Es lo malo y lo bueno de esta nueva era de la información 2.0… nos acerca a nuestros ídolos, a los artistas y a los medios y, de alguna manera, nos deja hacernos oir… Todos tenemos una voz, y, si las juntamos, pues tenemos varias, y las opiniones ahora resuenan más y pueden llegar a tener más fuerza…
Eso sí, el caso que se nos hace viene siendo el mismo…
En una democracia real no se vota, se bota…
Luego se descubriría que el actor rechazó el papel por asuntos familiares… pero todos aquí sabemos que es una astuta tapadera…