Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Pantera, de Brecht Evens

Pantera, de Brecht Evens
Guion
Brecht Evens.
Dibujo
Brecht Evens.
Color
Brecht Evens.
Formato
Cartoné, 128 págs, Color, 28x23 cm (apaisado).
Precio
25€.
Editorial
Astiberri (Colección Sillón Orejero). 2018.
Edición original
Panter (Oogachtend)

Procuro dejar algo de tiempo cuando reseño algún título para intentar hacer una crítica lo más objetiva posible. Con Pantera he tenido que esperar para poder recuperarme de su lectura. Pantera es una obra que no puede dejar indiferente al lector. Un espectáculo visual… pero que va acompañado por un mensaje sutil, que te va dejando que adivines, y se va convirtiendo en una obra cada vez más dura. Como colofón, es una obra que no revela nada, deja todo en la mente del lector e incluso alguno puede quedarse sin saber exactamente qué ha leído, puesto que en ningún momento se explica. Creo que no hace falta. Cualquiera con un mínimo de capacidad de abstracción puede suponer con facilidad lo que nos ha mostrado el autor belga. Con todo, intentaré revelar lo menos posible en esta reseña porque creo que lo interesante es ir experimentando por sí mismo las sensaciones que transmite la obra. Para mí, desde ya, digo sin temor a equivocarme que es una de las obras más importantes de 2018.

Pantera
Cristina es una niña que vive con su padre y su gatita. Un día la señorita Minina se pone enferma y el padre debe llevarla a sacrificarla al veterinario. Cristinita se pone muy triste, pero una pantera aparece en su vida, saliendo de un cajón de su cómoda y comienza una amistad que le ayuda a sobrellevar la tristeza por la pérdida de su mascota. Pantera es agradable, disfruta reconfortando a la niña y cambiando de forma para ilustrar las cosas que le dice y para divertirla. Le cuenta que es el príncipe heredero de Panteralandia, un sitio de ensueño donde hay que cumplir unas normas para poder viajar. ¡No todos pueden hacerlo! Poco a poco, Cristinita se irá apoyando cada vez más en su amigo imaginario y confiando más en él. Le contará sus intimidades y recurrirá a él cuando se encuentra triste. Pero algo nos dice que Pantera no dice toda la verdad.

Cuando empecé la lectura, las sensaciones se fueron solapando entre sí. Las primeras páginas me parecían dibujadas con un estilo muy descuidado, y casi infantil. Además, todo está contado casi como un cuento para niños. Poco a poco, me fui dando cuenta de que el dibujo no era descuidado, y que su autor podía ir detallándolo más cuando le apetecía. Me fui dejando llevar por ese cuento infantil, tierno, de la niña que se escuda en su amigo imaginario para poder atravesar la crisis de la pérdida de su mascota. Pero poco a poco, la historia, sin perder su tono de cuento, fue empezando a provocar incomodidad. La continua sensación de que Pantera no dice toda la verdad es omnipresente, y esas imágenes de la habitación de Cristina cuando se queda dormida eran tan espectaculares como inquietantes y extrañas. Hacia el final ya la sensación es asfixiante y una vez llegado al desenlace, tuve que dar marcha atrás para confirmar que lo que pensaba que me estaba contando era así. Cuando un golpe te coge desprevenido duele mucho más. O tal vez no, pero la sorpresa hace que tengas esa sensación. Pantera te golpea. Lo hace con crueldad. Y aún así, te deja con una sensación en el cuerpo como solo los cómics y los libros en general pueden dejarte. Evens es muy sutil en su historia, pero no por eso es menos dura. Con todo, no es nada evidente y no hay una interpretación “correcta” de lo que estamos leyendo, pero seguro que si uno lo comenta con otro lector, las impresiones serán muy similares en cuanto a lo que crees que cuenta realmente la historia.

Pantera
El dibujo es completamente hipnótico. La mayor parte de la obra está contada en un formato de 3-4×2 viñetas que aprovechan muy bien el formato apaisado. Pero de vez en cuando, no duda en experimentar, y va sacando provecho a esas espectaculares acuarelas multicolores para hacer unas páginas de las que cuesta apartar la vista. La forma cambiante de Pantera es casi como esas ruedas que giran para hipnotizar a las personas, con un magnetismo total. Me encantan especialmente las páginas en las que narra en un sentido o en otro el tramo que hay de la puerta de la casa a la puerta de la habitación de la niña en la primera planta. Un diseño casi cubista espectacular, que exprime las posibilidades del uso de perspectivas en una sola viñeta. Y luego están las splash page simples o dobles en las que el autor belga saca toda su capacidad artística. Desde la escena en la que la niña juega con el animal al Twister, a las ya citadas de la habitación mientras Cristinita duerme, que son auténticos cuadros, a la explosión visual con la que acaba la obra, incluida esa página desplegable de la que no apetece apartar la vista.

En definitiva, Pantera.

No os equivoquéis, Pantera es una de las obras del año. De esos cómics de los que oiréis hablar mucho y del que tal vez os aleje el que se trate de un cómic casi experimental (o visualmente puede dar esa impresión) y que no es una obra barata. Pero a todo aquel que le guste el cómic per se, que disfrute experimentando sensaciones transmitidas por unas manchas de pintura intencionadamente colocadas en páginas de papel, a todos ellos, Pantera le va a fascinar. Y no solo por el mensaje implícito, que lo tiene. Sino porque Brecht Evens no se contenta con contarnos esta historia, sino que lo hace planeando cuidadosamente cómo ir cambiando las emociones que vamos experimentando con su lectura. Ese pasar de estar dudando si eres el target de edad ideal para esta obra a las sensaciones con las que te deja tras su lectura es impagable. Todo un viaje. Por obras como esta, me gusta tanto el mundo del cómic. Y repito, esta reseña la he escrito tras un tiempo después de leerla. No os dejéis llevar por la impresión de que escribo todo esto por el hype de acabar de terminar su lectura.

Pantera
Lo mejor
: El color. El mensaje. Dejar que sea el lector quien descifre su mensaje y no dar por hecho que no lo vamos a entender.

Lo peor: Dejarla pasar.

Para amantes del cómic en general. Para disfrutar de un uso del color y unos recursos visuales fascinantes. Para vivir sensaciones durante la lectura (no todas las obras pueden presumir de ello).