Con las fiestas navideñas por medio, se nos había quedado en el tintero una noticia que en los últimos días ha sido tratada en diversas webs de cómics y medios de información general: la de la expiración del copyright de Popeye en la Unión Europea coincidiendo con el inicio de este año 2009.
E.C. Segar, creador de Popeye, murió en 1938 a la temprana edad de 43 años. Se da la circunstancia de que en la Unión Europea la ley protege los derechos de los autores durante los 70 años posteriores a su muerte.
Según se explica en la web Telegraph.co.uk, esto significa que desde el pasado uno de enero el personaje está dentro del Dominio Público y que cualquiera podría imprimir y vender pósters o camisetas de Popeye, e incluso se podrían crear nuevas historias del personaje, sin necesidad de obtener ningún tipo de autorización ni de realizar ningún pago de royalties.
Según informó hace unos días ABC.es, se estima en 2.200 millones de euros las ganancias generadas por el personaje de Popeye en un sólo año en productos como videojuegos, libros, juguetes, o camisetas. La noticia del pase de Popeye al dominio público hará por tanto que más de uno se esté frotando las manos en vista del negocio que puede hacer a partir de ahora con el personaje.
¡Pero ojo! La cosa, como era de esperar, no es tan sencilla como todo eso y promete ser fuente de disputas legales en los próximos meses.
Para empezar, las leyes de Estados Unidos hacen que en este país el copyright no expire al cabo de 70 años sino de 95, por lo que Popeye no pasaría a ser de dominio público hasta 2024… suponiendo que antes no se cambien las leyes, como ya se hizo con la Copyright Term Extension Act (conocida peyorativamente como “Mickey Mouse Protection Act” ya que evitó que el popular ratón de la Disney pasara a ser de dominio público).
Hay que tener en cuenta además que la marca registrada (trademark) Popeye es una entidad separada, que actualmente es propiedad de King Features Syndicate, y que se espera que dicha compañía proteja agresivamente su marca.
Según declaró Mark Owen, especialista en propiedad intelectual, a Times Online:
“Los dibujos de Segar están fuera del copyright, así que cualquiera podría utilizarlos en camisetas, pósters y cromos y crear un próspero negocio. Si vendes un juguete de Popeye o una lata de espinacas de Popeye, podrías estar infringiendo la marca registrada.”
Si queréis saber algo más acerca de este interesante y controvertido tema os recomiendo que le echéis un vistazo al artículo que sobre él ha escrito Álvaro Pons para El País.
