Un conejo con espada que vive aventuras, se enfrenta a fantásticas criaturas y sale de la pluma de Stan Sakai.

Es…

USAGI YOJIMBO.

Pues no.

Es Nilson Groundthumper.

Un conejo que vive sus aventuras en la Europa medieval y que sirve de antecesor del conocido ronin de Japón. Aunque es mucho más que eso, ya que Sakai concibió un personaje completo en sí mismo que si bien tendrá algunos toques de lo que es Usagi no hay que considerar que es solo un boceto de este.

Las Aventuras de Nilson Groundthumper (y Hermy) llegan a nosotros gracias a Planeta Cómic en una recomendable edición de tapa dura y a todo color que además trae cierto material extra que es siempre algo de agradecer.

Fechadas en 1984 estas andanzas nos muestran a un Sakai todavía por pulir, con un estilo más cercano a los dibujos animados del momento que al uso magistral que hace hoy de sus trazos. Es inevitable notar un cierto paralelismo con Sergio Aragonés y de hecho en algún punto puede parece que está hecho por él.

Aunque es cierto que todavía no estamos ante el buen manejo de la narrativa que hará posteriormente, en ocasiones se hace algo fallida, hay que alabar ya el fantástico trabajo que hace con las expresiones y los rostros de sus personajes. Logra en todo momento que sus expresiones queden claras y concisas, dando al lector toda la información que necesita.

Una tras otra las aventuras se van sucediendo llenando las viñetas de humor y risas, entregando al protagonista a misiones que casi siempre le superan y en las que su ayudante, Hermy, es más un niño inocente jugando con fuego que una ayuda. Destaca la historia Loxos y Doxos en la que el autor deja de forma momentánea la comedia de lado para meterse en la crítica política, aunque hecho de tal manera que puede pasar desapercibida pesar de lo evidente de esta.

Es una lástima que no se llegara a más ya que el personaje y su mundo apuntaban maneras. Esto es algo que se hace más patente en la introducción del propio Stan Sakai en el que cuenta todo lo que tenía previsto hacer, en caso de haber seguido.

Pero por suerte tenemos estas pocas historias que una vez más demuestran que Sakai es uno de los autores más competentes e interesantes del mundo del cómic. Y lo es desde hace décadas.