Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Las tortas cumple 16 años!!!

De acuerdo, no son veinticinco años para montar una gran celebración con montones de sorpresas, invitados y demás fanfarrias. Ni tan siquiera son veinte (un par de décadas ya son un buen número redondo), pero 16 años no está nada mal, ¿no? Hoy hace 16 años, un jovencito Rafa Domene, sin saber la que se le venía encima, montó uno de esos blogs que en el jurásico 2004 eran la moda.  No se lo digáis a nadie, pero aún queda constancia de ese post en internet. Modestamente y sin hacer ruido había nacido Es la hora de las tortas!!! .

Ha llovido tanto en este tiempo, que no pensamos aburriros con ello (tal vez cuando cumplamos 20 o 25 años), pero sí queríamos tener un par de detalles de cumpleaños. Nuestro más reciente tortero, Víctor Gómez, se ha currado un bonito dibujo y Lamastelle-sama nos deja un breve relato. Sin más ruidos, con estos dos obsequios tan modestos como llenos de corazón, os damos las gracias por estar con nosotros estos 16 años (o al menos una parte de ellos).

Las tortas cumple 16 años¡¡¡

– ¿Quién eres realmente, Lamastelle?

– Solamente un amigo, Ben.

– Lo sé, lo sé. Pero a veces… ¿Sabes? A veces pienso… siempre has estado ahí cuando te he necesitado, pero sé tan poco de ti. Hemos hablado de tantas cosas… pero no sé dónde vives.

– Por ejemplo, recuerdo que nos conocimos en la biblioteca de la facultad. Charlamos tantas veces de tantas cosas diferentes. Y ahora, con el paso de los años, recuerdo aquella noche en la que estabas empeñado en invitarme a ir juntos al teatro. Esa noche, la noche que entramos en el cohete…
A veces pienso que… No, no, son tonterías. Pero a veces pienso que casi parece que sabías lo que iba a pasar y querías alejarme de esa nave.

– Qué va, hombre. Simplemente una casualidad. Por cierto, la obra de aquella noche al final era aburridísima.

– Sí, sí, me lo has contado. Pero a veces lo pienso. Parece como si estuvieras siempre cerca cuando te necesito… como cuando fue aquello con Alicia… Las dos veces apareciste casualmente por mi casa para ofrecerme tu hombro y unas cervezas…

– Bueno, coincidió que pude echarte una mano, hombre. Ya sabes que para eso están los amigos…

– Y aquella vez que pensé que Johnny había muerto. Y al volver del Mundo de Batalla. Y tras la invasión skrull… siempre has estado ahí, Lamastelle.

– Tú también, Ben. Cada uno ha ayudado al otro…

– ¿Sabes? Una vez leí una historia de un hombre que encontraba a un amigo una vez cada cien años… Es una pregunta personal pero…¿eres un Eterno, Lamastelle?

– Qué va, qué va. Menuda familia, llena de líos.

– Ah, por cierto, gracias por la donación de todas esas ocarinas para los chicos del Centro Juvenil de la Calle Yancy.

– Espero que las disfruten, Ben. Iban a ser pianos, pero ocupan demasiado. Las ocarinas son mejores. Solamente espero que las toquen con prudencia. Ya sabes, una ocarina implica una gran responsabilidad…

– Camarera, dos cervezas más, por favor. Aprovechando que estás aquí, quería pedirte consejo. Verás, me ha contactado un editor español, para un proyecto web. Un tal Rafael Domene. Quiere que colabore con él y unos amigos en una web de cómics… ¿Tú que opinas? Ya sabes que la gente
normal que se mezcla con superhéroes a veces termina mal…

– Oh, lo conozco. Es un chico muy majo. Yo me apuntaría, Ben. No creo que salga nada malo de ahí. Eso sí, impón tú el nombre del proyecto. Que quede claro quién está al cargo. No sé. Dejame pensar… ¿La espada de Angrir, Destructor de almas? ¿Crónicas desde Liddleville? No no, ya lo
tengo…

¿Qué te parece… ES LA HORA DE LAS TORTAS?