Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña: El hombre sediento 6 y 7

EDICIÓN ORIGINAL: Kawaite Sourou vol. 6 y 7
FECHA PUBLICACIÓN: Septiembre / noviembre de 2015
GUIÓN: Kazuo Koike
DIBUJO: Goseki Kojima
FORMATO: Rústica, 256 págs. Blanco y Negro.

Volumen 6: Los templos funerarios de la familia del shôgun, el Zôzôji de Shiba y el Kan’eiji de Ueno, han empezado a competir por un suceso muy importante para el país. La muerte de la madre de Yoshimune está muy cerca y la hostilidad latente entre los dos templos funerarios echa chispas.

Volumen 7: La mujer Marishiten es la más fuerte del universo. Es nada menos que Kan, la hermana pequeña de Mondo, de distinta madre, y va a por él. ¿Logrará el catador huir de la espada ajena que podría matarle mientras a él le asaltan las dudas?

Kazuo Koike y Goseki Kojima son dos autores de manga legendarios, que han dado al mundo obras del calibre de Lobo Solitario y su Cachorro, o Asa el Ejecutor. Obras que muestran a héroes fuertes, invencibles, pero con un toque de humanidad. Cierta vulnerabilidad, si lo preferís. Aquí pretenden rizar aún más el rizo presentándonos a Mondo Kainage, el hombre perfecto. Y es tan perfecto que resulta risible.

Pero ojo, el que provoque hilaridad no quiere decir que sea un mal tebeo. Al contrario. como ya dije en mi reseña de los volúmenes anteriores de esta serie, El hombre sediento es el manga de samurais más divertido que podáis encontrar. Y los dos últimos tomos leídos lo confirman.

Para empezar, Mondo se enfrenta a una asesina que utiliza mondadientes envenenados para acabar con sus víctimas. Por supuesto, y como no podía ser de otra forma, Mondo le da bambú y ella aprovecha el retoce para clavarle repetidas veces su mondadientes envenenado en varias partes del cuerpo. Pero Mondo está entrenado para soportar todos los venenos, de modo que lo que a otra persona habría causado la muerte, a él sólo le provoca hinchazón y malestar. ¿Y adivináis en qué parte del cuerpo le afecta más la hinchazón? Exactamente. Para gran regocijo de sus dos esposas (sí, dos), que saben que estando en ese estado no podrá acostarse con otras mujeres. Como se suele decir, “mío o de nadie”.

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16 centímetros de pene erecto, según el primer tomo, multiplicado por 3, nos da… miedo.

Más adelante Mondo se enfrenta a:

  1. Asesinos contorsionistas hindúes
  2. Un tallador de efigies de buda que no duda en utilizar a su mujer para engañar a Mondo
  3. Una asesina disfrazada de bailarina (que nos enseña que para que una mujer se deje hacer no hay más que apretarle los pezones)
  4. Su primer amor, que no es otra que su propia hermanastra, hipnotizada por un asesino yogi. No preguntéis.
  5. Unas furcias natatorias que asesinan a sus clientes para atraer a Mondo y así matarle para vengar la muerte del padre de una que murió porque le quería mandar unas cartas al shogun y yo qué sé, un lío. Tal cual.
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¡Qué campechano!

Pese a todo lo que he contado, no todo son risas en estos dos tomos. Concretamente, el último capítulo del séptimo tomo nos trae una emotiva historia del origen de Mondo, de cómo le crio su madre y le hizo inmune a los venenos para así llegar a ser catador de venenos de su propio padre, el shogun. Una historia dura, que contrasta con el tomo desenfadado de las anteriores, pero también necesaria para comprender el origen del personaje y cómo llegó a ser lo que es.

La historia de El Hombre Sediento concluirá en el número 8 de la serie, y no puedo esperar a ver con qué nos sorprenden los autores en la traca final.