Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña de Divinity 1

Reseña de Divinity 1
Guion
Matt Kindt
Dibujo
Trevor Hairsine
Formato
Rústica. 128 páginas. Color.
Precio
13,95€
Editorial
Medusa Cómics. . 2017
Edición original
Divinity #1 - #4 USA. Valiant

“La Tierra está a punto de conocer a un nuevo dios. Y es comunista” Es imposible que la premisa de Divinity no llame la atención. Una vez soltado el gancho, Matt Kindt y Trevor Hairsine te van a contar su propia historia, que puede no ser lo que esperas, pero sin dudad brinda un modo diferente de leer superhéroes.

Hace 30 años un astronauta soviético fue lanzado al espacio para llegar más lejos de lo que un hombre ha llegado jamás. Ahora está de vuelta pero lo que ha aterrizado ya no es un hombre, sino un dios omnipotente y dispuesto a hacer su voluntad por el bien de la humanidad.

Divinity

Ya desde la elección del nombre y la raza del personaje protagonista sabemos que no vamos a leer un tebeo convencional. Abraham Adams es un hombre negro en plena Rusia soviética y sin embargo, no vemos el más mínimo signo de racismo o desconcierto siquiera en una sociedad preeminentemente caucásica y no exenta de cierto hermetismo. Además de algún modo estaba destinado a cumplir la misión que lo convertirá en un dios y no sólo por las alusiones patriarcales de su nombre sino porque cada vez que asistimos a un flashback de instantes previos al lanzamiento de la nave, Adams demostró que durante toda su vida siempre fue el más apto para la misión que le llevaría más allá del límite que cualquier humano haya podido ver.

Más allá de las preguntas sobre la divinidad y la humanidad que plantea Divinity, uno de su mayores logros es introducirnos en la piel de este dios que percibe la realidad de manera distinta a un ser humano. Para ello Matt Kindt se vale de un uso del tiempo similar al que se usara en el cuarto número de Watchmen; todo el tiempo es simultáneo y vemos todo y a todos casi como lejanos ecos del pasado. Del mismo modo que Alan Moore hacía con el Doctor Manhattan, Kindt recupera el truco para mostrarnos no sólo la distancia de la omnisciencia sino el modo un tanto desubicado y extraño en que un dios de este tipo ve a la humanidad.

Divinity

Cierto que el concepto no es suyo, pero Kindt y Hairsine se las apañan para hacerlo funcionar durante cuatro números en favor de ese extraño lirismo que flota en el tebeo. La narrativa visual y el texto que aparentemente no van de la mano, se unen de un modo un tanto poético para conformar algo más grande la suma de sus partes. Llega un momento en que el concepto principal y el tono han sido presentados y aparece Unity (algo así como los Vengadores de Valiant, para quien no los conozca) . Todo nos hace temer que se va a convertir en una ensalada de mamporros, pero se las arreglan para que incluso la pelea funcione dentro de este juego poético con el tiempo y contribuya a afianzar la idea principal.

Por su parte Hairsine cumple con oficio y saca partido al experimento del tiempo simultáneo sin caer en copiar el procedimiento que en su día usara Dave Gibbons en Watchmen optando por un tratamiento mucho más abierto y maleable.

Divinity

Quizá tras el reclamo publicitario se echa en falta una mayor profundidad sobre la idea de un dios comunista y sobre la que se hace un vuelo más superficial de lo que la idea prometía. Detalles como el afán de dar a cada uno lo que necesita o equiparar e igualar a cada individuo son aspectos algo sesgados e incompletos, pero la historia funciona sin entrar en profundidades políticas.

Casi es una lástima que la historia no acabe aquí. En realidad funciona con cierta autonomía y casi podría haberse dado por concluida pero continuará en tomos posteriores y dará lugar a lo que se ha dado en llamar Stalinverso. Pero no nos compliquemos con una posible futura trascendencia en el universo Valiant, Divinity funciona por sí sola como una de esas joyitas de la editorial que demasiado frecuentemente pasan por debajo del radar y supone además un punto de aterrizaje perfecto para aquellos que aún no hayan picado Valiant.