En la época en que transcurre la historia de Simón de Samaria (el Samaritano), Judea es una tierra ocupada, dividida y desgarrada.
Por un lado, está el mundo romano, el del imperio opresor con costumbres más o menos libres, o incluso decadentes, adepto a un politeísmo que mira menos al cielo que a las tierras por conquistar, donde, en el fondo, la única divinidad reside en la persona del emperador.
Por otro lado, está el mundo judío, cuya autoridad gira en torno al Templo, a los sacerdotes y al Divino.
Sin embargo, no son dos bloques uniformes pues, tanto uno como el otro, están marcados por profundas divisiones. En su marcha conquistadora, Roma absorbe a los pueblos sometidos sin integrarlos en un solo crisol del que podría nacer el homo romanus.
Asimismo, la sociedad judía está también dividida entre fariseos, saduceos y esenios, tres corrientes con distintas filosofías, con intereses divergentes y políticas contrarias.
Pero eso no es todo, porque también están los zelotes, nacionalistas también llamados “sicarios” por el puñal (sica) que tan bien manejan.
Esta Palestina compleja, cambiante y a veces explosiva, (tal como la describe el historiador antiguo Flavius Josephe, o la representa el especialista contemporáneo Peter Schäfer), es la que forma el telón de fondo de la investigación de Simón.
Un personaje imaginario, pero que, por su educación romana al servicio de la justicia del Sanedrín de Jerusalén, representa una línea de unión entre los pueblos.
El tomo integral incluye los 3 episodios publicados en Francés:
- No matarás
- Los castigos del Mar Muerto
- Betsabé de Jerusalén
Más información, en la web de la editorial: LINK.