Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

100% Marvel HC. El Castigador: Círculo de Sangre

100% Marvel HC. El Castigador: Círculo de Sangre
Guion
Steven Grant, Jo Duffy
Dibujo
Mike Zeck, Mike Vosburg, John Beatty
Tinta
John Beatty
Color
Bob Sharen, Mike Zeck, Ian Tretault, Phil Zimelman
Formato
Tomo en tapa dura. 312 páginas a color. 17 x 26 cm
Precio
26 EUR
Editorial
Panini Comics. 2018
Edición original
Punisher 1-5 y Punisher: Return To Big Nothing GN USA

Círculo de Sangre

¡La mítica historia que lanzó al estrellato a Frank Castle, en un volumen en tapa dura que incluye también su secuela y decenas de extras! El Castigador ha escapado de prisión y ha encendido la mecha de una guerra de bandas, pero su peor enemigo planea lanzarle el mayor ataque de su carrera. Un cómic violento y adulto, dibujado por Mike Zeck (Secret Wars, “La última cacería de Kraven”) en el apogeo de su carrera.

El Castigador se ha convertido en un personaje conocido por el gran público, en parte gracias a las tres películas (sí, tres, y no contamos las de animación) que se han hecho sobre el personaje, pero sobre todo por su aparición en la serie de Netflix Daredevil, que propició un spin-off para él solo. Pero lo cierto es que este antihéroe lleva pegando tiros a diestro y siniestro desde 1974, primero como algo parecido a un villano de Spiderman y luego como justiciero urbano, en una época en que las novelas y las películas protagonizadas por este tipo de vengadores estaban en su apogeo. El Castigador vino a llenar un vacío entre el plantel de personajes Marvel, al no tratarse de un villano pero tampoco de un héroe, y seguir un estricto código moral que le hacía matar sólo criminales, evitando siempre bajas civiles y, sobre todo, sin usar técnicas letales contra las fuerzas del orden.

En 1986, el guionista Steven Grant y el dibujante Mike Zeck se unieron para lanzar la que sería la primera aventura protagonizada por este héroe en solitario, y esta premisa se cumplió a rajatabla, puesto que ni en esta historia, Círculo de Sangre, ni en su continuación Regreso a Gran Nada, aparece ni se menciona ningún otro personaje del Universo Marvel (con excepción del periodista Ben Urich, en una breve mención al final). Es como si hubieran querido dejar claro que este personaje no necesita de cameos ni apariciones estelares de Spiderman ni Lobezno para contar una gran historia y atraer a los lectores. De hecho, la tirada del número 1 de esta miniserie se agotó tan rápidamente que Marvel tuvo que crear su primer programa de ventas suplementarias para hacer frente a la demanda de pedidos de los números siguientes. Círculo de Sangre fue un éxito inmediato, y hubo muchos factores que lo hicieron así, y que analizaremos en esta reseña.

Círculo de Sangre

El primero de ellos fue el sólido guion construido por el veterano Steven Grant, que apartaba a El Castigador de todos los tópicos posibles, como el enajenamiento mental, y nos contaba su origen en una sola página, dándole de paso una identidad civil: la de Frank Castle, ex-marine condecorado en Vietnam. Eran los buenos tiempos en que los guionistas iban al grano, y no necesitaban un número entero para contarte de dónde venía tal o cual personaje: pim pam pum, liquidado el origen y a otra cosa. Establecido así el punto de partida y dando al personaje una motivación sencilla y comprensible, vemos a Castle encerrado en la prisión de Ryker, de la que enseguida planea fugarse, aunque para ello tenga que aliarse con un jefe mafioso llamado Don Cervello. Castle se encuentra en una situación comprometida en la cárcel, pues está llena de reclusos que han perdido a un amigo o un familiar a sus manos (recordemos que Castle llevaba ya un tiempo dando caza a criminales). Sabe que sólo es cuestión de tiempo que alguno de ellos le clave un cuchillo por la espalda o mientras duerme, de manera que tiene que salir allí cuanto antes. Esto nos lleva a la trepidante secuencia de la fuga de la cárcel, con Castle enfrentándose a los matones de Don Cervello mientras evita a los dos tipos de guardias de Ryker: los sobornados y los muertos. Todo esto conduce al reclutamiento de Castle por parte del Trust, una asociación de “ciudadanos preocupados”, que dedican su tiempo y su dinero a llevar la guerra contra el crimen a los niveles que la policía no alcanza. Castle obtendrá así la libertad de la cárcel y suministros ilimitados de armas, tecnología e información, sin tener que rendir cuentas a nadie. Si parece demasiado bueno para ser verdad, es que no lo es, pero Castle no tiene otra opción si no quiere salir de Ryker en un ataúd. Con el Castigador de vuelta a las calles, volvemos a ver al justiciero dando caza a criminales, empezando por el propio Kingpin, siendo perseguido por el hijo de un mafioso asesinado y destapando una red de asesinos disfrazados igual que él. ¿De dónde han salido? ¿Quién les financia? ¿Está el Trust detrás de todo esto? El círculo de sangre se cierra sobre Castle y parece no tener fin nunca.

Al dibujo estaba Mike Zeck, cumplidor artista que venía de dibujar las Secret Wars primigenias, cuyo éxito de ventas le convirtió en un artista muy demandado. Al igual que Grant, estaba deseando encargarse de las aventuras de El Castigador, y tenía grandes ideas para él, que además compartía con Grant. Si bien el dibujo del primer número (un especial de 40 páginas) es un auténtico prodigio, en los números sucesivos se nota un bajón en la calidad, posiblemente debido a las prisas para cumplir con los plazos de entrega. De hecho, todo la trama de la fuga de Ryker y la toma de contacto con el Trust suceden en este primer número, que se podía haber vendido perfectamente como una novela gráfica única. Los números 2 a 5 relatan las acciones de Frank Castle al salir de la cárcel y la investigación del Trust y su contacto en él, un tal Alaric. El número 5 de la miniserie está abocetado por Mike Vosburg (que intenta no cambiar mucho la continuidad gráfica con respecto a los números anteriores), con acabados y tinta de John Beatty, que también entintó los números 1 al 4. Una pena que el bajón de calidad en el dibujo desde el número 2 haya enturbiado lo que de otra manera sería un cómic de matrícula de honor, uno de los grandes hitos de Marvel de los años 80, y que afianzó a El Castigador en un lugar privilegiado dentro del panteón superheroico de la editorial.

Círculo de Sangre

A continuación tenemos el regreso del equipo artístico a las aventuras del personaje, 3 años después, en una historia titulada Regreso a Gran Nada. No es propiamente una secuela, sino un reencuentro entre el personaje, ya consolidado por méritos propios, y los autores que le colocaron en dicho lugar. Aquí, Castle continúa su guerra contra el crimen, que le lleva tras la pista de un sargento de Marines, Cleveland Gorman, con el que ya coincidió y chocó cuernos mientras estaban en Vietnam. Lo que empieza como una investigación de un tráfico de drogas se convierte en algo personal, un ajuste de cuentas con el pasado. El protagonista ya no es “Gran Nada”, el apodo que Gorman le puso en Vietnam; ni siquiera es Castle, que murió ese día aciago en un parque de Nueva York junto a su mujer e hijos. Ahora sólo existe El Castigador. El guion de Grant, redondo y con una perfecta definición de personajes, se ve embellecido por el trabajo de un Mike Zeck que vuelve a demostrar que cuando tiene tiempo (o cuando quiere) puede ser un excelente dibujante.

– Todo el dinero que has robado, toda la gente a la que has traicionado, todas las vidas que has destruido. Tu muerte ni siquiera empieza a mover la balanza.

Este tomo de Panini Comics recopila la miniserie íntegra Círculo de Sangre y la novela gráfica Regreso a Gran Nada, más un generoso puñado de extras: casi 100 páginas de bocetos, portadas en blanco y negro y color, posters y portadas de Zeck para diversas cabeceras de la época y 3 portafolios de ilustraciones del personaje obra también de Mike Zeck. Toda una delicia para los ojos, en una edición de lujo para un personaje, una saga y unos autores que se merecen ser conservados en este formato.