Efectivamente, que dicen en Marvel que se nos muere Lobezno. En declaraciones exclusivas para Es la hora de las Tortas, Shrek ha declarado “Y voy yo, y me lo creo”. Paul Cornell se encuentra actualmente escribiendo el arco argumental 3 months to die (3 meses para morir) que culminará en una miniserie  semanal de 4 números en septiembre que llevará el ilustrativo título de “La muerte de Lobezno”, como se ha anunciado en la pasada Convención de Chicago C2E2. A propósito de este anuncio, el portal de noticias comiqueras Newsarama ha entrevistado al autor de dicha miniserie, Charles Soule que contará nada menos que con el espectacular Steve McNiven a los lápices.

La historia.

En el arco escrito por Cornell, básicamente tenemos a un Lobezno que a causa de un misterioso virus, pierde su factor curativo, por lo que su famoso comodín de vida extra pasa a mejor vida, ahora Lobezno puede quedar herido e incluso morir. Como dice el propio Cornell, ante esa noticia, cualquier persona cambiaría su manera de vivir y enfrentarse a los peligros y amenazas, pero Logan no es un tipo normal, por lo que sigue siendo tan bestia parda como de costumbre, y no se amedrentará antes los potenciales peligros de muerte. Sus propias garras producirán un daño tan difícil de recuperar como para cualquier otra persona, y en los 4 números, Soule promete un viaje en el que nos presentará a distintos Lobeznos en cada número. Una serie que, a todas luces, aspira a convertirse en la “El viejo Logan” de esta década.

Lo más destacable es que Soule promete que no es un reclamo comercial y que Lobezno acabará muerto al final de la miniserie. Al ser preguntado si el título es literal o figurativo, Soule contesta:

Sí. No es figurativo, o alguna especie de truco de ilusionismo . Lobezno no sobrevivirá a la serie. Pero creo que el saber eso realmente le añade algo a la historia. Le da un tono que la mayoría de historias de Lobezno no tienen. Le hemos visto sobrevivir a… bueno, a casi todo. Ya es hora de verle morir- pero lo que encontrarán interesante los lectores es el cómo y el por qué.

Es decir, que vamos a asistir a la muerte del mutante inmortal. Sí, ese que actualmente habita en el 40% de los títulos Marvel. Así que supongo que tendremos las reacciones de Los Vengadores, de los Imposibles Vengadores, de la imposible Patrulla-X, la Nueva Patrulla-X, la increíble Patrulla-X, la Patrulla-X de Lobezno y la Patrulla-X, de… buff, un montón. Y durante unos cuantos meses tendremos los números de duelo, reacciones, de acomodación de los (múltiples) equipos a su nueva situación. A decir verdad, es algo que ya hemos vivido con anterioridad, no es nada nuevo. Y lo mejor de todo, es que sabemos que no va a aguantar mucho en su tumba, por lo que no es más que otro reclamo comercial para hincharse a vender. En los últimos años, la muerte de un personaje principal es algo habitual… y venden como churros, curiosamente.

Antecedentes: Las otras muertes.

No están todas las que son ni son todas las que están, pero mi ranking de muertes que no eran tal es:

La pesada: Jean Grey. Sinceramente he perdido la cuenta de las veces que Jean Grey ha muerto y resucitado. Fue posiblemente la primera heroína importante que moría en la famosa Saga de Fénix Oscura (que tanto gusta al amigo Ferrán Delgado como nos muestra en su Plot 2.0). Luego los Vengadores y los 4 Fantásticos la encontrarían en el océano para que pudiera participar en la X-Force de Peter David, y comenzar así una recurrente costumbre de muertes y resurrecciones. Ahora mismo, por cierto, está vivita y coleando en La nueva Patrulla-X, y por partida doble (spoiler).

La impactante: Flash (Barry Allen). Fue un golpe de efecto en plenas Crisis en Tierras Infinitas. Y nos deberíamos quitar el sombrero porque por primera vez un guionista y un editor se plantean acabar con un personaje de manera definitiva y “casi” lo consiguen. Barry Allen murió y dio paso a Wally West. Su muerte perduraría por casi 25 años. Solo por eso merece un aplauso la editorial. Hoy en día eso sería impensable. Algo similar se podría decir con Supergirl, también en Crisis en Tierras Infinitas.

La comercial: Superman. Fue la que dio el pistoletazo de salida a matar a un personaje importante para que aparezca en los medios, ayude a las ventas y en cuanto se pase un poco la locura, volver a traerlo de vuelta. La idea era casarlo, pero como querían coordinar todo el asunto con la boda televisiva de Las aventuras de Lois y Clark, se encontraron con que no tenían con qué llenar todo ese hueco que habían reservado para la boda y a algún alma cándida se le ocurrió que podían matarlo. La muerte, luto y resurrección fue editada por Planeta en un manejable tomo de 800 páginas. 800 páginas de puro artificio comercial con el que DC batió todos los récords de ventas hasta entonces.

Las consecuencias de la de Superman: Green Lantern y Green Arrow. Como DC ya había tomado buena nota de lo que había conseguido, usó la fórmula para aquellos personajes que llegaban a un punto de estancamiento. Eso sucedió con Green Lantern al que mató en Crepúsculo Esmeralda, para resucitarlo poco después como el nuevo Espectro, o Green Arrow, con quien intentó hacer una maniobra parecida a la de Flash, sustituyéndolo por su hijo Connor, y al que acabaron trayendo de vuelta por la falta de calado del nuevo arquero, que no acabó de hacer olvidar al viejo cascarrabias mujeriego.

La bien planificada: Capitán América. Fue posiblemente la segunda muerte más impactante tras la de Superman. Repercusión mediática, aparición hasta en telediarios (con jugosos spoilers), ventas explosivas y una historia bien planeada tanto en su elaboración como en sus números posteriores. Vino en un momento importante, en pleno desenlace de la Guerra Civil, muy impactante. Y el que Bucky fuera su heredero era la evolución lógica y natural. Una historia bien elaborada que, a pesar de su evidente búsqueda de comercialidad, contó con las ideas de un coherente Ed Brubaker que lo hizo bien. Y aguantó todo un año, ahí es ná.

La muerte que no era muerte: Batman. En Crisis Final Darkseid se ventila a Batman, con el consecuente revuelo de las airadas masas, pero no pasó mucho hasta que viéramos la historia de El regreso de Bruce Wayne. Era una muerte que nadie se creía, que todos sabían desde un principio que tenía pega (y más con Morrison detrás) pero que al menos sirvió para contar con una buena etapa de Dick Grayson con la capucha de murciélago.

La cachonda: Spider-Man. Cachonda porque, a pesar del revuelo, Dan Slott hizo que Otto Octavius adoptara el cuerpo y mente de Peter Parker y nos ha regalado un año de aventuras muy divertidas. Todos sabíamos que Peter volvería, y más con una película a punto de estrenarse y así ha sido. Pero que nos quiten lo bailao.

En resumen.

Que sí, que Lobezno se muere, pero que nadie duda ni por asomo que no tardaremos en verlo volver, y más cuando es posiblemente el personaje más popular y pilar absoluto de la estructura de Marvel comics en la actualidad. Si Soule cuenta con la libertad de hacer una buena historia, es, creo, con lo que debemos quedarnos. Como él mismo ha dicho, disfrutemos del cómo y el por qué. Ya tendremos una nueva serie con “El regreso de Lobezno” pero esto debemos leerlo como lo que es: Una historia que busca vender tebeos, pero que si nos puede brindar una buena historia, es con lo que deberíamos quedarnos.