Con Masacre: Presidentes muertos, Panini presenta un nuevo formato para sus tomos en tapa dura (y van unos cuantos). Parece que obedecerá a los criterios de unificación de todo el territorio europeo, donde la editorial italiana publica los cómics de La casa de las ideas. Con el nombre de Omnibus, hasta ahora hemos visto un par de volúmenes en el mercado dedicados a Ms. Marvel y a Masacre. Al parecer será el formato que se use para recopilar las series nuevas a partir de Marvel Now, incluyendo en cada uno un año completo de aventuras de la colección que toque más anuales, especiales y extras. Personalmente me parece un formato muy elegante con un tomo blanco limpio, muy limpio, que incluye un dibujo del personaje, el título y la numeración. En la contraportada podremos ver el material USA recopilado, y la única pega que le encuentro es el excesivo gramaje de las hojas. Es un papel de calidad, pero en la estantería ocupa bastante espacio.
Pero vayamos al turrón. En 2013, nuestro adorable Wade Wilson venía de vivir su momento editorial más dulce hasta la fecha. La serie regular guionizada por Daniel Way había sido la más exitosa hasta la fecha de cuantas había protagonizado. Sin embargo, el gran cambio de paradigma que fue Marvel Now ya asomaba por el horizonte y el 90 % de las series de la editorial iban a cambiar de equipo creativo, y la del mercenario bocazas no sería una excepción. Así unos recién llegados del mundo de la comedia que nunca habían trabajado en Marvel (ni casi en cualquier otra editorial) se ocuparon de tapadillo de la serie Deadpool. Sus nombres eran Brian Posegn y Gerry Duggan. El primero dejó la serie tras una temporada, pero el segundo siguió hasta el final labrándose una carrera en la editorial, que sigue en ascenso hoy en día. Una trayectoria en la que ha utilizado al bueno de Wade siempre que le ha sido posible, como por ejemplo en la laureada colección de Uncanny Avengers.
El resultado fue un éxito. Deadpool 1 debutó en noviembre de 2012 llegando directamente a la cuarta posición del top de cómics más vendidos de Diamond. Un éxito más que merecido porque el cómic lo vale, vaya si lo vale. La colección nos iba a deparar un buen montón de momentos surrealistas, divertidos y muchísimas referencias a la cultura pop. Wade es todo un friki y lo mismo entra en escena cantando a Pantera y a Guns N Roses que la banda sonora de La sirenita. El Masacre de Posehn y Duggan está más centrado en una búsqueda no intencionada del heroismo (algo similar a lo visto en la mencionada Uncanny Avengers). Sigue siendo una serie cafre, cargada de humor negro no exento de críticas sutiles al sistema, pero se aleja hasta cierto punto de presentarnos al antihéroe como si estuviera completamente chalado. Solo hay que recordar que uno de los elementos más característicos de la anterior etapa fue la Masacre-visión.
Para el debut de la serie se contó, ni más ni menos, que con Tony Moore (creador gráfico de The Walking Dead junto a Robert Kirkman) para una historia llamada Presidentes muertos (tal y como suena) en este primer arco de seis números. Un nigromante frustrado llamado Mike (al que Masacre se referirá en toco jocoso como Magic Mike) ha despertado de la tumba a todos los presidentes de los Estados Unidos a lo largo de la historia. Una catástrofe de proporciones bíblicas que será capeada por Shield contratando a quien ya os imagináis para que le ponga fin a todo. Durante seis números podremos ver como Masacre se las ve con todos y cada uno de los presidentes en una colección de situaciones a cada cual más surrealista. Ese arco se lee con rapidez pese a la gran cantidad de texto que meten sus autores a modo de la famosa verborrea de Wade. Por supuesto no está carente de pullas a los presidentes más cercanos en la historia y a algunas de sus obsesiones como la obsesión de Ronald Reagan con el programa “Guerra de las galaxias” (lo que se traduce a Masacre en el espacio peleando con monos astronautas asesinos) y con la actriz Marilyn Monroe.
Tony Moore está absolutamente desatado en estas páginas, mostrando todo tipo de escenas cafres y de mutilaciones gore a Wade que provocarán que su factor de curación se tenga esforzar al máximo para soportar tanto castigo. Los guionistas crean una serie de secundarios cachondísimos como la agente Preston de Shield,que casi debe hacer las labores de niñera, o el fantasma de Benjamin Franklin (aunque en este caso más que crear, deberíamos decir utilizar). Como todo buen cómic Marvel, tendremos visitas de otros personajes de la editorial. Me ha gustado mucho como han retratado al Doctor Extraño: un snob elitista. Ojo al Doc, que me da que lo tendremos en alguna otra ocasión por aquí a tenor de una pequeña subtrama que los guionistas van dejando caer con píldoras.
Atentos al número siete de la colección. Se trata de un homenaje en toda regla al mítico Deadpool 11 de Joe Kelly. Aquel en el que Masacre se colaba en un número clásico de Spider-Man. Aquí nos lo venderán como un capítulo de relleno realizado hace meses que no fue publicado. La diferencia es que aquí nos colaremos en el mítico Iron Man 128 (El demonio en la botella) con el objetivo de que Tony Stark no deje de beber. Dibuja Scott Koblish (The Flash de Geoff Johns) con un tono retro muy en la línea de lo que hace Ed Piskor en La gran novela de la Patrulla X. El último arco argumental ya viene firmado por Mike Hawthorne al dibujo, que sin llegar a los niveles de Presidentes muertos nos dejará ver una road movie donde Masacre deberá recorrer todo el país en compañía de sus nuevos amigos para acabar con una serie de personas con poderes gracias a un pacto con un demonio. No os perdáis las coñas con un socorrista que no puede ahogarse y que habla con los peces… Adivinad sobre quién se mofa Wade.
En definitiva estamos ante una serie muy recomendable por lo divertida e irreverente que es y en la que puede pasar absolutamente cualquier cosa dada la naturaleza del personaje. Posehn y Duggan tienen un plan a largo plazo, eso se nota, por lo que las ganas de seguir la serie no disminuyen.
Os dejamos con Five Minutes Alone de Pantera, a petición del propio Masacre, jejeje.
