Ante la amenaza de Imperiex, Superman, la JLA, las amazonas y Atlantis se preparan para plantarle cara con la ayuda de un aliado improbable: el mismísimo Darkseid. Pero ¿qué pacto ha firmado el señor de Apokolips con Lex Luthor, el presidente de Estados Unidos?
Nuestros Mundos en Guerra fue un crossover que ocupó buena parte de las cabeceras protagonizadas por Superman a mediados de 2001, así como de otros personajes como Wonder Woman o Young Justice, entre otros. Si recordáis el volumen Superman: El nuevo milenio 1 – Final del Juego… esperad, que os lo resumo a continuación, en palabras de mi compañero Enrique, quien lo reseñó aquí:
Mongul Jr. viene a la Tierra pidiendo ayuda a Superman. Se ha encontrado con una amenaza tan poderosa que ha destruido Mundoguerra. Antes de enfrentarse a ella, Mongul ayuda a Superman a potenciar sus poderes. Juntos, salen al espacio exterior y consiguen, aparentemente, derrotar al responsable de la destrucción del mencionado planeta. Es una criatura vista por primera vez, con un diseño claramente inspirado por Jack Kirby. Su nombre es Imperiex, y no es la última vez que sabemos de él.
Así pues, unos 20 números después de esta historia se retoma la batalla iniciada en dicho volumen, y que traerá desastrosas consecuencias para los héroes de la Tierra. Imperiex, la personificación de la entropía, pretende vaciar el universo, y para ello debe destruir la Tierra que es, según la matemática teórica del Profesor Hamilton, el centro y nexo de todas las realidades (chúpate esa, Copérnico, Ptolomeo tenía razón). Menos mal que la Tierra está protegida por héroes como Superman, Wonder Woman, el resto de la JLA y… ¿Darkseid? En efecto, los héroes terrestres y el Presidente de los EEUU (encarnado por un Lex Luthor más humano que nunca) forjarán una alianza con Apokolips para defender la Tierra y, por ende, el resto del universo.
Imperiex, pese a su aspecto y sus modales de supervillano, no es un personaje malvado, al igual que tampoco lo es el Galactus de Marvel. Imperiex, un ser de pura energía contenida en una armadura, personifica la entropía, y su misión existencial es destruir y recrear el universo una y otra vez en un ciclo sin fin. Es decir, que cada X miles de millones de años sucede un nuevo Big Bang originado por él. ¿Y quiénes son los héroes de la Tierra para demorar unos años este acontecimiento? En este aspecto, Imperiex no es malvado, sino que tiene una misión, y no dudará en llevarse por delante a quien sea necesario para llevarla a cabo. Si hubiera que culpar a alguien sería, como queda bien claro en esta obra, a los propios humanos, que con sus continuos viajes adelante y atrás en el tiempo han provocado daños irreparales en el continuo espaciotemporal. Daños a los que sólo un reseteo total del universo puede poner fin. Y ése es el objetivo de Imperiex.
Pese a que la portada del tomo pueda indicar lo contrario, la historia está protagonizada casi en exclusiva por Superman, mientras que el resto de la Liga de la Justicia hace acto de presencia solo para ser cruelmente vapuleada. Mientras que Batman se queda protegiendo Gotham City, Steel, la reina amazona Hipólita, Aquaman, el General Sam Lane (padre de Lois) y muchos más caen víctimas del ataque de Imperiex, sirviendo estas bajas como argumento para justificar el progresivo descenso de Superman a los infiernos mientras contempla la posibilidad de asesinar a Imperiex como último recurso. Son muertes que, como sabremos si hemos leído historias de los últimos años, no son definitivas, pero generan el suficiente impacto emocional en el lector para empatizar con el Superman y su creciente desesperación.
En el equipo creativo tenemos a pesos pesados de la plantilla de DC de principios del siglo XXI, como fueron los guionistas Jeph Loeb (Superman: Presidente Lex), Joe Kelly (Superman: Emperador Joker), Peter David (Aquaman) o Phil Jimenez (Wonder Woman: La tierra de los perdidos), mientras que los lápices de la mayoría de las páginas corren a cargo de grandes autores como Mike Wieringo (Batman: Contagio), Doug Mahnke (Batman y Robin: En busca de Robin), Ed McGuinness (Los Vengadores: La hueste final), Pasqual Ferry (Superman: La búsqueda de Lois Lane) y Kano (Book of Death), Semejante maravilla de equipo creativo sólo puede producir un resultado inmejorable, haciendo de Nuestros Mundos en Guerra una obra que, si bien no ha gozado de la misma repercusión que las legendarias Crisis en Tierras Infinitas, sí que supuso un antes y un después en la mitología del Hombre de Acero.
Para todos aquellos hartos de las historias del tipo “el destino del universo está en juego”, puede que la premisa de Nuestros Mundos en Guerra pueda resultar un poco repetitiva. Lo que hace de ésta algo especial es el contraste entre la aparente falta de originalidad de la puesta en escena y el desarrollo de la misma, que va desplegándose capa tras capa, enlazando momentos de tensión emocional con cada muerte y revelaciones de nuevos personajes y villanos. No llega al nivel de trascendencia de las Crisis (que fue, para su época, un concepto revolucionario), pero es una memorable historia protagonizada por Superman y sus allegados.
La edición de ECC Ediciones de Nuestros Mundos en Guerra recoge la historia completa publicada a lo largo de 20 números de las cuatro cabeceras de Superman (Superman, Adventures of Superman, Superman: The Man of Steel, Action Comics), además de en series como Supergirl, Impulse, Wonder Woman y otras, junto con un par de especiales sueltos. Esta colección ya se pudo leer en España gracias a la edición en 11 cómics en grapa de Ediciones Vid, pero es sólo ahora cuando por fin podemos disfrutar de toda la historia en un solo volumen en tapa dura, con las portadas originales. A este respecto, no podemos sino llamar la atención sobre la política de ECC de poner todas las portadas juntas al final del tomo, en lugar de donde corresponde, que es al principio de cada cómic. Sin duda, es algo que ayudaría al lector a saber qué colección está leyendo en cada momento, y que curiosamente la editorial sí hace en otros tomos que hemos podido leer.
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Phil Jimenez
