Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Ms. Marvel: Civil War II

Cuando una serie que sigues se ve mezclada en los sucesos de un crossover que no te interesa, te echas a temblar. Cuando el evento en cuestión es Civil War II, que después de leerlo no te ha dejado precisamente buena sensación, tiemblas más todavía. Cuando además ya has leído tie ins de otras series, como el Spiderman de Miles Morales, y no te podías creer que una serie que molaba tanto haya caído tan bajo, la frecuencia de vibración empieza a ser peligrosa.

Pero claro, no habíamos tenido suficientemente en cuenta la presencia de Gwen Willow Wilson.

Contiene: Ms. Marvel vol. 4, 7-11 USA
Guión: G. Willow Wilson
Dibujo: Adrian Alphona, Takeshi Miyazawa
Formato: Rústica, 120 páginas.
Precio: 11.50€

Civil War II

La primera guerra civil superheroica planteó el clásico dilema de seguridad contra libertad. Aunque las opciones que planteaba rompían en cierto modo las reglas del juego superheroico, la historia funcionaba. Los personajes eran coherentes, las elecciones de bandos podían tener un cierto sentido, y la historia era entretenida. Otra cosa es que seguir aquel crossover de hace diez años fuera un infierno por su planificación, que había tie ins que eran imprescindibles para comprender según qué cosas que ocurrían en la serie principal. Además, por qué no reconocerlo, la serie tenía ritmo y el dibujo de Steve McNiven era espectacular.

Luego llegó la película. Me consta que soy de los pocos que no la defienden, pero la más o menos coherencia que se veía en los cómics, aquí desaparece por completo. Los dos bandos están encabezados por un soldado que se niega a aceptar órdenes superiores y un empresario ultraliberal defendiendo el intervencionismo estatal, convirtiéndose en uno de los mayores WTF de la historia del cine superheroico. Pero oye, la película gustó, recaudó un chorreón de millones y fue la sexta película de superhéroes más taquillera de la historia, sólo por detras de las dos de Vengadores, las dos últimas de Batman de Nolan y la tercera de Iron Man.

Sacar del baúl de los recuerdos esta historia en un momento en el que Marvel estaba perdiendo terreno a una velocidad brutal ante el imparable empuje del Renacimiento de DC plantea la idea de una segunda Civil War, que, ya de paso, aprovecharía el tirón de la recién estrenada película. Y así surge Civil War II.

Para los que no la hayáis leído, el dilema detrás de Civil War II es -más o menos- el de determinismo contra libre albedrío. No es algo tan tangible como el de la primera parte, y además tiene como guionista a Brian Michael Bendis, un tipo que tiene mucho que aprender de plantear blockbusters palomiteros del responsable de la primera saga, Mark Millar. La historia empieza con un Inhumano, Ulysses, que es capaz de predecir el futuro. Su primer aviso, la llegada de un Destructor Celestial. Y la lucha conjunta de Inhumanos y Vengadores consigue detener la amenaza. Tony Stark no termina de ver claro utilizar el conocimiento del futuro para prevenir catástrofes, aunque ese conocimiento acabe de evitar que el planeta sea destruido. Y Ulysses tiene una segunda visión, en la que Thanos ataca la Tierra. Carol Danvers y un grupo de héroes van donde se supone que va a atacar. Y, como estaba previsto, Thanos aparece. Y en la batalla posterior, Hulka queda malherida y Máquina de Guerra muere, pero Thanos es derrotado y confinado en una celda. Y Tony dice que no deberían haber utilizado ese conocimiento, que la muerte de Rhodey es culpa de Danvers y se abre la puerta al conflicto.

Wait, what?

Sí, según Tony Stark, los héroes no deberían haber usado el conocimiento de Ulysses. Estando avisados de que el Titán loco iba a aparecer, Iron Man está convencido de que no deberían haber hecho nada. Y entonces Thanos habría atacado. Y nadie habría estado ahí para detenerle.

¿En serio?

Ms. Marvel

Este tomo nos cuenta cómo afecta el enfrentamiento entre Stark y Danvers al microcosmos en el que vive Kamala. Evidentemente, siendo ésta una fangirl irredenta de Carol Danvers, de la que ha tomado su nombre, Civil War II tenía que afectar de un modo u otro a esta serie… y estamos ante un espectacular ejemplo de cómo hacer un tie in que aporte algo a la historia con la que esté relacionada y que a la vez no suponga un bache para los lectores de la serie que no estén siguiendo el evento.

Por un lado, tenemos un replanteamiento del concepto de Civil War II. Aquí no se utiliza el conocimiento para estar preparados ante la posible llegada de la amenaza. Carol Danvers encarga a Kamala la creación de un cuerpo de voluntarios (los Cadetes de Carol) para que den buen uso a las profecías de Ulysses. Y la duda que se plantea aquí es el encarcelamiento de los criminales antes de que cometan el delito. Aquí sí que hay una duda moral. ¿Dejamos que se cometa el delito, con los daños personales y materiales que puede conllevar, o encarcelamos a un inocente que va a dejar de serlo en breve? Aquí se pueden llegar a comprender las dos posturas, pero el “estar prevenidos ante el mal por venir” y “dejar que pase lo que tenga que pasar” que plantea la serie central no tiene el más mínimo sentido.

El segundo punto que trata este tomo es la caída de los iconos. Kamala no ve nada claro lo del encarcelamiento preventivo, y empieza a cuestionarse su admiración por su figura parental superheroica, como un adolescente que empieza a pensar que quizás sus padres no tengan siempre la razón.

En resumen…

G. Willow Wilson aprovecha el no precisamente bien planteado evento de la temporada para desarrollar más aún sus personajes y aprovecha para darle una vuelta de tuerca, haciendo que su visión personal de la trama esté más cerca de El Informe de la Minoría de Philip K. Dick que a Civil War II. Lejos de ser una casualidad, se deja clara esta inspiración mencionando de pasada “la película del actor bajito”, por Minority Report, la adaptación del relato de Dick que protagonizó Tom Cruise.

Cinco tomos después, Ms. Marvel sigue pareciéndome una de las series más sólidas e interesantes que está publicando Marvel en la actualidad, y es gracias al impecable trabajo de su guionista. Esta mujer se está empezando a ganar que compre todo lo que lleve su nombre.