Es la hora de las tortas!!!

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Reseña de Hellblazer de Andy Diggle

Hellblazer de Andy Diggle Con 230 números a sus espaldas, la serie Hellblazer ya contaba con etapas bastante identificables, cada una con su propia personalidad. En este punto, el que te asignaran esta serie era tanto un honor como una tremenda responsabilidad. Andy Diggle tomó el relevo durante casi 20 números aportando su punto de vista al personaje y a la serie. El Hellblazer de Andy Diggle es una serie que vuelve a los orígenes, tomando conceptos e incluso personajes del principio de la serie, y cuya principal característica es el tono oscuro y gore de la serie a partir de este punto.

Hellblazer de Andy Diggle Diggle tiene una historia en mente que contar y la estructura en una introducción, y tres bloques principales. Abre con En lo más hondo, un arco con el que Diggle nos presenta sus credenciales para lo que resta de etapa, con una historia en la que Constantine comienza encadenado a un árbol con una marea creciente y el secuaz de un mafioso que cree que la muerte de su hija es bastante culpa de nuestro ocultista favorito. Además de suponer un recurso efectivo por lo impactante del comienzo, sirve para justificar Ruletas, sistemas de control, el segundo arco argumental en el que Constantine se cobrará los servicios prestados con Pearly (el mafioso) desplumando su casino. Al final te das cuenta de que ha empleado los cuatro primeros números en romper con una premisa que lleva dando guerra 230 números, como es el pasado de Constantine en Ravenscar y su fragilidad en todo lo que tiene relación con esa etapa. El arco acaba dejando a John en un punto de partida para poder afrontar los siguientes retos con todas sus fuerzas.

Así nos encontramos con uno de los arcos más largos de la etapa, De paseo, de cuatro números de extensión. Se nos presentan a cuatro jóvenes conocidos como la banda de Hunger Hill, que pasan el día drogándose y sin preocupaciones. Durante una de sus noches de marcha acaban atropellando a una niña, sin que el responsable recuerde nada de lo que ha pasado. En este arco conoceremos a Lord Calvin Burnham, ministro de vivienda y asuntos sociales y aficionado al ocultismo. Este será uno de los principales enemigos de Constantine en toda la etapa.

Todas estas historias están dibujadas por Leonardo Manco, que se ha asentado como uno de los dibujantes más longevos de la colección, que mantiene ese estilo sucio, con tintas casi a vuelapluma muy espontáneas y manchas de tinta que recuerdan en muchos momentos al estilo de Bill Sienkiewicz.

A continuación tenemos Niebla, un fill-in que servirá de interludio entre los dos primeros bloques de la etapa de Diggle, con una historia en la que Constantine tendrá que ayudar a Mapa a cerrar un portal que conduce al Londres oscuro. Un número dibujado por Danijel Žeželj con un estilo muy oscuro, de figuras de trazo muy grueso que aportan mucha sombra en todo momento.

Hellblazer de Andy Diggle Manco vuelve para el siguiente número, El pasaje, que sirve de introducción al segundo bloque de esta etapa. En él se presenta a Mako, un temible mago africano que acapara la magia de otros magos comiendose sus cerebros. Tiene echado el ojo a Constantine y para ello recurrirá a un hechicero africano que ya aparecía en el primer número de la serie. Otra muestra más del respeto de Diggle a la etapa de Delano, recurrente en todos sus números.

El mago sonriente es un arco de tres números que se centra en la búsqueda de Constantine por parte de Mako. Un arco en el que Manco exagera cada vez más ese entintado sucio y similar al de Sienkiewicz, en el que hay veces que los personajes parecen estar echando humo, con una extensión de la tinta del pelo… Supone también la confluencia de los dos grandes enemigos de Constantine para el último tramo de la etapa.

Para el siguiente arco, La mortificación de la carne, que sirve casi de interludio o introducción al último bloque, tenemos el regreso de Giuseppe Camuncoli a la colección, y con ese peculiar estilo que, a pesar de ser más propio de las series superheróicas al uso, es muy bien adaptado al tono oscuro de la serie y encaja a la perfección con la historia. Constantine tendrá que ayudar a uno de los bibliotecarios negros del Vaticano (que tienen acceso al sector donde se acumula todo el conocimiento prohibido de la biblioteca) a enfrentarse a una súcubo vieja conocida de John.

Hellblazer de Andy Diggle A continuación tenemos un interludio/fill-in propiamente dicho, absolutamente independiente, que es llevado a cabo nada menos que por Jason Aaron y dibujado por Sean Murphy. Ahí es nada. Newcastle Calling nos cuenta cómo unos chicos intentan grabar un documental sobre Membrana Mucosa y los misteriosos acontecimientos que tuvieron lugar en su último concierto en Newcastle. Para ello se desplazarán nada menos que al Club Casanova, donde tuvieron lugar los tristemente famosos asesinatos de Newcastle. Aaron nos regala una historia en la que Constantine tendrá que enfrentarse una vez más a su pasado y a un demonio con el que ya se había encontrado con anterioridad. La historia está muy bien hilada por Aaron, y el dibujo de Sean Murphy es una absoluta delicia, qué bien le sienta a la serie. Deja con unas ganas tremendas de una etapa larga con este mismo equipo…

Así llegamos al arco final, Las raíces de la coincidencia, donde se cierra el Hellblazer de Andy Diggle. Un final muy interesante que aparenta ser muy abrupto (de hecho, el propio autor lo reconoce poniendo una frase en boca de Constantine, que se sorprende del final tan acelerado) reservándonos un fabuloso epílogo con el que acabar con alguna última sorpresa.

Las útimas dos historias pertenecen al número 250, la primera de ellas escrita por Dave Gibbons y dibujada por Sean Phillips y la segunda escrita por China Miéville y dibujada por Giuseppe Camuncoli.

Y como siempre, si algo destaca en esta serie son sus espectaculares portadas, y el trabajo de Lee Bermejo y Glenn Fabry en las de los números aquí incluido, quitan el hipo.

Hellblazer de Andy Diggle En definitiva, Hellblazer de Andy Diggle.

Hellblazer de Andy Diggle Andy Diggle ofreció una etapa muy compacta, con un homenaje y reconocimiento al origen de la serie, recuperando cosas de la etapa de Delano e incluso un poco ese toque sórdido de los primeros números. A eso le añadió un toque de gore a los dibujos, con la ayuda de un Leonardo Manco tan soberbio como explícito, en ocasiones. Con todo, hay una crítica que se le puede hacer a esta etapa, y es que es una etapa absolutamente intrascendente. No aportó nada importante al personaje ni a la serie. De hecho, diría que solo pondría por detrás de esta etapa la de Denise Mina. ¿Quiere decir eso que no merece la pena? ¿Que es mala? En absoluto. La peor etapa de Hellblazer está muy por encima de la media habitual. Diggle nos plantea unos villanos interesantes, una historia enlazada de principio a fin, incluso cuando no tiene relación aparentemente con lo que sigue a continuación. Es muy entretenida y además tiene personalidad, pero tiene un problema: Y es que en esta serie hemos visto etapones brutales como los de Carey, Ennis o Delano. Hemos visto llegar casi a esa altura a autores como Milligan (que casi dudo en incluir en la élite), Jenkins, y tal vez algo más lejos a Ellis, Azzarello o Mina. El hecho de que no sea de las mejores no impide disfrutar de ella lo más mínimo, ni me hace dejar de recomendarla. Pero si tenemos que ordenar y poner un ranking, esta queda de las últimas para mi gusto personal.

ECC Ediciones nos trae este tomo con la etapa íntegra en un tomo cartoné de 494 páginas, conteniendo los números 230 a 250 de Hellblazer a un precio de 40€.

Lo mejor: Tiene personalidad. El toque gore. El homenaje a Delano.

Lo peor: Siendo sinceros, resulta intrascendente, aunque se disfrute con ella.

Para seguidores de la serie. Para los que necesiten un toque más gore en las historias de Hellblazer. Para los nostálgicos de la etapa de Delano, contiene numerosos homenajes.