Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Nenúfares negros

Nenúfares negros
Guion
Fred Duval basado en la novela de Michel Bussi.
Dibujo
Didier Cassegrain.
Color
Didier Cassegrain.
Formato
Cartoné, 140 págs, color. 23x30 cm.
Precio
28€.
Editorial
Norma Editorial. 2020.
Edición original
Nymphéas noirs (Dupuis).

«En un pueblo vivían tres mujeres. La primera era mala… la segunda mentirosa… la tercera egoísta». Así comienza Nenúfares negros, la adaptación a cómic de la novela homónima de 2011 escrita por Michel Bussi, y que vendió medio millón de ejemplares en todo el mundo. Fred Duval y Didier Cassegrain adaptan la novela sacando todo el jugo a una historia de asesinatos, con múltiples sospechosos, que juega continuamente con el lector, y se propone ser más listo que él. La ventaja con la que cuenta este formato es que, al tratarse de una obra que gira tanto en torno a la obra de Monet, ambienta a la perfección la historia e incluso me atrevería a decir que la enriquece. El propio Bussi ha revisado los guiones de Duval y ha contribuido activamente al resultado final.

Nenúfares negros está ambientado en Giverny, la localidad al norte de Francia donde el pintor Claude Monet se mudó con cuarenta años y realizó la gran mayoría de sus pinturas más conocidas, especialmente la serie de los nenúfares. En Giverny viven tres mujeres de distinta edad, y con un secreto en común. Cuando un día aparece el cadáver de un hombre asesinado, un joven policía comenzará a investigar y el secreto de las tres mujeres se verá amenazado con salir a la luz.


Estamos ante una obra policíaca, en la que aparecen numerosos personajes y que además publicita como gancho un final impactante. Cualquier lector experimentado verá al instante un reto, y comenzará a analizar hasta el detalle más insignificante con la certeza de ser más listo que el escritor. Pero el escritor cuenta con ello, e irá colocando continuas bombas de humo con las que distraer nuestra atención y otros muchos recursos colocados con una precisión milimétrica y una gran sutileza. Tal vez alguno de los que lean esta reseña habrá sido más listo y se habrá adelantado al autor, pero os confieso que a mí me la ha dado con queso. Me ha sorprendido y lo he disfrutado, por la astucia con la que están colocados todos los detalles.

Pero independientemente del juego entre autor y lector, que ya de por sí es un mero divertimento, tengo que reconocer que me ha gustado mucho la variedad de personajes que aparecen, el continuo juego de palabras y la caracterización de personajes contando con que la introducción de la obra ya condiciona al lector con respecto a ellos. Y es que el comienzo de esta obra me parece brillante, toda una declaración de intenciones y una definición de los tres personajes dando muy poca información sobre ellos, pero condicionando que esperemos algo concreto a medida que avance la historia. La obra está narrada principalmente por la anciana protagonista y el joven policía al cargo de la investigación.

Y me gusta sobre todo la sutilidad con la que se homenajea a la obra de Monet y a Giverny, esa cárcel para las protagonistas, ese jardín grande y bonito… pero que está vallado y del que no pueden escapar. No es una ambientación impostada, no está metida con calzador para hablar del autor y de su obra, sino que se muestra cómo la viven algunos de sus habitantes para la que ese pueblo tiene algo de negativo, a pesar de ser un reclamo turístico al que todos quieren ir.


Ni que decir tiene que dicha ambientación está recreada genialmente por el dibujo de Didier Cassegrain, que explota los escenarios naturales de Giverny sin excederse. Hubiera sido muy fácil emular continuamente al pintor francés y usar un estilo con una paleta de colores predominantes que nos trasladaran continuamente a esas pinturas impresionistas y que nos hicieran vivir la historia como dentro de uno de los cuadros del genial pintor. Pero no, recurre excesivamente poco a dichos colores y los paisajes naturales se ven exclusivamente como un elemento para la ambientación, sin necesidad de captar toda la atención de la historia.

Cassegrain utiliza muy bien el trazo de línea para buscar el volumen de las viñetas, aumentado o disminuyendo el contorno de los personajes dependiendo de la posición que tengan en la viñeta, y dibujo unos rostros muy delicados y bonitos al más puro estilo Marini, Como en la obra del italiano, aquí no hay mujeres ni hombres feos, todos tienen una belleza cautivadora. El color, como he apuntado antes, es mucho más comedido de lo que tienta a hacer una ambientación como la de Giverny (solo tenéis que buscar fotos de la localidad en internet y os daréis cuenta de lo que digo).

La edición de Norma es excepcional, con un encuadernado en cartoné, un tamaño aumentado (el habitual de cómic europeo) y un papel estucado de alto gramaje que la convierten en una edición de lujo. Lástima que no incluya ningún tipo de extra a modo de bocetos del dibujante o incluso algún paralelismo con las localizaciones reales de la obra.


En definitiva, una historia policíaca que busca jugártela, aunque vayas de listo… y te la juega. Usa la localidad francesa de Giverny como telón de fondo y sirve como homenaje a la obra de Claude Monet y a la belleza natural del propio pueblo. Escrito con mucha inteligencia, con bastante poesía encubierta, y que visualmente explota la ambientación con una narrativa muy pausada, que casi recuerda a las obras policíacas de Bonelli como Las aventuras de Julia o las del Comisario Ricciardi. Si te gustó la trilogía Millenium de Stieg Larsson, especialmente la primera de sus obras, tiene ese aroma a misterio policíaco ambientado en un pequeño pueblo en el que todos los habitantes tienen peso en la historia.

Lo mejor: El dibujo de Cassegrain. Lo inteligentemente que está planteada. Lo bien ambientada que está. Cuando terminas y te das cuenta de que te la ha jugado… pero lo ha hecho muy bien.

Lo peor: Ser más listo que el autor y descubrir pronto el misterio. Le quita toda la gracia.