Con este segundo volumen de la serie Musas de Gotham, ECC Ediciones recupera el material que hasta el momento permanecía inédito en España. La anterior edición en dos tomos rústica incluía solo los primeros 13 números de la serie, dejando inédita en España la otra mitad de números. Como ya comentaba Jesús en la reseña del primer tomo, la serie fue recibida con cierta expectación por la creciente popularidad de Harley Quinn y que estuviera escrita por uno de sus creadores, Paul Dini. Tras el primer año de la serie, y con un equipo creativo completamente diferente, los personajes se encontraban en un punto en el, cual la química a tres bandas, permitía a un guionista medianamente resolutivo poder sacar algo digno. Los guionistas de esta segunda parte de la serie fueron Tony Bedard y Peter Calloway, y sobre todo el segundo, supieron aprovechar la oportunidad para mantener el nivel sin un desplome catastrófico.

En estos trece números restantes vamos a ver varias historias pero, a diferencia de la primera mitad, a partir del segundo arco incluido, vamos a ver arcos argumentales con tramas independientes, pero muy hilvanadas entre sí, y dirigidas hacia un desenlace de la serie. Así, vamos a tener una trama en la que las Musas se enfrentarán a un misterioso personaje con poderes relacionados con las plantas, que va a poner a Hiedra Venenosa en la disyuntiva de ayudar a sus compañeras o dejarse llevar por la llamada del verde.

En el segundo arco argumental, vamos a contar con la participación estelar de Zatanna y de Talia Al Ghul. Alguien quiere capturar a Catwoman para poder sacarle la identidad secreta de Batman. Estamos ante un arco que va a destacar por la incorporación de Peter Calloway a los guiones. Esto va a provocar que a partir de ahora las tramas empiecen a solaparse entre sí y que la dinámica entre las tres protagonistas de la serie adopte un papel muy diferente, a la par que interesante.

Y es que a partir de este momento, vamos a poner en evidencia que Catwoman era una villana pero que está reformada y ahora está en el bando de los buenos, y que Harley Quinn y Hiedra Venenosa son dos villanas que hasta ahora no habían sacado excesivamente los pies del tiesto gracias a la contención, en cierto modo, ejercida por Selina Kyle. Pero a partir de ahora vamos a ver cómo personajes como el de Zatanna le recuerden a la gata que no piensan confiar en ellas. Y hacen bien. Un intento de Harley de rebelarse contra el Joker y hacerle pagar por todo lo que le ha hecho pasar en su vida van a acabar en una violenta trama en el asilo Arkham en el que tengan que acabar interviniendo Batman y las fuerzas del orden.

Me gusta mucho cómo dirige toda esta trama hacia el final, cómo pone en duda la relación entre las tres, hasta dónde ha llegado esa amistad y qué ha sido real y qué no. Introduce también una serie de detalles que hacen que la serie entera cambie su sentido y eso es algo que siempre resulta interesante ver. A mí al menos me cogió completamente desprevenido.

Recordamos que esta serie se publicó durante la etapa de Dick Grayson como Batman y continuó más allá de su vuelta. Si hay algún lector que no está al corriente de lo que sucedió durante la etapa de Grant Morrison al frente del murciélago, tal vez se encuentre algo despistado cuando vea los cambios de Batman que aparecen aquí sin explicar. Este tipo de cosas son las que deberían evitarse incluyendo en estos tomos algún artículo en el que se comente. No es algo que te impida comprender la trama de la serie, pero sin duda sería de ayuda.

En cuanto al dibujo, Guillem March ya ha pasado a su papel exclusivo de portadista y el peso de la serie recae en un más que cumplidor Andrés Guinaldo, con algún fill-in de Jeremy Haun o Ramón Bachs. La verdad es que Guinaldo lleva años con un papel muy solvente en DC Comics y creo que hasta ahora ha sido poco reconocido. Sus números no son espectaculares, pero mantiene un muy buen nivel y siempre nos regala algún añadido original como el del número 25, con todas las viñetas dibujadas dentro de un marco de viñeta en forma de planta.

En definitiva, Musas de Gotham Vol. 2

No voy a decir que Musas de Gotham es una de esas series imprescindibles que ha pasado desapercibida, pero sin duda es una serie muy entretenida, bien escrita, con equipos creativos que, pese a los saltos mantienen un buen nivel en todos sus números, y con un aprovechamiento magnífico de los personajes: La relación entre ellas, su dualidad bien-mal, la sensación de no poder fiarte de ninguna al 100%… Es algo que convierten a esta serie en un entretenimiento más que digno y que no defraudará a los seguidores de los personajes. Además tiene el añadido de que nos presenta a una Harley Quinn en el comienzo de su creciente popularidad… pero sin ser ese personaje casi caricaturesco en el que se ha ido a convertir en los últimos años y que, como sucede con Masacre en el Universo Marvel, puede llegar a saturar a muchos lectores que no aguanten esa omnipresencia y esa exageración de la personalidad. Aquí tenemos a una Harley que mantiene en todo momento su personalidad histriónica y sus problemas mentales, pero que todavía mantiene un poco de juicio que de vez en cuando le permite identificar lo que está bien de lo que no.

Lo mejor: Mantiene un nivel estable durante sus 26 números. El final con las sorpresas y la tensión entre las tres.

Lo peor: Si vas esperando algo más que un entretenimiento bien escrito y dibujado, te puede decepcionar.

Para fans de Catwoman, Harley y Hiedra. Para morir de amor con las portadas de March. Para lectoras noveles, puede ser un comienzo interesante.