Es la hora de las tortas!!!

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Nathan Never: Estación Espacial Internacional

Nathan Never: Estación Espacial Internacional
Guion
Bepi Vigna
Dibujo
Sergio Giardo
Color
Romina Denti
Formato
Tomo en tapa dura. 19,5 x 25,9cm. 144 páginas a color
Precio
18 EUR
Editorial
Panini Comics. 2020
Edición original
Nathan Never. Stazione Spaziale Internazionale

La nave espacial Conestoga, en la que ha embarcado Nathan Never, es golpeada por una cadena de energía y se encuentra en el Sistema Solar del siglo XXI. Aquí, el Agente Alfa se encuentra con el astronauta italiano Luca Parmitano y sus colegas de la Estación Espacial Internacional. Nathan necesitará su ayuda para aprovechar el conocimiento científico de hoy y devolver la Conestoga al futuro.

El pasado 2019, la Agencia Espacial Italiana (ASI) inició una colaboración con la editorial de cómics italiana Sergio Bonelli Editore, de cuyos tebeos ya hemos reseñado un buen puñado aquí, además de haberle dedicado un programa especial de nuestro podcast. Aunque la ASI ya contaba con un programa de divulgación cultural mediante el que dan a conocer su actividad y el mundo aeroespacial al público generalista con la proyección de películas (mayoritariamente de ciencia ficción), es la primera vez que una colaboración de este estilo se ponía en marcha. Y para una historia de viajes espaciotemporales, nada mejor que el héroe del futuro por excelencia de la editorial: Nathan Never. Las aventuras de este personaje habían sido profusamente publicadas en nuestro país por Aleta Ediciones (54 tomos), y antes de eso por el sello Forum de Planeta DeAgostini (19 grapas), pero gracias al acuerdo de colaboración de Bonelli con la editorial Panini Cómics, es esta última la encargada de hacernos llegar las aventuras del llamado Agente Alfa. Y la primera en publicarse es esta Nathan Never: Agencia Espacial Internacional, en la que el famoso agente especial viajará accidentalmente en el tiempo y necesitará de la ayuda de la tripulación de dicha estación espacial para volver a su época.

nathan never

Corría el año 1991 cuando, en los kioscos de toda España, aparecieron unos cómics de un tamaño superior a los habituales, en blanco y negro, y con personajes completamente desconocidos para nosotros. Las portadas tenían el sello de Comics Forum, lo que para mí ya era sinónimo de calidad, de modo que me llevé a casa uno de esa hornada, el que más llamó mi atención, y además con un título que no podía molar más: Nathan Never. No obstante, la ciencia ficción no era por aquel entonces santo de mi devoción, y aunque lo leí infinidad de veces (aquellos tiempos en que la pila de lectura no existía ni en nuestra imaginación), no terminé por cogerle la gracia y en algún momento de los últimos 30 años me deshice de él. No volví a pensar en el Agente Alfa hasta que le puse las manos encima a este tomo especial en tapa dura, que cuenta además con la colaboración de la Agencia Especial Italiana y la Agencia Espacial Europea, ahí es nada. En esta historia, Nathan Never es requerido por el Presidente del Consejo de Seguridad Terrestre para que supervise una misión que experimentará con saltos espaciales de propulsión a curvatura (no lo entiendo ni yo). Dos corporaciones rivales han colaborado para proporcionar la tecnología necesaria y hay riesgo de espionaje industrial, sabotaje, etc. Como mandan los cánones, algo se tuerce en el viaje y la nave en la que viajan aparece en el año 2019, así que deberán pedir ayuda a la tripulación de la Estación Espacial Internacional, en especial al que era comandante de la misión en ese momento, el italiano Luca Parmitano.

Junto con Parmitano aparecen otros tripulantes de la Estación Espacial Internacional, a los que sólo se menciona por el nombre de pila, pero imaginamos que deberán ser Christina H. Koch, Jessica U. Meir, Oleg Skripochka, Aleksandr Misurkin y Andrew R. Morgan. También hace su aparición el robot asistente para astronautas CIMON, lo que demuestra que los autores se han tomado la molestia de documentarse, para lo que han contado también con la inestimable ayuda del personal de relaciones exteriores de la Agencia Espacial Italiana. Tal vez el mayor inconveniente de esta aventura espacial de Nathan Never es que se cede gran parte del protagonismo a los tripulantes de la EEI, y sobre todo a Parmitano, que es una especie de héroe nacional en Italia, en detrimento de la acción y la aventura que debería acompañar a estas historias. Es evidente que se trata de un cómic que tiene como único objetivo acercar la labor de las agencias espaciales italiana y europea al gran público, usando como vehículo los cómics de la editorial de cómics más popular de Italia. Los fans de las historias de ciencia ficción se pueden sentir, por tanto, ligeramente desilusionados. No obstante, para los amantes de la ciencia aeroespacial el cómic cuenta con una abundante sección de extras, como un prólogo de Francesco Rea (responsable de relaciones externas de la ASI), una conversación entre los autores Bepi Vigna y Sergio Giardo, una extensa entrevista al cosmonauta Luca Parmitano y un dossier sobre los experimentos que está llevando el italiano en la misión Beyond (que no todo son hacerse selfies con la Tierra de fondo e interactuar con los fans).

nathan never

Los fans de los cómics más mainstream encontraran curiosos guiños a su afición como la referencia a los rayos cósmicos mientras el astronauta Andrew Morgan lee un cómic de Los 4 Fantásticos, pero aparte de eso poco más hay que pueda llamar su atención. Es ligeramente decepcionante que el regreso de este mítico personaje a nuestro país después de 4 años haya sido merced a una historia como esta Estación Espacial Internacional bastante ramplona y carente de acción, habiendo pendientes de publicar tantos y tantos volúmenes de excelentes aventuras. Nathan Never merece volver a ver publicadas sus historias en España, y Panini tiene una oportunidad de oro para llevarlo a cabo.