Es la hora de las tortas!!!

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Reseña Infinity: Outrage

“Infinity es un juego de miniaturas que simula combates futuristas en un entorno de ciencia-ficción.” Así es como definen en la web de Corvus Belli el universo de ficción jugable que partió en 2005 desde su Galicia natal y que está triunfando a nivel internacional. Estamos ante un mundo futurista en el que se ha conquistado el espacio y varias facciones conviven en una frágil estabilidad. Con este punto de partida entran en juego Víctor Santos y Kenny Ruiz y su Infinity: Outrage.

Infinity: Outrage portada

Infinity: Outrage

Guión de Víctor Santos
Dibujo de Kenny Ruiz
Rústica con sobrecubiertas. 192 páginas. B/N
12€
Corvus Belli. 2017

Bajo este marco Santos y Ruiz nos cuentan la historia de un grupo de mercenarios envueltos en una misión encubierta en un planeta con una delicada situación política. La cosa se complicará y lo que parecía una incursión limpia acabará teniendo implicaciones mucho mayores de lo que parecía.

A priori, con estos datos la premisa podría resultar simple y tratándose de un cómic adaptando una franquicia, la única razón para confiar en Infinity: Outrage es el buen hacer de Víctor Santos y Kenny Ruiz… y resulta más que suficiente. Quien espera una historia de encargo con los autores a medio fuelle se va a llevar una agradable sorpresa.

Infinity: Outrage 01

El gran mérito de Víctor Santos como guionista nunca ha sido el tejer enrevesadas tramas ni lanzarnos ideas absolutamente rompedoras. Su punto fuerte siempre ha sido entender cómo funciona una historia, tomar los elementos que tiene y sacar petróleo de ellos. Tampoco es que el mundo de Infinity esté carente de trasfondo, pero es al fin y al cabo un juego pensado para librar escaramuzas en un ambiente de ciencia ficción que tampoco es excesivamente rompedor. Sin embargo, sabe trabajar con nuestros referentes en este tipo de ambientes de ciencia ficción futurista. Víctor Santos y Kenny Ruiz toman lo que tienen y montan una historia propia con grandes dosis de algo que les sobra: molonismo.

Empezamos por la presentación uno a uno de los personajes: Una hacker niña de la guerra, un bruto ruso con sorpresa, un ninja (¿para qué decir más?), un pibón latino enfundada en una armadura mecha que es el verdadero músculo del grupo, su jefa, una taimada militar de operaciones encubiertas y el más molón de todos: Knauf, un francotirador sin nada que envidiar a un Clint Eastwood o un Lobezno.

Infinity: Outrage 02

En muy pocas páginas ya cada personaje tiene su propia voz, su propia gestualidad e identidad. Con pequeños pero muy acertados detalles de caracterización y algunos artificios narrativos bien puestos bastan unas páginas para hacerte con ellos. Hasta la nave ‘Dolly Dagger’ tiene su propia entidad y casi podemos escuchar la banda sonora de Jimi Hendrix cuando las cosas se pongan movidas… y ahí será cuando todo se desmadre. A partir de la trepidante escena de acción donde Kenny Ruiz da el do de pecho, toda la historia que habíamos leído da un vuelco y resulta que más allá de un tebeo de acción repleto oneliners y carisma, hay una trama de conspiraciones con la que no contábamos.

Pero más allá del giro, del que dar más detalles nos metería en terreno spoiler, para cuando se produce, el tebeo ya nos ha atrapado. Embaucándonos con referentes como Alien, Firefly, Cowboy Bebop, Appleseed y otros mil, conquistándonos con la personalidad de los protagonistas y vistiendo la historia de acción desbordante, nos cuelan mucha más información de que conscientemente podríamos digerir. Da igual que estemos o no familiarizados con el juego, en menos de 200 páginas, seremos viejos conocidos de Infinity. Una historia pequeña de sólo unos pocos personajes nos habrá contado algo más grande, un truco tan añejo como efectivo de un par de perros viejos en este mundillo de los tebeos como Santos y Ruiz, que saben como hacer el engaño de la cuchara y el avión, cómo introducirnos en un mundo complejo a base de molonismo, diseños espectaculares, elementos de acción flipada y pequeños detalles que construyen en segundo plano.

Infinity: Outrage 03

Resulta curioso que dos viejos colegas como estos autores no hubieran colaborado antes apenas, aún más que a pesar de ello funcionen tan bien como equipo y todavía más raro teniendo en cuenta que Víctor Santos trabaja para el mercado americano y Kenny Ruiz dibuja manga. El resultado de este ‘más difícil todavía’ es un híbrido extrañamente fluido donde distintos estilos se dan la mano de manera muy natural y sin excesivos aspavientos.

Y es que todo en este tebeo es así, un tebeo con cobertura de digestión rápida pero con un trabajo de fondo impecable. Lamentablemente, Infinity: Outrage está tan bien orquestado que no nos daremos cuenta, pero precisamente este hecho es la señal de un trabajo bien hecho. Probablemente sus autores me dirían que me dejara de tanta historia y que disfrutara del tebeo, pero en ratito os lo dirán ellos mismos en una entrevista que les hemos hecho.