Cuando en marzo de 2019 se anunció que Jonathan Hickman relanzaría todo el universo Mutante a través de dos miniseries y que después él mismo se encargaría de escribir un par de títulos y de coordinar media docena más, debo admitir, que fue una noticia que recibí con mucha pereza. Me gusta Hickman, sobre todo sus 4 Fantásticos, pero sus Vengadores tardaron en entrarme. Siendo un guionista excepcional, no era esto lo que sentía que necesitaban los cómics del Homo Superior, que llevaban más de una década necesitando un impulso de los buenos. Pero amigos, a veces me encanta equivocarme. Porque estos X-Men son lo más estimulante que ha publicado la casa de las ideas en muchos años.
Un poco de tamaño extra
Comenzamos con el número cinco español. Estamos ante un capítulo muy especial pues incluye el primero de los cinco Giant Size X-Men que por el momento tiene intención de escribir Hickman. Sí, Giant Size, no special, ni annual, ni one-shot, ni cualquier otra nomenclatura que se os ocurra. El nombre no está cogido al azar, queriendo evocar al mítico Giant Size 3 de Len Wein y Dave Cockrum con el que los mutantes fueron relanzados en los años setenta. Un especial donde se presentó a Tormenta como heroína, y que es una de las protagonistas de este número.
La necesidad de estos números es debida a la cantidad de cosas que quiere contarnos Hickman. El escritor tiene una hoja de ruta muy clara para todo el cosmos muti. Mucha información. Tanta que en ocasiones incluso hay hojas solo de texto en los cómics para ampliar los datos en forma de esquemas, diagramas, reproducción de correos electrónicos o boletines…Vamos, que nos lo quiere contar todo y necesita espacio extra.
Una vez comenzamos a leer este especial nos encontramos con que estamos ante ¡Un tebeo prácticamente mudo! Eso es, amiguitos, como lo de nuff said que fue publicado por Marvel originalmente en 2002 con todos los tebeos de ese mes completamente mudos. Mucha broza se publicó ese mes con la excepción del New X-Men de Grant Morrison en el que Jean Grey y Emma Frost viajaban por la mente de Charles Xavier.
Pues bien, ahora el viaje se repite pero será con Tormenta como protagonista. Se trata de un número impresionante, toda una demostración de cómo puede narrarse una historia sin palabras gracias al excepcional dibujo de Russell Dauterman que, haciendo gala de una cantidad de recursos narrativos pasmosa, nos dejará con la boca abierta. Se trata de un tebeo con muchos detalles desperdigados como ese beso en la mejilla de Jean a Logan o la complicidad incómoda entre las dos protagonistas. Es cierto que la mente de Ororo no es tan retorcida ni esconde los secretos que tenía la de Xavier. Pero la resolución deja con un cliffhanger de escándalo y un homenaje directo al mencionado número de Grant Morrison.
Hay que destacar también el color de Matt Wilson que llena el cómic de psicodelia arco iris y luces de neón dando un acabado perfecto a los lápices de Dauterman. Es una lástima que no se prodigue más por los mutantes. Y eso que entró en Marvel con ellos gracias a unos números de aquella serie regular de corta duración protagonizada por un joven cíclope guionizada por Greg Rucka.
Deseando estoy de leer los siguientes Giant Size para ver que nos tiene preparado Hickman. Van pasando los meses, pero la sensación de que estamos ante algo enorme que se está cociendo a fuego lento no disminuye.
El regreso de unos amigos
El sexto número español, que contiene los capítulos octavo y novenos americanos, vuelve a evidenciar la actual cohesión que existe en toda la franquicia mutante. Esto es debido a que el título principal sirve de plataforma para el regreso de los miembros de los Nuevos Mutantes que estaban de parranda por el espacio. Cierto es que el título protagonizado por los más jóvenes está escrito a cuatro manos por Jonathan Hickman y Ed Brisson, siendo el actual patriarca mutante el encargado de escribir los segmentos del espacio, por lo que todo es más orgánico de lo que parece.
En estos dos episodios disfrutaremos del regreso por todo lo alto del Nido, aunque esta vez serán una herramienta de un plan mayor. Estos trasuntos de los Aliens de Ridley Scott y James Cameron nunca han dejado de aparecer en los cómics de Marvel. Han disfrutado de apariciones episódicas en diversos títulos, pero ya era hora de verlos en todo su esplendor en la serie que le vió nacer y le dio fama. Son dos episodios frenéticos, llenos de acción, muy divertidos que nos permitirá ver cómo funciona la estructura militar de Krakoa con los diferentes rangos que ostentan personajes como Cíclope o Magik.
Nuestro escritor actual favorito aprovechará la ocasión para ofrecer nueva información sobre la estructura matriarcal de la raza, además de seguir aprovechando conceptos establecidos en etapas previas del cosmos X. Sin ir más lejos, en estos números asistiremos al regreso del carismático Nydo y de Kubak, personajes presentados por Jason Aaron en la más que recomendable Lobezno y la Patrulla X.
En la parte artística tenemos el esperado, pero corto, regreso de Mahmud Asrar a Patrulla X, quien, lejos de sus mejores tiempos se marca un número espectacular que deja en evidencia a Leinil Francisc Yu. Este último si bien no está haciendo un mal papel, me sigue pareciendo la parte más floja de todo este relanzamiento.
Dos números que son una nueva demostración de que Hickman sigue mirando a las estrellas para contar sus historias. Ver al clan Summers trabajando junto y pateando culos ha dado como resultado un par de capítulos muy estimulantes que, para no variar, dejan con ganas de seguir leyendo esta serie, así como el resto de la línea.
