Los Diarios Secretos de Guillaume Bianco 1. Las tetas
Guillaume Bianco
192 págs.
rústica
b/n
13 x 18 cm
978-84-15850-86-1
9,50 €
Colección Diviértete

Existe una eterna discusión entre los amantes del cómic, acerca de si es mejor un cómic de entretenimiento o un cómic con pretensiones más profundas. Cada cierto tiempo surge un tebeo que excava en la psique humana, que remueve nuestras conciencias y nos da una bofetada de realidad. Un cómic profundo, en el que el autor nos muestra su corazón abierto, sus inquietudes, sus anhelos, sus miedos, al tiempo que nos demuestra que en el fondo son los mismos que nosotros tenemos.

Este primer volumen de Los Diarios Secretos de Guillaume Bianco es un claro ejemplo de este tipo de cómic.

Guillaume Bianco es un famoso autor de cómics infantiles y juveniles. Pero detrás del autor está la persona, el hombre con la misma fascinación por los pechos de las mujeres que cualquier otro hombre heterosexual. Este libro trata de explicar por qué a los hombres nos atraen tanto los senos. Pero por supuesto, desde el humor, la nostalgia y la autoparodia. Como Palmiro Capón, pero con gracia. Podríamos meter a Bianco en el mismo saco que otros autores españoles como JC Bonache o David Ramírez, que te hacen tanto un cómic infantil, como gamberradas sexuales sin parangón. Y sin despeinarse.

Este libro, que lamentablemente se lee en un suspiro, cumple dos funciones muy necesarias en nuestra sociedad. Por un lado, para los hombres es un recordatorio de que “no estamos solos”. Que nuestra atracción (a ver, sin pasarse) por los pechos de las mujeres no es algo de lo que avergonzarse, que pasa en las mejores familias, y se puede explicar haciéndonos reír con el método de “tiene gracia porque es verdad”. Y para las mujeres, es el mejor método que ha tenido el autor para decirles “vosotras tenéis tetas, a los hombres nos encantan las tetas, y no pasa nada, de verdad“. Como el propio autor explicó en una entrevista al diario Le Monde, “Este libro es ante todo una declaración de amor a las mujeres.”

Bianco plantea este libro como una catarsis, un diario gráfico de escritura libre para “sacar fuera” esa pasión por los senos. Y lo hace de manera amable, cariñosa, sin recrearse ni buscar el erotismo. Los pechos desnudos que aparecen en el tebeo no buscan excitar al lector, sino trivializar la desnudez. Como dice una de las chicas que aparecen en el tebeo: “¡Son sólo tetas! ¡No hay por qué montar una película de esto!”.

Como he dicho al principio, éste es un tebeo muy necesario. Es divertido e instructivo. Y sobre todo ahora que llega el verano y empezaremos a ir a la playa y a la piscina, e irremediablemente se nos irán los ojos. No pasa nada, de verdad. Sólo son tetas.