlético y lleno de dinamismo en las secuencias de acción, al tiempo que muestra ese gran dominio de la narrativa y de caracterización de personajes que tenía en aquellos años. Es el Byrne de los mejores años, el que convierte en oro todo lo que toca, ya sea Uncanny X-Men, Iron Fist, Marvel Team-Up, Los Vengadores, o Los 4 Fantásticos. Por si esto fuera poco, el entintado del gran Joe Rubinstein le otorga un plus de fuerza al dibujo que hace que el resultado final sea todavía más excelente.

En resumen, y para no alargar más la cosa: lo que encontramos en Marvel Gold: Capitán América de Roger Stern y John Byrne son historias muy entretenidas en la mejor tradición de los cómics Marvel, con su justa dosis de acción, emoción, aventuras, sorpresas, amor y problemas para el héroe y su alter ego. Un cómic que puede ser considerado sin rubor como un “clásico” a tener junto a otros compañeros de época como el Thor de Walt Simonson ó el Iron Man de Michelinie, Layton y Romita Jr.. Imprescindible para los amantes de los comics Marvel en general y, por supuesto, para los fans de un Byrne que en aquellos años era el mejor dibujante del momento.