Es la hora de las tortas!!!

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Marvel Gold. Los Cuatro Fantásticos 8: ¡Caos en el gran refugio!

Marvel Gold. Los Cuatro Fantásticos 8: ¡Caos en el gran refugio!
Guion
Roy Thomas, Gerry Conway, Tony Isabella, Marv Wolfman, Stan Lee, Len Wein, Chris Claremont y Bill Mantlo.
Dibujo
Rich Buckler, Dick Ayers, Bob Brown, John Buscema, George Pérez y Sal Buscema.
Tinta
Joe Sinnott, Jim Mooney, Paul Reinman, Frank Giacoia, Mike Esposito, Chic Stone, Vince Colletta, Sam Grainger, John Tartaglione, George Roussos, Dave Hunt y John Buscema.
Color
Petra Goldberg, Jan Brunner, Glynis Wein, Stan G., Janice Cohen, Phil Rachelson y Don Warfield.
Formato
Cartoné, 648 págs, color.
Precio
44,95€.
Editorial
Panini Cómics. 2018.
Edición original
Fantastic Four #151-175, Giant-Size Fantastic Four #3 y 4, Annual #11, Marvel Two-In-One #20 y Annual #1 (Marvel).

Aunque ahora nos detendremos un poco más, podemos decir que el grueso del Marvel Gold. Los Cuatro Fantásticos 8: ¡Caos en el gran refugio! contiene los primeros dos tercios de la etapa más duradera de Roy Thomas al frente de la colección de los 4F. Ya se encargó de los números 126 a 133 pero tras la salida de Gerry Conway se hizo cargo de ella en los números 157 a 181 (con alguna que otra ausencia). Estábamos entrando en unos años difíciles para Marvel, con mucho movimiento editorial tras la reconversión de Stan Lee a cargos directivos. Eso afectó principalmente a la cabecera que nos ocupa, donde en un corto período de tiempo cambiaron editores y equipos creativos con cierta facilidad.


Si dejamos a un lado vericuetos editoriales, el tomo abre con un arco argumental de tres números, en los que el grupo protagonista (recordamos que a estas alturas Medusa sustiuía a una Sue Storm ocupada por sus responsabilidades como madre) tendrá que ayudar a Thundra a enfrentarse a Mahkizmo, el Hombre Nuclear. Para ello se verán inmersos en la lucha entre el mundo de las Femizonas y Machus, un mundo gobernado por hombres. Como siempre que leemos este tipo de reediciones, hay que tener muy presente la época en la que se editaron, y aunque a día de hoy parezca una historia poco sutil en cuanto a la crítica contra el machismo (en algunos tramos parece casi una parodia), tened en cuenta que son unos cómics de 1974, donde sus autores intentaban cerrar esa brecha entre sexos que por aquel entonces era realmente marcada. Con este arco se despide Gerry Conway que, de hecho, no pudo acabar siquiera el arco, teniendo que hacerlo Tony Isabella. De estos números, destacar negativamente que el segundo número de la historia (#152) está completamente pixelado salvo su primera página, un detalle que levantó muchas ampollas en el momento de su edición. Fue un fallo generalizado en toda la tirada, y no un error puntual.

Len Wein se hace provisionalmente con la serie hasta la llegada de Roy Thomas, en el número 157. Este número sería el cierre del arco argumental comenzado por Wein en el que los 4F se tendrán que enfrentar a Estela Plateada, que está siendo chantajeado por el Dr. Muerte, y ofrece al heraldo de Galactus recuperar a su amada Shalla Bal a cambio de atacar a sus archienemigos. Se trata de una historia que aprovecha personajes clásicos y que probablemente tuvo bastante de improvisación, pero ciertamente funciona muy bien y es bastante entretenida.

Si el equipo de guionistas tuvo movimientos inesperados, el grueso de todos estos números en cuanto a dibujo corre a cargo de Rich Buckler. El que fuera el creador de Deathlok y que falleciera hace un par de años, es uno de esos nombres que nos suenan a los fans más recalcitrantes, pero que no es uno de esos autores encumbrados que están en boca de todos. Sin embargo, su trabajo es muy bueno, y regular, y muy continuista con el estilo que había marcado Kirby en los primeros años de la colección. Gustaba de incluir siempre alguna splash page en la historia y tenía la gran baza de contar con las tintas de Joe Sinnott, que además de asegurar esa uniformidad de la serie con lo que habíamos estado leyendo hasta el momento, cuando tenía que entintar a autores diferentes en un mismo número hacía muy difícil encontrar un salto visual. Es el caso del número 171, dibujado por Pérez salvo las tres primeras páginas que eran obra de Buckler, y en las que casi hay que mirar los créditos para darte cuenta de ello.


Se incluyen en este tomo también los dos últimos Giant Size Fantastic Four. En el #4 tenemos una historia escrita por Len Wein y Chris Claremont en la que debuta un tal Jamie Madrox, el Hombre Múltiple. Una historia en la que tendremos un cameo del Profesor X. El siguiente arco argumental da nombre al tomo, y nos trae de vuelta a los Inhumanos y a los habitantes de la 5ª Dimensión, como el villano Xemu o Valeria, ese interés romántico de un Johnny Storm en horas bajas tras haber acudido a la boda entre su amada Crystal y Mercurio. Un punto muy interesante de este arco es cómo Sue comienza a rebelarse por su posición de madre que debe quedarse criando a Franklin mientras el padre sí puede ir a salvar el mundo. Medusa acabará abandonando el grupo y Sue se volverá a unir, con unos poderes potenciados tras lo que acontece en esta historia.

A continuación entramos en un arco argumental en el que Thomas recuperará a un personaje que creara junto a John Buscema en el número 75 de Vengadores: Arkon. No es casualidad que Buscema fuera el dibujante principal del primer número de la historia, para recuperar a ese personaje que a los lectores más recientes les sonará por haber protagonizado la serie Relatos Salvajes de Jason Aaron y Mike del Mundo tras la miniserie surgida de las Secret Wars de Jonathan Hickman. Aunque, sin duda, lo más atractivo de esta historia es el mini-multiverso que trae Thomas, con tres mundos paralelos y una historia que nos mete de lleno a los 4F en una historia al más puro estilo El Flash de dos mundos. Thomas, que se había caracterizado por historias divertidas y centradas en la acción, con giros argumentales que siempre buscan el impacto, construye una historia bien elaborada y en la que hay que estar más atentos de lo habitual.

A partir del #164 entra George Pérez para enfrentar a los 4F a Cruzado, el nuevo alter ego de Marvel Boy, ese superhéroe de los años cincuenta que aquí es reconvertido en un villano con bastante genio (y pantalones largos). Igualmente tendrán que enfrentarse a Hulk en unos números en los que Ben Grimm recupera su forma humana y tendrá que comenzar a usar un exoesqueleto para mantener su lugar en el equipo. Y es que tras la pérdida de poderes, se ofrece el puesto del músculo del grupo a Luke Cage, el héroe de alquiler que acepta unirse cobrando un sueldo. Son unos números en los que Thomas le da mucho protagonismo a Ben Grimm, al que siempre hemos visto como ese tipo bruto de corazón noble y que aquí comienza a sufrir por verse desplazado y sin un sitio en la que considera su familia. Thomas lo hace de manera sutil, sin que todas las historias tengan que apoyarse en dicho sufrimiento, sino que más bien es una de las tramas secundarias siempre presentes.


Y si antes habíamos visto una aventura en mundo alternativos, a continuación tenemos una historia (más) de viajes en el tiempo. Dicha historia tendrá lugar entre varias cabeceras: el anual 11 de Fantastic Four, el 1 de Marvel Two-in-one y el número 20 de la misma cabecera. Se trata de una historia en la que los 4F tendrán que evitar que los nazis ganen la guerra mundial gracias a que Hitler se haga con una vara de vibranium, y para ello tendrán que ayudar a los Invasores y a la Legión de la Libertad. Una historia con sabor clásico de las que tantas hemos leído en esta cabecera.

Los últimos cinco números de este tomo (#171-175) son el ejemplo perfecto y, probablemente, el culmen de la etapa de Roy Thomas. Un arco absolutamente loco en el que tenemos a gorilas dorados, al Alto Evolucionador, a Galactus, al Destructor, a un planeta de robots, al rey Arturo, un dragón y a un grupo de skrulls. Si queréis saber cómo pueden encajar todos esos elementos en una historia tendréis que leer este último arco argumental. Solo decir que es la marca de la casa de los cómics de Roy Thomas, con continuos guiños al lector, historias locas y divertidas, y que difícilmente dejan indiferente. Además, enlaza con la Saga de la Contratierra y trae de vuelta a un personaje del que hablaremos más en el siguiente tomo.

Bill Mantlo echará alguna mano en estos últimos números, al igual que otros dibujantes entre los que destacaría a Sal y John Buscema. Este último hace las veces incluso de entintador en el último número del tomo y, si bien es cierto que no lo hace del todo mal, no tiene nada que ver con el trabajo de Sinnott…


En definitiva, Marvel Gold. Los Cuatro Fantásticos 8: ¡Caos en el gran refugio!

Un tomo que marca el comienzo de unos años con muchos movimientos editoriales y cambios continuos de equipos creativos, pero que mantiene el espíritu que tan bien establecieron Lee y Kirby en los primeros años de vida de la serie. Roy Thomas escribe el grueso de los números aquí contenidos, y nos deja historias alocadas, pero siempre buscando la diversión del lector, aunque eso suponga en muchas ocasiones que se trate de historias ligeras y sin demasiado poso. No obstante, sí tenemos una historia con bastante más profundidad de la habitual, con tres mundos paralelos y una historia que tendrá lugar en los tres a la vez. A pesar de los cambios de equipos y de los movimientos que estaban habiendo, siguen siendo historias muy disfrutables, que en el peor de los casos, aportan un rato divertido de lectura con unos personajes a los que ya conocemos muy bien.

Lo mejor: Joe Sinnott, siempre. La historia con Arkon en los tres mundos paralelos. Lo loquísimo que es el último arco. Ben Grimm. La crítica al machismo.

Lo peor: Se comienzan a ver algunos cambios en el equipo que buscan una sorpresa que ya no era tal (Medusa, Luke Cage…).