Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Por siempre jamás – Una educación poco sentimental

Por siempre jamás – Una educación poco sentimental
Guion
Dave Justus, Lilah Sturges
Dibujo
Mark Buckingham, Travis Moore
Tinta
Mark Buckingham, Travis Moore
Color
Michael E. Wiggam
Formato
Rústica, 144 páginas.
Precio
13.50 €
Editorial
ECC. 2017
Edición original
Everafter: From the pages of Fables 7-12 USA

Si la semana pasada nos despedíamos del más reciente (hasta ahora) relanzamiento de Lucifer, una de las cabeceras más legandarias que dio el moribundo sello Vertigo, hoy le decimos adiós al tercer spin off de Fábulas la serie más longeva nacida en este sello.

por siempre jamas una educacion poco sentimental portada

Una educación poco sentimental

Podríamos decir que el eje central de esta historia es la relación entre realidad y magia, entre mundanos y fábulas. La segunda (y a la postre, última) misión de los Agentes Fantasma tiene su origen en una típica película de instituto americana. Tres de los habituales nerds sufren las burlas y humillaciones de sus compañeros de clase. La situación da el esperado giro fantástico cuando el grupo de víctimas descubre un alijo de artefactos mágicos que tiene la madre de uno de ellos en casa, que utilizan para vengarse de sus acosadores y de los que no hicieron nada cuando les veían ser machacados, montando su propio reinado del terror mágico en un universo privado que recuerda al Tabula Rasa de las colecciones mutantes de Marvel de principio de década. Y los responsables de ponerle freno a esta situación son el grupo de black ops mágico de Feathertop, en el que milita Connor Lobo, pero que en esta ocasión tendrá el foco de atención en Bobby Speckland, la primera fábula de origen mundano. Y veremos un alocadísimo reparto de criaturas mágicas entre las que se encuentran, entre otras, elfos, hombres lobo, zombis, unicornios y cabezas de cabra voladoras.

Tenemos en el primer número del tomo un invitado muy especial: Mark Buckingham, el artista que le dio a Fábulas el tono y el estilo que la caracterizaron durante la casi totalidad de los 150 números que duró, dibuja el primer número de los incluidos en este volumen. Aunque la presencia de Bucky siempre es de agradecer, le hace un flaco favor a Travis Moore, el dibujante del resto de la serie, que es totalmente correcto pero no llega a la altura del dibujante con el que se le compara en este tomo.

Los spin offs de Fábulas

Al margen de la novela de prosa, de las novelas gráficas, de las series limitadas de Cenicienta, de Literales, y de la adaptación del videojuego El lobo entre nosotros, han visto la luz tres series con intención de ser regulares. La primera fue Jack de Fábulas, que llegó hasta el número 50. La segunda, Fabulosas, llegó hasta el 33. Y esta Por siempre jamás ha echado el cierre en el 12. Cada vez el apoyo de los lectores a la explotación comercial del legado de la serie de Bill Willingham es menor, y esta última aproximación no puede ser calificada de otro modo que un sonoro fracaso de ventas. El primer número no consiguió llegar ni a los 12000 ejemplares vendidos, y en el momento de la cancelación estaba por debajo de unos paupérrimos 5000. Es de suponer, visto lo visto, que el mundo de las Fábulas descansará una larga temporada.

En resumen…

El gran problema de esta serie es que no tiene -tenía- ni la épica ni los personajes carismáticos de la serie de la que procede. Las ideas que plantean tanto este tomo como el anterior, El protocolo Pandora, no están desprovistas de interés, pero no son lo que era la serie original. Se nota que, aunque Justus y Sturges hagan un trabajo innegablemente competente, no son Bill Willingham y éstas  no son sus creaciones. Que se haya juzgado a Por siempre jamás con la misma vara de medir que a la serie madre no le ha hecho ningún favor. Pocas series están a la altura de Fábulas, y pocas resistirían una comparación con ella saliendo airosas.